El Via Crucis o Camino de la Cruz, es una de las formas más expresivas, más sólidas y extendidas de la devoción del pueblo cristiano a la Pasión de Cristo que se reza, durante la Santa Cuaresma, los dias miércoles y viernes.
Desde los primeros siglos los peregrinos de Jerusalén veneraban los lugares santos, especialmente el Gólgota y el Sepulcro. Según las revelaciones de Dios a Santa Brígida, luego de la muerte de Cristo, el mayor consuelo de su Madre era recorrer los lugares de aquel sagrado camino regados con la sangre de su Hijo. La imposibilidad de ir a Jerusalén o el deseo de recordar con frecuencia en su propia tierra los momentos de la Pasión, hizo nacer en la cristiandad diversas formas de representar aquellos lugares para ser recorridos en una especie de peregrinación espiritual. Variando en tiempos y lugares, prácticas y estaciones; parece ser que el actual Via Crucis de 14 estaciones procede de la España del s. XVll, luego difundido por todo el mundo.
Su ejercicio tiene indulgencia plenaria cuando se hace ante estaciones legítimamente erigidas. Si bien es costumbre laudable leer un texto y rezar determinadas oraciones, puede hacerse meditando mentalmente lo que propone cada estación.
"No hay cosa tan eficaz para curar las llagas de nuestra conciencia y purgar y perfeccionar nuestra alma como la frecuente y continua meditación de las llagas de Cristo y de su Pasión y Muerte", nos recordaba San Bernardo.
Te envio el texto que confeccionara y leyera el entonces Cardenal Ratzinguer, aquel Viernes Santo del 2005, ante la presencia sufriente de Juan Pablo II y te invito que oremos juntos en esta Santa Cuaresma... adorando a Cristo y bendiciendolo... Porque con su Santa Cruz nos redimió. LuisMaria
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario