
Mi Mamita era muy devota de Ceferino Namuncurá, y le rezaba durante años cuando ella podía leer, después la vida transcurrió muy a prisa y su ojos quedaron secos y sin vida y tal vez no había tiempo para leerle la oración... pero hoy le ruego al Beato Ceferino Namuncurá por el alma de mi madrecita, de mi papá, mis abuelos y mi hermana.
Te ruego indiecito bueno, por mi que sea una buena cristiana.
Te suplico por mi hijo y su corazón de piedra, al igual que el corazón de su mujer, si al menos fueran humanos.
Por mi hija y sus estudios. Tiene que salvar una materia.
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