jueves, diciembre 27, 2007


Queridos amigos: Paz y Bien

En la NOCHEBUENA, mientras el NIÑO-DIOS nace, continuamos con nuestro Tema: LA PRIMERA COMUNION

Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE NOS ESPERA

Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R. misionero agustino recoleto,con sede en LIMA (Perú)

Tema: LA PRIMERA COMUNION (continuación)


Lucía, la vidente de Fátima nos cuenta su Primera Comunión: "Despues de comulgar le dirigí a Jesús mis súplicas: Señor, hazme una santa, guarda mi corazón siempre puro para Ti solo... Me sentía transformada en Dios... Me sentía tan saciada con el pan de los ángeles que me fue imposible entonces tomar alimento alguno. Perdí desde entonces, el gusto y el atractivo que comenzaba a sentir por las cosas del mundo, sólo me encontraba bien en algún lugar solitario, donde pudiese recordar sola las delicias de mi Primera Comunión" (2a. Memoria). Pero no sólo los santos, hay muchos niños puros e inocentes, que reciben a Jesús con una fe que daría envidia a los mismos ángeles. El Beato Mons. Manuel González, relata en su libro "Partiendo el pan" algunos de estos casos. Como el de José María, un niño que todavía no había cumplido los cinco años y que, viendo a su hermano hacer la primera comunión, sintió tantos deseos de comulgar que se lo pidió al obispo. Comulgó y se pasó un gran rato con los ojos cerrados, hablando con Jesús. Cuando le preguntaron qué había hecho después de comulgar, respondió: "Le dijé que se fuera para adentro, pues ya sabe andar solito". En su cabecita infantil, Jesús se había apoderado de su cuerpo y se iba quedar allí para siempre, como en su propia casa".Otro caso, que publicó en "El granito de Arena" del 5 de Setiembre de 1913, es el de Julia Gabriel Budelo de tres años, le faltaban trece días para cumplir los cuatro. Cuando su catequista comulgaba, le hacía agacharse para besarle en el pecho. Y era tanto su amor a Jesús que obispo no dudó en darle la comunión. Cuando le preguntó:- ¿Tu quieres recibir a Jesús?- Con todas mis ganas.- ¿ Y dónde lo vas a guardar?- Aquí, en mi corazoncito.El obispo pudo escribir: "Puedo aseguraros que en mi vida nunca he dado una comunión con tanta seguridad del agrado de Jesús y de la buena disposición de un alma". Después de comulgar repetía: "lo contentita que estoy..."Jesús no puede menos de sentirse feliz con la fe y el amor de los niños inocentes y cuyas almas son pequeños cielos para Jesús. Eduquemos a los niños en la fe y amor al Niño Jesús del sagrario, para que lo amen y lo visiten como aquellos niños de Huelva que, cuando Mons. González les preguntó qué hacían tanto entrar y salir de la Iglesia, le dijeron: "Es que estamos haciéndole a Jesús muchas visitas para que le duren toda la noche y no esté solito".O como aquella niñita norteamericana de que nos hablaba el P. Roberto de Grandis. Su padre es católico y su madre ortodoxa griega. La niña de tres años les pidió un día que la llevaran a la Iglesia, a donde no la llevaban nunca, porque no eran practicantes. Cuando la niña entró, se fue corriendo hacia el sagrario y acercándose, empezó a decir: "Jesús, aquí estoy, sal y juega conmigo, soy Ann Mary, ven". ¡Qué simplicidad, qué fe y qué confianza! Ciertamente que los niños son los predilectos de Jesús y El nos dice: "Dejad que los niños se acerquen a Mí, no se lo impidáis, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mc 10,14).En ese gran día de su primera comunión, Jesús toma muy en serio sus peticiones. Pueden pedirle como Lucía de Fátima: "guarda mi corazón siempre puro para Ti sólo", pero, sobre todo, pedirle la gracia de nunca ofenderle con un solo pecado mortal. Y, por supuesto, pedirle por los padres, hermanos, familiares... Y, si sienten deseos, pedirle también la gracia de la vocación sacerdotal o religiosa. (continuará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias que bajan del cielo.

José Luis Elizalde

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