sábado, marzo 01, 2008

ORACIONES DEVOCIONALES

ANGELUS

El ángel del Señor anunció a María. --
Y concibió del Espíritu Santo. (Avemaría)
He aquí la esclava del Señor. --
Hágase en mí según tu palabra. (Avemaría)
Y el Verbo se hizo carne. -- Y habitó entre nosotros. (Avemaría)
Ruega por nosotros, santa Madre de Dios. --
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

OREMOS

Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que cuantos hemos conocido, por anuncio del ángel, la Encarnación de Jesucristo, tu Hijo, podamos llegar, por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

REINA DEL CIELO

V. Reina del cielo, alégrate, aleluya,
R. porque el Señor, a quien has merecido llevar, aleluya,
V. ha resucitado, según su palabra, aleluya,
R. Ruega al Señor por nosotros, aleluya,
V. Goza y alégrate, Virgen María, aleluya,
R. Porque resucitó verdaderamente el Señor, aleluya,

OREMOS

¡Oh Dios, que te dignaste regocijar al mundo por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo: regámoste nos concedas que por su Madre la Virgen María alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Cristo Señor nuestro. Amén.

Una INDULGENCIA PARCIAL es concedida a los fieles que con devoción rezan la oración de arriba según la fórmula indicada por el tiempo litúrgico del año. (Ver Enchir. Indul. 9).

PLAN DE PAZ DESDE EL CIELO

En 1917, en Fátima, Portugal, Nuestra Señora nos dío un "Plan de paz desde el Cielo": Apartarse del pecado; hacer penitencia y reparación por el pecado; rezar el rosario todos los días. Los primeros sábados: hacer una buena confesión; comulgar dignamente; rezar cinco decenas del rosario y meditar por quince minutos sobre los misterios; llevar el escapulario moreno como un signo de consagración a María. Después de cada decena del Rosario se recita: "O Jesús mío: perdónanos nuestros pecados. Libranos del fuego del infierno. Conduce todas las almas al cielo, especialmente aquellas con mayor necesidad de tu misericordia".

ACTO DE CONSAGRACIÓN ALINMACULADO CORAZÓN DE MARIA

¡Oh Inmaculado Corazón de María!, Reina de Cielo y tierra, y Madre tierna de todos los hombres, de acuerdo con tu fervoroso deseo revelado en Fátima, yo consagro a ti mi patria, mis semejantes y a mi mismo. Reina en nuestros corazones, Madre queridísima, para que seamos verdaderamente seguidores de Cristo sus enseñanzas, en lo próspero y en lo adverso, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte. Quiero expiar por todos mis pecados y por los de todos los hombres. Deseo la bendición de Dios sobre mi patria y el mundo entero, paz entre las naciones, con amor y justicia por todos los hombres. Amén.

POR LA SANTA PUREZA

Jesús, María y José, yo me encomiendo y consagro enteramente a Vos, mente, corazón y cuerpo. Guardad y defendedme siempre de todo pecado. Que mi mente sea elevada a cosas celestiales, que mi corazón ame a Dios más y más, que evite toda ocasión mala. Mantenedme cerca de Vos, para que pueda mantener constante vigilancia sobre mis sentidos internos y externos. Preservadme de la impureza, y ayudadme a servir a Vos con una mente limpia, un corazón puro, y un cuerpo casto, para que en el cielo me una a la compañía bendita de los santos.

ORACIÓN DE SAN BERNARDO

Acordaos, ¡o piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya sido desamparado de Vos. Yo, pecador, animado con tal confianza, acudo a Vos, ¡o Madre, Virgen de las Vírgenes!; a Vos vengo, delante de Vos me presento gimiendo, No queráis, ¡o Madre del Verbo!, despreciar mis súplicas; antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amén.

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, purifícame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡O buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del maligno enemigo defiéndeme. En la hora de mi muerte llámame y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN DE LA MEDALLA MILAGROSA

"Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que acudimos a Vos".

JACULATORIAS

Jesús, María y José, yo les mi corazón y mi alma. Jesús, María y José, asistidme en mi última agonía. Jesús, María y José, que muera en paz, y en vuestra compañía bendita.

UNA INDULGENCIA PLENARIA es concedida en la hora de la muerte cuando el sacerdote no pueda estar presente para dar los sacramentos y la Bendición Apostólica, con tal de que durante la vida el moribundo regularmente haya dicho algunas oraciones. Las condiciones "con tal de que durante la vida el moribundo regularmente haya dicho algunas oraciones" en este caso suple las trés condiciones usuales por ganar una indulgencia plenaria. (ver Enchir. Indul. 28).

ORACIÓN A CRISTO CRUCIFICADO

Amado y buen Jesús, postrado en tu santísima presencia, te ruego con el mayor fervor, imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y un propósito de enmienda firmísimo, mientras que con todo el amor y con gran pesar en mi alma, voy considerando tus cinco llagas; teniendo presente aquello que dijo de ti, o buen Jesús, el profeta David: "Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos".

ORACIÓN A SAN MIGUEL

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, ampáranos contra la perversidad y asechanzas del diablo, y tú, príncipe de la celestial milicia, lanza al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros malignos espíritus que discurren por el mundo para la perdición de las almas.

LAS ORACIONESDE FÁTIMA

Las oraciones enseñadas en Fátima son simples en estructura pero profundas en contenido. A un mundo, pobre y necesitado de fe y caridad, estas oraciones dan importancia a las verdades antiguas de nuestra Santa Iglesia Católica. . . sobre todo con respecto a la Santa Eucaristía y a María, la Madre Inmaculada de Dios.

La Oración del Perdón

Esta fue la primera oración que el Ángel enseñó a los niños, durante su primera aparición. Repitió estas palabras tres veces, luego se levantó y dijo: "Rogad así: Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras suplicas." ¡Dios mío, yo creo, te adoro, te espero y te amo! Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

La Oración Eucarística

Esta oración da énfasis a esa bella verdad de Dios todopoderoso, todo afectuoso sobre nuestros altares: Santísima Trinidad, te adoro. Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento.

Oración del Ángel

Con la Santa Hostia suspendida en el aire, el Ángel se postró y repitió esta oración: Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente. Te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por las ofensas, sacrilegios e indiferencias con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús, y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

Oración del Sacrificio

Nuestra Señora les enseño a los niños una oración para rezar cuando ellos tuvieran algo que ofrecer a Dios -- como algún sufrimiento o alguna renuncia, que no es sino un acto en contra de la propia voluntad, pero que se hace con el fin de agradar a Dios. O Jesús mío, es por tu amor, en reparación de las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María y por la conversión de los pobres pecadores.

Oración de la Decena(Oración al final de los misterios del rosario)

Nuestra Señora pidió que la oración siguiente sea insertada después de cada década del rosario: Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

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