Porque si perdonáis a los hombre sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial. Mateo 6:14.
Un hombre entró en la casa de su vecino y encontró a su amigo sobre la ventana quitando con un cuchillo el hielo del cristal en aquella mañana de invierno.
“Hombre –le dijo-, ¿no te resultaría más fácil lograr tu objetivo si enciendes la leña del hogar?”
El otro quedó pensativo, se golpeó la frene y luego aceptó el consejo. Un momento después, el hielo empezaba a descender solo.
¿Cuántas veces usamos el cuchillo y olvidamos usar el fuego? Causamos daño cuando, en vez de olvidar o perdonar, seguimos limpiando la “ventana” a fuerza de golpes, palabras duras, críticas feas y ásperos consejos.
En el hogar con el esposo o los hijos, en la iglesia y en el trabajo deshonramos a Cristo cuando no manifestamos el perdón divino.
“¡Cuántos deshonran a Cristo y representan falsamente su carácter en el círculo del hogar! ¡Cuántos son los que no manifiestan paciencia, tolerancia, perdón, ni verdadero amor!”
Quiero compartir algunos aspectos importantes acerca del perdón, que es exactamente lo opuesto al rencor y a la amargura:
· El perdón no es humano, sino divino.
· El perdón no es un sentimiento, sino una decisión diaria.
· El perdón es la manera en que Dios hace que las cosas malas se transformen en bendiciones.
Por eso, no esperes a sentir deseos de abrazar a aquella persona que no quieres abrazar. ¡Hazlo hoy mismo! Eso no es hipocresía. Es la decisión que has tomado de amar a esa persona tal como es. Cuando hayas perdonado, la alegría volverá a ti; desaparece las jaquecas, la gastritis, la ira y el dolor y volverán la dignidad propia y la sanidad. ¡Seremos libres!
El fuego del amor sincero y de aquel amor divino que ama lo que no merece ser amado derretirá el hielo y su calor alcanzará tu corazón.
Puede ser que en la otra persona no haya ningún efecto, pero eso importa menos, pues la mayor bendición será para ti.
Ora hoy a Dios para que nos ayude a perdonar y borre el rencor de nuestro corazón.
Dios los bendiga,
sábado, abril 26, 2008
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