
«Durante la noche Pablo tuvo una visión: un macedonio, puesto en pie, le suplicaba: “Ven a Macedonia y ayúdanos...”» (Hch 16,9)
Pablo, el apóstol de siempre y el modelo de todos los apóstoles, siempre está también de moda; más todavía, Pablo siempre tendrá que estar de moda. Este año próximo lo va a estar particularmente. Del 2008 al 2009 volvemos a celebrar un «año de san Pablo». Agencias y promotores de viajes ya se han puesto manos a la obra hace meses.
Se nos invita a recorrer y revivir las «rutas de san Pablo» y se nos ofrecen mil encantos viajeros y también de tipo espiritual. Seguro que serán muchos los turistas-peregrinos que vuelvan por aquellas tierras y aquellos caminos que recorrió y pateó san Pablo. Otros lo harán sin moverse de casa; otros, lógicamente, se conformarán con el recuerdo actualizado o con el deseo hecho, a lo más, tensión espiritual. Unos y otros, cristianos o menos cristianos, nos disponemos a celebrar el «año de san Pablo».
Sí, definitivamente san Pablo está de moda. Está, si queréis, un poco más de moda este año. Están de moda las «rutas de san Pablo».
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