jueves, abril 03, 2008
01-04-08 BUENOS DIAS, PADRE DIOS
Queridos amigos: Paz y Bien
Hoy continuamos con el tema del dogma de la COMUNION DE LOS SANTOS.
Fuente: LA COMUNION DE LOS SANTOS, una maravillosa y gozosa experiencia de Dios.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R. misionero agustino recoleto con sede en Lima (Perú)
LA VIDA
Vive tu vida con alegría. La vida es un don maravilloso. Fuimos creados para el gozo y la alegría de vivir con Dios, pero el pecado trastornó los planes divinos y desde entonces la vida es una lucha constante, una prueba, una gran batalla. Para ganarla debemos obedecer a Dios, que, como buen Padre, sabe mejor que nosotros los que nos conviene. Debemos amarlo con todo el corazón y seguir sus mandamientos.> > No olvidemos que sólo se vive una sola vez. Por eso, debemos aprovechar bien el tiempo de vida que Dios nos dé. Vivamos de cara a la eternidad que nos espera. Demos más importancia al alma que al cuerpo, a las cosas espirituales que a las materiales. Si empleáramos tanto tiempo en el cuidado del alma como el que empleamos en el cuidado del cuerpo, qué bien nos iría. Pero, con frecuencia, nos olvidamos de Dios y de las cosas espirituales y vivimos abocados totalmente al cuerpo y a las cosas de este mundo. Perdemos de vista la perspectiva del más allá y olvidamos que esta vida es pasajera. No queremos darnos cuenta de la gran realidad de la muerte, que puede venir en cualquier momento.> > Por ello, debemos vivir conscientes, con la mirada en alto, siempre preparados, sin olvidar que la vida es demasiado frágil y que puede romperse en cualquier momento. Aprovechemos cada minuto de sesenta segundos que nos lleven al cielo. Como decía el fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer: "Este mundo se nos va de la mano, no podemos perder el tiempo, hay que administrarlo bien, con sentido de la responsabilidad. Pero no debemos desear morir antes de tiempo. Debemos desear vivir hasta haber cumplido fielmente nuestra misión. Hemos de desear vivir para trabajar por nuestro Señor, para hacer el bien a los hermanos". Vivir es recibir con ilusión la luz de cada día, es tener a Dios como compañero de camino, sin olvidar a nuestros hermanos santos y ángeles. Vivir es enfrentarse sin temor al día de mañana, es comer con gozo el pan ganado con el sudor de cada día. Vivir es abandonarse plenamente en los brazos de Dios y confiar en Él, pase lo que pase. Es tener paz en la conciencia y poder dormir sin sobresaltos ni temores cuando llega la noche. En una palabra, vivir es amar y tener la vida de Dios en nuestro corazón. Por eso, la vida se desarrolla y se enriquece cuando aumenta el número de instantes que están llenos de amor. El que desprecia un instante no llegará jamás a la plenitud de la vida. Sepamos, pues, decir ¡Sí! a Dios en cada instante. Vivamos el presente en plenitud y responsabilidad. (continuará)
Un saludo cordial en la Providencia Infinita de Dios, y en la Comunión de los Santos. Que María nos abra a la Luz de Dios.
José Luis Elizalde Esparza
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario