miércoles, diciembre 19, 2007

Queridos amigos: Paz y Bien
Hoy comenzamos un nuevo Tema: MARIA Y EL SACERDOTE
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.
Tema: MARIA Y EL SACERDOTE

El sacerdote debe ser consciente de su gran misión en el mundo. El es partícipe activo de la gran obra de la redención de los hombres, en unión con María. María también fue, en cierto modo, sacerdote al ofrecer a Jesús y ofrecerse con El en la misa del Calvario. Por eso, en cada misa, María también está presente. Celebremos la misa en unión con María, en su Inmaculado Corazón.Por otra parte, en el momento de la consagración, el sacerdote con su fiat (SI) hace presente a Jesús, renovando así el misterio de la Encamación; tal como lo hizo María con su fiat (SI) el día de la Anunciación. Aquel día, Jesús y María se hicieron UNO, como el sacerdote y Jesús se hacen UNO.Desde entonces, Jesús y María son inseparables, porque María recibe de Jesús constantemente su unión con la divinidad y Jesús recibe de María su unión con la naturaleza humana. De la misma manera, Jesús y el sacerdote deben estar siempre íntimamente unidos y unir su misma vida y su misma sangre en el torrente sanguíneo que, saliendo de la cruz, sigue salvando a los hombres.María fue corredentora al pie de la cruz y sigue cumpliendo su misión y sigue ofreciéndose con Jesús en cada hostia consagrada. Muchos cristianos no piensan que junto a Jesús en la hostia está también María. Ahí encontrarán a la Madre. Ella es corredentora para siempre. De la misma manera, también el sacerdote debe ser corredentor y hacer de su vida una ofrenda permanente. Nunca el sacerdote es más sacerdote que, cuando, en la misa, se ofrece con Jesús. Si sólo fuera protagonista material e inconsciente del misterio que se celebra y, si no quisiera ofrecerse, si no estuviera dispuesto a entregarle su vida con sus dificultades e incomprensiones, sufrimientos.., como lo hizo Jesús, entonces se perderían muchas bendiciones para el mundo. Pero, si se ofrece con Jesús y María... ¡Que unidad tan sublime, estupenda y maravillosa! ¡El Padre lo verá como a su Hijo! ¡María lo verá como a Jesús! El Espíritu Santo lo transformará y transfigurará para que en la misa sea verdaderamente JESUS!Entonces, María lo ofrece a cada uno como a su "Hijo". Ella es Madre especialmente de los sacerdotes, sus hijos predilectos, y quiere que sean puros, muy puros para que se identifiquen con Jesús. Si los sacerdotes aman a María, llegarán a amar cada día más a Jesús. Ella los ama con el mismo cariño y ternura que tuvo para el mismo Jesús. El los concibió a todos al concebir en su seno a Jesús, Sumo sacerdote. como diría la Vble. Concepción Cabrera de Armida: "Los sacerdotes tienen un sitio especial en el Corazón de María y para ellos son los latidos más amorosos y maternales de su Corazón".Personalmente, puedo decir que, en los momentos de crisis, en que pensaba abandonar el ministerio sacerdotal, el amor a María salvó mi sacerdocio. Y ahora le estoy "infinitamente" agradecido y rezo todos los días el rosario. El sacerdote nunca debe olvidarse del amor a María, de celebrar la misa en el altar del Corazón de María y de comulgar todos los días en unión con María.Ven, Espíritu Santo, hazme verdadero sacerdote de Jesús; transfórmame en Jesús en cada misa y dame un amor inmenso a María Madre de Jesús y Madre mía. Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, su Madre, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde

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