
Queridos amigos: Paz y Bien
En el día de hoy, continuamos con el tema: LA COMUNION
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R., misionero agustino recoleto, con sede en Lima (Perú)
Tema: LA COMUNION
Como Cristo está todo entero tanto en la hostia como en el vino, "la Comunión bajo la sola especie de pan ya hace que se reciba todo el fruto de gracia propio de la Eucaristía. Por razones pastorales, esta manera de comulgar se ha establecido legítimamente como la más habitual en el rito latino. La comunión tiene una expresión más plena por razón del signo, cuando se hace bajo las dos especies. Ya que en esa forma es donde más perfectamente se manifiesta el signo del banquete eucarístico. Es la forma habitual de comulgar en los ritos orientales" (Cat. 1390).Según la Ordenación General del Misal Romano N° 242 (14) los miembros de las Comunidades religiosas pueden recibir todos los días la comunión bajo las dos especies en la misa conventual o de Comunidad. Los fieles laicos pueden hacerlo en determinadas circunstancias o en grupos especiales. Pero lo importante es unirnos a Cristo, aunque sólo sea con la hostia, pues recibimos su cuerpo, sangre, alma y divinidad. En ese momento, sellamos nuestra unión, amistad y alianza, uniendo nuestra sangre con la sangre de Jesús para siempre. No olvidemos que las alianzas con Dios se escriben con sangre, como Cristo en la cruz. Digamos con Jesús: "Este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados".Actualmente, se puede comulgar hasta dos veces al día, pero "solamente dentro de la celebración eucarística" (canon 917). Sin embargo, no debemos comulgar por costumbre o por rutina. Cada comunión debe ser única. "Debemos estar vigilantes para que este gran encuentro con Cristo en la Eucaristía no se convierta para nosotros en un acto rutinario y no lo recibamos indignamente, es decir; en pecado mortal (Pablo VI, carta sobre el culto de la Eucaristía N° 7). Sería bueno confesarse una vez al mes y poder comulgar todos los días. Pero no perdamos la comunión por algunos escrúpulos de conciencia; vayamos a confesar y, si no es posible, comulguemos, si no tenemos conciencia clara de pecado mortal. Después, lo antes posible, se puede confesar lo que nos intranquiliza, pues hasta se podría pedir confesión, al celebrar, después de la misa. No caigamos en la tentación de dejar la comunión por cualquier escrúpulo. Eso es lo que quiere el diablo para privarnos de tantas bendiciones, que podemos recibir en la comunión. Por eso Sta. Margarita Mª. de Alacoque decía: "No podemos darle a nuestro enemigo el diablo mayor alegría que, cuando nos alejamos de Jesús y dejamos la comunión". (conituará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre nos espera en el sagrario, y en María, Medianera de todas las gracias que nos vienen de Dios.
José Luis Elizalde
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