Queridos amigos: Paz y Bien.
Continuamos con otro tema, sacado de:
Fuente: www.proyectovocacional.com
Tema: TESTIMONIOS (Continuación)
La Madre Briege McKenna, que tiene un maravilloso ministerio de sanación de enfermos por todo el mundo, cuenta en su libro Los milagros sí ocurren que un día de junio de 1971, víspera de Pentecostés, estaba en su convento de Tampa (USA), haciendo su hora santa de adoración. Estaba un poco cansada y aburrida, pero después de quince minutos, sintió una quietud extraordinaria y una voz le dijo: Briege. Dice ella: Yo me volví hacia la puerta, porque la voz era tan clara que sonaba como si alguien hubiera entrado en la capilla. No había nadie; pero, al mismo tiempo, tuve una intensa sensación de que alguien estaba presente. Al volverme hacia el sagrario, la voz me dijo: Tú tienes mi don de sanación, úsalo. En su hora de adoración, Jesús se le manifestó y le concedió el carisma de sanación de enfermos. En el caso de los santos, que llegan al matrimonio espiritual, esta gracia la reciben en el momento de mayor intimidad con Jesús: el momento de la adoración y comunión eucarística.
El padre John Magee de Clone, Irlanda, siendo obispo, estableció la adoración perpetua en la mayoría de las parroquias de su diócesis. Las vocaciones se triplicaron en tres años. Ahora en Irlanda hay más de 150 capillas de adoración perpetua.
El padre Brian Ahern, párroco de la iglesia de san Gerardo en Geraldton, Australia, estableció en su parroquia una capilla de adoración perpetua, cediendo su habitación personal, dado que no había otro lugar adecuado en la parroquia. Dios lo ha bendecido con muchas vocaciones al sacerdocio y muchísimas bendiciones para él y su parroquia. El padre Ahern cuenta que un día de Jueves Santo fue a visitarlo Eileen Forth una ex-católica de su parroquia, que se había hecho metodista, porque había pensado que Dios no estaba en nuestra Iglesia, dado el poco fervor de la gente que conocía. Ese día de Jueves Santo fue a visitarlo con la exclusiva idea de agradecerle por lo que él la había ayudado, cuando ella era católica. Como el padre estaba celebrando la misa del Jueves Santo, ella fue a la iglesia y asistió a la misa. Al terminar la misa, el padre Ahern llevó a Jesús sacramentado al Monumento y pasó delante de ella. Al verla, la bendijo con el Santísimo y ella escuchó la voz de Jesús que le dijo: Eileen, yo estoy en mi Iglesia. Estoy realmente presente en el Santísimo Sacramento, pero la gente no me conoce y me deja solo y abandonado. Ayúdame a renovar mi Iglesia por medio de la adoración perpetua. (Continuará).
Un saludo cordial en Jesús Eucaristía y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde Esparza.
PARA AGREGAR. Gracias, que Dios te lo pague. Trataremos de dar a conocer la figura de Cristo Jesús, el Amigo que siempre te espera en el Sagrario, tal y como lo hacemos en nuestro mensaje diario.
domingo, septiembre 07, 2008
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