lunes, septiembre 01, 2008

1149 - 30/08/2008

Queridos amigos: Paz y Bien.
Continuamos con otro tema, sacado de:
Fuente: www.proyectovocacional.com
Tema: ADORACION PERPETUA (Continuación)

El P. Martín Lucía cuenta también el caso de un camionero al que no le gustaba ir a la iglesia, pero aceptó sustituir durante dos semanas, en la hora santa semanal, a su cuñada, que debía viajar. Cumplió su compromiso y, después, se fue a anotar él mismo a la parroquia, porque decía: No sé, no puedo explicarlo, pero ahí he sentido una paz que nunca antes había conocido.El Padre Martín Lucía y sus misioneros tienen como misión abrir capillas de adoración perpetua en todo el mundo. Y han abierto capillas en lugares de mayoría musulmana como Pakistán, Kazakistán, e, incluso, en el mismo Moscú. En Corea del Sur estas capillas son muy numerosas. En Filipinas hay, al menos, 500 capillas con adoración perpetua.El cardenal Vidal, arzobispo de Cebú, en Filipinas, decía: Yo admiro a los sacerdotes alrededor del mundo que han establecido la adoración perpetua en sus parroquias y a los obispos que la estimulan en sus diócesis. El único que no quisiera que Jesús sea adorado día y noche y que haría cualquier cosa por impedirlo es Satanás mismo. La adoración perpetua al Santísimo es la solución a nuestros problemas de disminución de vocaciones, de desintegración familiar y de abandono de la fe de muchos de nuestros hermanos.Un día, estaba el santo Padre Juan Pablo II en una reunión en la basílica de santa Anastasia de Roma, con los sacerdotes de Roma. Entonces, el padre Alberto Pacini le dijo: Santo Padre, dentro de un mes vamos a comenzar en santa Anastasia la adoración perpetua al Santísimo Sacramento. En ese momento, el Papa saltó de su silla, levantó ambos brazos y, luego, comenzó a aplaudir. ¡Se sintió emocionado! ¡Ojalá que cunda el ejemplo por todas partes! ¡Las bendiciones que recibiremos serán inmensas, mucho más allá de lo que podamos pensar o imaginar! El mismo Dios, por boca de san Pablo, nos ha dicho que es poderoso para hacer que abundemos copiosamente (en bendiciones y gracias) mucho más de lo que podemos pedir o pensar (Efesios 3, 20). (final).
Un saludo cordial en Jesús Eucaristía y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde Esparza.

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