Danos Señor,
la fe persevarante y valiente
de la mujer cananea,que no vaciló en acercarse a Tí,
e insistir con terquedad evangélica,
hasta escuchar tu Sí.
En ella se hace vida y ejemplo
tus enseñanzas,"pidan y se les dará,
llamen a la puerta y se les abrirá".
Cuántas cananeas vemos Señor,
en las mujeres sencillas del pueblo,
que desde una fe desnuda y a la intemperie,
nos enseñan a orar, a perseverar,
a confiar en el Dios de la Vida.
Contagiános Señor su espíritu de oración. . - Que así sea -
Marcelo Murúa
Director BuenasNuevas.com
martes, agosto 19, 2008
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