23 de diciembre - N.S. de Rouvre (Italia)
La Virgen del Adviento
A la hora decisiva de la historia de la humanidad, María ofreció su propia persona a Dios, su cuerpo y su alma como morada. En ella y por ella, el Hijo de Dios adquiere forma. A través de ella, la Palabra se hizo carne (cf. Jn 1, 14). Así, María nos dice lo que es el Adviento: ir al encuentro de Quien viene a nuestro encuentro. A esperarle, escucharle y mirarle. María nos dice con qué finalidad se han construido la Iglesia: para que la Palabra de Dios tenga en nosotros un lugar, para que en nosotros y por medio de nosotros la Palabra pueda también hoy hacerse carne.
Benedicto XVI: Homilía, 10/12/2006
miércoles, diciembre 26, 2007
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