Antigüedad precristiana:
el valor humano de la amistad.
Aristóteles le dedicó un extenso capítulo en su Ética a Nicómaco (libro VIII). Se pregunta el filósofo si el hombre puede ser feliz en soledad o tiene necesidad de los demás, y responde diciendo que aunque la felicidad, por sí misma, depende del propio individuo, el hombre es un ser social que tiene necesidad de sus semejantes. La amistad es un vínculo de amor, pero no todo amor -dice Aristóteles- merece el título de amistad, porque el amor de amistad es el amor de benevolencia por el que se quiere el bien para el amigo, mientras que el que ama con amor de concupiscencia sólo desea el bien para sí mismo.
Platón recuerda que la amistad exige que afecto sea mutuo: «donde no hay reciprocidad no hay amistad» (Lysis, 212 D)”
Cicerón, el gran escritor romano, escribe: “Si quitáramos la amistad de la vida sería lo mismo que quitar el sol del mundo, porque no hemos recibimos de los dioses inmortales ningún don tan valioso y tan gozoso”.
domingo, abril 27, 2008
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