domingo, abril 27, 2008

Los apóstoles difundieron con audacia la Buena Noticia por todo el mundo por medio de la amistad
San Pablo envía saludos en sus cartas “a sus amigos en la fe” (Rom, 16, 8-9)
San Juan recuerda en sus cartas a sus amigos “a cada uno en particular” (3, Jn, 15)

Los primeros cristianos y la amistad


Los primeros cristianos difundieron el mensaje de Cristo por medio de una amistad sincera con sus amigos, haciéndoles participar del gran descubrimiento y alegría de su vida.
El Cura de Ars escribe sobre ellos: “Lo que hizo que el número de santos se fuese multiplicando en los primeros tiempos de la Iglesia fue que los primeros cristianoshablaban constantemente de Dios. Y de ese modo, se animaban entre ellos y conservaban el entusiasmo hacia las cosas de Dios” (Sermón sobre el Primer precepto del Decálogo).

Minucio Félix, un abogado del siglo II, narra en su libro "Octavius" un pequeño suceso inspirado en la vida de los cristianos del siglo II. Entre ellos se daban, actitudes de retraimiento y cobardía, junto con actitudes llenas de franqueza, lealtad y vigor apostólico, como sucede en la actualidad.
Minucio sitúa la historia en la playa de Roma, Ostia, que sigue siendo un lugar de veraneo. Relata la conversación detres jóvenes, Marco, Cecilio y Octavio, que salen de excursión muy de mañana, hacia Ostia, para bañarse en la playa. Laescena tiene lugar a comienzos del otoño romano, tras las fiestas de la vendimia. Marco y Cecilio son muy amigos. Octavio es amigo de Marco.Marco y Octavio, son cristianos. Cecilio es pagano.
Era una excursión como tantas otras y no tenían previsto hablar de temas serios. Se disponían sólo a pasar un buen rato, "por el placer único de sentir como la arena se deslizaba suavemente bajo nuestros pies".
Al pasar junto a la estatua de piedra del dios pagano Serapis, Cecilio hizo un gesto supersticioso. Marco, queno deseaba "meterse en problemas", y más en un día de excursión, hizo como que no había visto el gesto de su amigo y no le dijonada. A Octavio ese silencio cómodo le pareció una falta de lealtad y le dijo a Marco que le parecía que no estaba bien que dejara seguir en la superstición a un gran amigo suyo como Cecilio, que "anda siempre pegado a tu lado". Y habló de la falsedad de los dioses paganos.
Da la impresión, por el contexto, de que Marco temía que su amigo Cecilio se iba a molestar si le mostraba su visión cristiana de la vida. Pero sucedió al contrario. Al escuchar a Octavio, Cecilio se quedó serio, porque las palabras de Octavio le habían hecho pensar. Y es más:le dijo a Octavio que deseaba charlar a fondo sobre aquel asunto.

Dos buenos amigos del siglo IV: Alipio y Agustín
En la vida de Agustín, nacido en el 354, en el siglo IV, la amistad ocupó un lugar excepcional. El gran amigo de su vida fue su paisano Alipio.
"Era como yo, de Tagaste -cuenta en su autobiografía, Las Confesiones- y procedía de una de las familias más conocidas de la ciudad... Me apreciaba muchísimo porque me consideraba un hombre honrado y culto; y yo también le quería mucho, porque él sí que era verdaderamente un hombrebueno".
Alipio era un hombre bueno, como señala Agustín, pero en aquellos momentos estaba dominado por un gran vicio: los juegos del Circo. Su amigo y profesor Agustín -aún sin ser cristiano- hacía lo posible para apartarle de aquellos juegos degradantes, sin conseguirlo. Hasta que un día, durante una clase, Agustín comenzó a criticar abiertamente unas diversiones que embrutecían a tantos jóvenes de la ciudad. "Yo no tenía la intención -contaba Agustín- de corregirle; pero él se creyó que lo había dicho pensando en él, y como era de carácter tan noble, en vez de enfadarse conmigo, se enfadó consigo mismo; y a partir de entonces, me tuvo mucho más aprecio."
Como suele suceder con frecuencia, aquella corrección, en vezde distanciarles, les unió más. Y tiempo después, cuando Agustín se planteó seriamente la posibilidad de bautizarse, su amigo Alipio tuvo una intervención decisiva en su vida.
Un día fue a visitarles un paisano suyo, Ponticiano, a la casa donde estaban Agustín y Alipio. Ponticiano erabuen cristiano, y al ver que tenían en la casa un texto de san Pablo, les estuvo hablando de la fe. Sus palabras fueron el "detonante" paraque Agustín se plantease seriamente la crisis de la conversión: tenía que decidirse a llevar, de una vez por todas, -se dijo- una vida decididamente cristiana. Su amigo Alipio, como de costumbre, le acompañaba.
"Nos sentamos lo más lejos posible de la casa. Yo gritaba en mi interior, enfurecido y con una rabia terrible". Alipio se dio cuenta de que aquel era un momento decisivo en la vida de su amigo, y -cuenta Agustín- "sacando lo mejor de sí mismo, me habló de forma tan profunda,que vi en mi corazón toda la mezquidad de mi vida. Mi alma estalló en una gran tormenta, con un torrente de lágrimas, y me alejé todo lo que pude de él, para llorar en solitario".
Tuvo lugar a continuación el conocido episodio de la conversión de Agustín, en la que escuchó una voz "Toma y lee", y acudió al Evangelio. Tras leer el párrafo "Ve, vende todo lo que tienes...", decidió convertirse.
Su amistad con Alipio fue un instrumento del que Dios se sirvió para acercarlos a los dos a la gracia de la fe. Nada más experimentar aquel cambio interior, Agustín corrió enseguida, como de costumbre, a contárselo a su amigo: "Me dijo entonces que le estaba pasando lo mismo, cosa que yo no sabía. Y comenzó a leerunas palabras que venían a continuación en las que yo no me había fijado: "Recibid al débil en la fe".
Se aplicó aquellas palabras a sí mismo, y confortado por ellas, sin nigún tipo de turbación interior", cuenta Agustín, Alipio decidió convertirse también.
Para conocer mejor la vida y la obra de San Agustín y de san Alipio

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