domingo, septiembre 28, 2008

1178 - 28/09/2008

Queridos amigos: Paz y Bien.
Hoy, siguiendo con las enseñanzas de la Iglesia sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía, comenzamos con el libro sobre:
LA SANTA MISA.
Fuente: LA MISA, UNA FIESTA CON JESUS.
Autor: P. Angel Peña Benito, misionero agustino recoleto, con sede en Lima (Perú)
SEGUNDA PARTE
LA MISA PASO A PASO
En esta segunda parte, vamos a ir, paso a paso, considerando cada una de partes de la misa para poder entenderlas y poder vivirlas con más plenitud.
ANOTACIONES PREVIAS (Continuación)

También es importante tener en cuenta a lo largo de toda la celebración los gestos y posturas corporales, especialmente del sacerdote, que deben manifestar su recogimiento y su amor a Dios. Especialmente, cuando tiene las manos levantadas en oración, al arrodillarse, al traer o llevar la Eucaristía y, en general, en todos sus movimientos.
De la misma manera, los fieles deben actuar con devoción y sencillez, unidos al levantarse, sentarse o arrodillarse, para manifestar unidad. Y en caso de que alguna persona perturbe la celebración, es conveniente que alguien de la asamblea le llame la atención con educación, pero con firmeza.
Los fieles estén de pie: desde el principio del canto de entrada, o mientras el sacerdote se acerca al altar, hasta el final de la oración colecta; al canto del Aleluya que precede al Evangelio; durante la proclamación del mismo Evangelio; durante el Credo y la oración de los fieles; y también desde la invitación "Orad hermanos" hasta el final de la misa, excepto en los momentos que luego se enumeran.
En cambio, estarán sentados durante las lecturas y el salmo responsorial, que preceden al Evangelio; durante la homilía y mientras se preparan los dones del ofertorio; también, según la oportunidad, a lo largo del silencio después de la comunión.
Estarán de rodillas durante la consagración (OGMR 43).
Algo que debe guardarse con especial interés es el silencio sagrado para poder orar mejor. Es laudable que se guarde el silencio sagrado antes de la misma celebración, silencio en la iglesia, en la sacristía y en los lugares más próximos a fin de que todos puedan disponerse adecuada y devotamente a las acciones sagradas (OGMR 45).
A lo largo de la misa se recomiendan momentos de silencio en el acto penitencial, después de la primera y segunda lecturas, y una vez concluida la homilía, al igual que después de la comunión. (Final).
Un saludo cordial en Jesús Eucaristía y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde Esparza.

No hay comentarios.: