Queridos amigos: Paz y Bien.
Hoy continuamos con el Tema: VIVE CADA DIA EN PLENITUD.
Fuente: LA MARAVILLA DE SER HIJO DE DIOS.
Autor: Padre Ángel Peña Benito, misionero agustino recoleto.
Tema: VIVE CADA DÍA EN PLENITUD. (Continuación).
No te enfades, simplemente, porque las cosas no te salen como lo habías previsto. Contrólate, no llenes del veneno de tus gritos y ofensas a todos los que te rodean y, si te excedes, reconócelo y pide disculpas inmediatamente. Decía Saint Exupery: "No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hermano en su dignidad es un crimen". Hay que amar siempre y a todos sin excepción para hacerlos felices. Jean Vernier, el fundador de las comunidades "El Arca", donde recogen personas subnormales, nos habla de esta necesidad de amar a los demás para hacerlos felices. Afirma: "Por veinticinco años he tenido el privilegio de vivir con hombres y mujeres subnormales. He descubierto que, aunque tengan serios daños en su cerebro, ésa no es la fuente de su dolor más grande. Su mayor dolor viene del sentimiento de que nadie los quiere. El sentimiento de ser vistos como feos, sucios y sin valor... Ése es el dolor que he descubierto en los corazones de estas personas.Mi experiencia me ha demostrado que, cuando descubren que son queridos y amados tal como son, ocurre una verdadera transformación, incluso, diría resurrección. Su cuerpo tenso, temeroso, deprimido, se convierte en un cuerpo relajado, pacífico y confiado. Esto se ve a través de la expresión de su rostro y a través de todo su porte exterior. Cuando descubren que se los ama y forman parte de una familia, entonces, comienza a surgir en ellos el deseo de vivir".Recuerdo el caso que me contó una religiosa, de un hombre minusválido que estaba solo en la vida y tenían que expulsarlo de todos los centros de acogida a donde iba. Era una persona llena de rencor y de violencia. No amaba, porque creía que nadie lo podía amar así como era. Su vida era muy triste. Un día llegó a una casa de caridad y pensaron también en expulsarlo. Pero ese mismo día proyectaron la película "La bella y la bestia". Y, al hacer la evaluación entre todos, él dijo: "Cuando uno se siente amado, deja de ser una bestia". Aquella película le había impactado positivamente y creyó que podía ser amado, como el hombre-bestia de la película. Empezó a creer en la sinceridad de las personas que lo rodeaban y todos empezaron también a demostrarle amor y comprensión. Poco a poco, empezó a cambiar su carácter y se hizo menos agresivo y más amable. Y se convenció de que él también, con todas sus limitaciones humanas, era un hijo de Dios y que Dios lo amaba de verdad. Murió al poco tiempo, pero su entierro atrajo a muchas personas, incluso el obispo auxiliar del Cardenal Leger de Quebec, estuvo presente. El amor había transformado su vida. (Continuará).
Un saludo cordial en los Corazones de Jesús y de María.
José Luis Elizalde Esparza.
jueves, julio 10, 2008
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