Queridos amigos: Paz y Bien
Comenzamos con nuestra materia:
Fuente: LA MARAVILLA DE SER HIJO DE DIOS
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.PRIMERA PARTE -
EL HOMBRE Y DIOS
En esta primera parte, vamos a tratar del ser humano como parte integrante de la Creación. El hombre es el fin y el culmen de toda la Creación y debe amar y alabar a su Creador. Como ser humano tiene una dignidad inmensa y, además, tiene unos derechos y obligaciones, inherentes a su realidad de persona humana, que provienen directamente de su Padre Dios. Por eso, nadie puede quitárselos y todos se los deben respetar. Comencemos ahora hablando de la Creación para darnos cuenta de la maravilla de ser hijo de Dios y de su gran dignidad.LA CREACION"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y las tinieblas cubrían los abismos, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas" (Gén 1,1-2). Sí, Dios con su amor divino dirigía desde el principio el proceso evolutivo de la Creación. La Biblia nos habla de que todo lo creó en seis días y al séptimo día descansó. Ésta es una manera de hablar para indicar que también Dios quiere que el hombre trabaje seis días y descanse un día a la semana. Pero esos días, en realidad, fueron períodos de millones de años en un proceso continuo de evolución. Y "Dios vio que todo lo que había hecho era muy bueno" (Gén 1,31).Según algunos científicos, Dios creó una gran cantidad de energía, surgida de una gran "explosión" de su amor divino, materializado en energía. El amor de Dios por sus criaturas fue el origen de todo lo que existe. Aquella primera energía estaba compuesta de los elementos más simples del Cosmos, que se fueron condensando y dando lugar al hidrógeno, principal componente de las estrellas y materia prima del Universo. Y el hidrógeno se fue condensando en helio y dando lugar a grandes explosiones atómicas, que producen el fuego y la luz de las estrellas.En 1948 el astrónomo George Gamow hablaba de un Universo que comenzó en un estado de pura energía, de la cual se sintetizaban partículas simples como protones, neutrones, electrones... en átomos cada vez más complejos a partir del hidrógeno. Desde los años cincuenta, una serie de datos experimentales han dado valor definitivo a la teoría de un Universo en evolución a partir de una Gran Explosión o "Big bang", como dicen los científicos. En esta primera fase, el 90% de los átomos eran de hidrógeno, casi un 10% por ciento de helio y una fracción mínima de deuterio (H pesado) y de He-3. En 1965 Penzias y Wilson escucharon "el grito del Universo al nacer" (según frase del New York Times), cuando utilizaban un radiotelescopio para captar ondas de radio. Comprobaron una radiación de fondo uniforme en todo el cielo, de origen desconocido. Esta radiación del fondo cósmico, que llena el espacio con un eco de ondas de radio en la longitud de onda de 7,35 cm era como el llanto del reci én nacido Universo, que llegaba ahora hasta nosotros después de veinte mil millones de años de su nacimiento.Según el astrónomo jesuita y asesor de la NASA, P. Manuel Carreira: "Hemos encontrado las cenizas y el resplandor de aquel fuego inicial y podemos estar seguros de su existencia, aunque la edad es todavía discutible". Pero lo cierto es que el fenómeno de la primera explosión, según el gran astrofísico Yakov Zeldovich "es parte tan firme de la Física moderna como puede serlo la Mecánica de Newton". (continuará)
Un saludo cordial por ser hijos de Dios.
Que María sea nuestra Madre y nos ayude a ser auténticos hijos de Dios.
José Luis Elizalde
miércoles, abril 30, 2008
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