ENTRÉNAME, SEÑOR
Quiero estar preparado, por Ti y contigo, para que la dureza de la cruz no me sorprenda y que lejos, de asustarme, vea en ella un exponente y un altavoz de tu gloria. Quiero mantenerme en forma, para no perder el ritmo de la fe y no se apague el brillo de mi esperanza. Porque, temo que si Tú no vas conmigo, el maligno aproveche cualquier fisura y se adentre en lo más hondo de mis entrañas.
ENTRÉNAME, SEÑOR
Quiero jugar contigo el gran partido de la Pascua; ahora, con el color morado de la penitencia, pero pronto, en la alborada de Resurrección, con el color blanco del triunfo de la VIDA Sí; Señor, quiero que en estos 40 días me enseñes a mirar hacia el cielo me indiques como entregarme a mis hermanos me recuerdes que, en la sobriedad y no en la abundancia, está la riqueza y la felicidad de mis años.
ENTRÉNAME, SEÑOR
Y que pueda volver de los caminos equivocados y que, postrándome ante Ti, pueda decir sin temor ni vergüenza alguna: he pecado, no merezco ser de los tuyos, "trátame como a uno de tus jornaleros" Necesito correr, Señor, recuperar el estilo de un auténtico creyente y hablarte, con oraciones que nacen en el silencio. Escuchar palabras que sanan y salvan Corregir pautas y comportamientos, actitudes y olvidos que me alejaron de Ti hace tiempo.
ENTRÉNAME, SEÑOR Y, haz que esta Santa Cuaresma, sea una oportunidad para acercarme a todo ello. Amén. Que en este tiempo de Cuaresma Jesús derrame una lluvia de rosas sobre tu vida.
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