Cómo tener calma
En los momentos críticos
aprende a conservar la calma,
de modo que tus decisiones
sean justas y sabias. En lugar de exasperarte
y dejarte dominar por la ira,
cállate porque el silencio aquieta.
Respira profundamente y ora. Ganas serenidad si cierras tus ojos
y te ves en un lugar paradisíaco,
mientras repites pensamientos positivos. Recuerda que Dios está en tu corazón
y estarás tranquilo sin desesperarte.El hombre espiritual es dueño
de sí mismo ante la adversidad. La ira es fuente de males
casi siempre más graves
que aquellos que la causan. Corta las raíces de la irritación,
que no están fuera sino en tu corazón:Egoísmo, ambición, orgullo,
odio e incomprensión. ¿Cómo podrás apagar el incendio
de la ira si lo alimentas con la leña
del fanatismo, el rencor o la soberbia? Aprecia los valores espirituales
y permanecerás imperturbable ante las crisis,
que se solucionan con la calma
y se ahondan con el enfado.
Gonzalo Gallo González
jueves, mayo 01, 2008
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