sábado, septiembre 20, 2008

1163 - 13/09/2008

Queridos amigos: Paz y Bien.
Continuamos con otro tema, sacado de:
Fuente: www.proyectovocacional.com
Tema: TESTIMONIOS (Continuación)

La facilidad de visitar a Jesús en una capillita acogedora hace que incluso los jóvenes entren, aunque sea por unos momentos a saludar a Jesús. La presencia viva de Jesús entre nosotros y tenerlo a la mano es el mejor remedio contra las sectas o contra la indiferencia religiosa que nos acecha. Jesús Eucaristía es el mejor evangelizador parroquial. Y, con su presencia callada, llega a todos y bendice a todos.
Algunos piensan que es peligroso tener la adoración durante la noche. Pero en la Basílica del Sagrado Corazón de París ha habido adoración perpetua durante más de 100 años y nunca ha ocurrido un incidente. Muchos sacerdotes han comprobado que los crímenes en sus barrios han disminuido desde que empezó la adoración perpetua. Y es que Jesús en el Santísimo Sacramento es más poderoso que todos los ejércitos del mundo. Y nos sigue diciendo como hace dos mil años: Ánimo, soy yo. No tengáis miedo (Mc 6, 50).
Personalmente, estoy convencido de que en los lugares donde hay adoración perpetua, noche y día, o al menos adoración diurna perpetúa, disminuyen drásticamente la delincuencia, los abortos, los suicidios, divorcios, salas de juego..., y la gente se acerca más a Dios. Sería muy interesante hacer una encuesta sobre la noche del Jueves Santo, cuando en todas las iglesias católicas está expuesto Jesús sacramentado en los monumentos solemnes, para verificar que esa noche hay menos accidentes y menos problemas sociales que otras noches del año. De hecho, muchos párrocos han constatado que muchas casas de citas o de juegos fueron desapareciendo, poco a poco, desde la implantación de la adoración a Jesús sacramentado. Porque el amor de Jesús es más poderoso que todas las bandas de malhechores y que todas las fuerzas del infierno reunidas contra Él.
El obispo san Juan Neumann (1811-1860) presentó a los sacerdotes de Filadelfia (USA) la propuesta de tener expuesto el Santísimo durante cuarenta horas por parroquias, pero ellos pensaron que era demasiado peligroso, pues había mucha delincuencia en la ciudad. Una semana después de presentar la propuesta, se incendió su casa y todo quedó reducido a cenizas menos dos papeles, en los que había escrito sus planes para la devoción de las cuarenta horas. Y Jesús le dijo: "Si yo puedo salvar un par de papeles del fuego, ¿cómo no voy a poder proteger a la gente que venga a adorarme al Santísimo Sacramento?".
Tan pronto como la devoción de las cuarenta horas comenzó a extenderse, empezó a disminuir sensiblemente la delincuencia en la ciudad. (Continuará).
Un saludo cordial en Jesús Eucaristía y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde Esparza.

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