viernes, noviembre 30, 2007

El Adviento

El Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza:

Tiempo de espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne mortal. Dios, todopoderoso, extremo de amor, se hizo niño, eligiendo nuestra condición.
Y es también tiempo de espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la historia y Juez universal.


Es tiempo de conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia, mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista: "Convertios, porque está cerca el reino de los cielos" (Mt 3,2). Es un tiempo de preparación del corazón para que Jesús “renazca” en nuestra vida.
Y de esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25) y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y "nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1 Jn 3,2)

La piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la esperanza de Israel en la venida del Mesías.

A la piedad popular no se le escapa, es más, subraya llena de estupor, el acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Los fieles son especialmente sensibles a las dificultades que la Virgen María tuvo que afrontar durante su embarazo y se conmueven al pensar que en la posada no hubo un lugar para José ni para María, que estaba a punto de dar a luz al Niño (cfr. Lc 2,7).
Con referencia al Adviento han surgido diversas expresiones de piedad popular, que alientan la fe del pueblo cristiano y transmiten, de una generación a otra, la conciencia de algunos valores de este tiempo litúrgico.

La Corona de Adviento

La colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en un símbolo del Adviento en los hogares cristianos.

La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78).

Las Procesiones de Adviento

En el tiempo de Adviento se celebran, en algunas regiones, diversas procesiones, que son un anuncio por las calles de la ciudad del próximo nacimiento del Salvador (la "clara estrella" en algunos lugares de Italia), o bien representaciones del camino de José y María hacia Belén, y su búsqueda de un lugar acogedor para el nacimiento de Jesús (las "posadas" de la tradición española y latinoamericana).

Las "Témporas de invierno"

En el hemisferio norte, en el tiempo de Adviento se celebran las "témporas de invierno". Indican el paso de una estación a otra y son un momento de descanso en algunos campos de la actividad humana. La piedad popular está muy atenta al desarrollo del ciclo vital de la naturaleza: mientras se celebran las "témporas de invierno", las semillas se encuentran enterradas, en espera de que la luz y el calor del sol, que precisamente en el solsticio de invierno vuelve a comenzar su ciclo, las haga germinar.

Donde la piedad popular haya establecido expresiones celebrativas del cambio de estación, se conserven y valoren como tiempo de súplica al Señor y de meditación sobre el significado del trabajo humano, que es colaboración con la obra creadora de Dios, realización de la persona, servicio al bien común, actualización del plan de la Redención.

La Virgen María en el Adviento

Durante el tiempo de Adviento, la Liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María: recuerda algunas mujeres de la Antigua Alianza, que eran figura y profecía de su misión; exalta la actitud de fe y de humildad con que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico de Dios; subraya su presencia en los acontecimientos de gracia que precedieron el nacimiento del Salvador. También se le dedica una atención particular a Santa María; lo atestiguan de manera inequívoca diversos ejercicios de piedad, y sobre todo las novenas de la Inmaculada y de la Navidad.

Sin embargo, la valoración del Adviento "como tiempo particularmente apto para el culto de la Madre del Señor" no quiere decir que este tiempo se deba presentar como un "mes de María".
En los calendarios litúrgicos del Oriente cristiano, el período de preparación al misterio de la manifestación (Adviento) de la salvación divina (Teofanía) en los misterios de la Navidad-Epifanía del Hijo Unigénito de Dios Padre, tiene un carácter marcadamente mariano.

Se centra la atención sobre la preparación a la venida del Señor en el misterio de la Deípara. Para el Oriente, todos los misterios marianos son misterios cristológicos, esto es, referidos al misterio de nuestra salvación en Cristo. Así, en el rito copto durante este período se cantan las Laudes de María en los Theotokia; en el Oriente sirio este tiempo es denominado Subbara, esto es, Anunciación, para subrayar de esta manera su fisonomía mariana. En el rito bizantino se nos prepara a la Navidad mediante una serie creciente de fiestas y cantos marianos.

La Novena de Navidad

La Novena de Navidad nació para comunicar a los fieles las riquezas de una Liturgia a la cual no tenían fácil acceso. La novena navideña ha desempeñado una función valiosa y la puede continuar desempeñando. Sin embargo en nuestros días, en los que se ha facilitado la participación del pueblo en las celebraciones litúrgicas, sería deseable que en los días 17 al 23 de Diciembre se solemnizara la celebración de las Vísperas con las "antífonas mayores" y se invitara a participar a los fieles. Esta celebración, antes o después de la cual podrían tener lugar algunos de los elementos especialmente queridos por la piedad popular, sería una excelente "novena de Navidad" plenamente litúrgica y atenta a las exigencias de la piedad popular. En la celebración de las Vísperas se pueden desarrollar algunos elementos, tal como está previsto (p. ej. homilía, uso del incienso, adaptación de las preces).

1º de diciembre

COMIENZA ADVIENTO


Tiempo de preparacion para el nacimiento de Nuestro Señor



30 de noviembre - Francia. Nantes. N.S. del Buen Socorro

María en el Templo (IX)

Cuando tú llegas cerca del Santo de los santos El designio que precede todos los siglos de nuestro Dios antes de todos los tiempos, llega a su consumación, Oh, Virgen toda inmaculada, cuando tú llegas cerca del Santo de los santos para ser elevada y convertirte en la morada del Verbo.


Vísperas del 21 novembre
Queridos amigos: Paz y Bien
Al igual que ayer, por motivos ajenos a nuestra voluntad (¡cosas de internet!) no hemos podido adjuntar la Misa del día de hoy.Vamos a ver si es posible adjuntarla. Perdonad este fallo de Internet.Espero la recibáis correctamente.Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre nos espera, y en María, Medianera de todas las gracias,
José Luis Elizalde
Queridos amigos: Paz y Bien
Hoy terminamos con el Tema: LA SANTA MISA
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R., misionero agustino recoleto, con sede en Lima (Perú)
Tema: LA SANTA MISA (final)

Dice S. Agustín: -Recítanse las preces para que el pan y el vino se conviertan en el Cuerpo y sangre de Cristo. Suprimidas las palabras no hay más que pan y vino. Lo repito, antes de pronunciar las palabras (de la consagración) sólo hay pan y vino; al pronunciarlas se convierten en el sacramento- (Sermo 6,3). El autor de esto es el Espíritu Santo, que también lo es de la consagración sacerdotal. Lo que Cristo realizó sobre el altar de la cruz y que, precedentemente estableció como sacramento en el Cenáculo, el sacerdote lo renueva con la fuerza del Espíritu Santo. El sacerdote se halla como envuelto por el poder del Espíritu Santo y las palabras que dice adquieren la misma eficacia que las pronunciadas por Cristo durante la última Cena (DM 8). ¡Admirable misterio! ¡Oh, si pudiésemos ver lo invisible del mundo espiritual!Jesús baja a la tierra, obedeciendo las palabras de un humilde sacerdote. Y lo mismo sucede esto en las grandes catedrales de los países ricos como en las humildes casitas de esteras de los pobres de África o de América Latina.Un sacerdote, amigo mío, me manifestaba lo que le había pasado un día en el momento de la consagración del vino. En ese momento, ante sus ojos asombrados, vio cómo el vino del cáliz empezó a burbujear y miles de burbujas se movían, mientras decía las palabras: Este es el cáliz de mi sangre... Así Dios le hizo entender, de un modo extraordinario, la maravillosa realidad de la conversión del vino en su sangre divina. A partir de ese momento, su fe en la Eucaristía se reafirmó para siempre. No dudemos, digamos como Sto. Tomás: ¡Señor mío y Dios mío!. Y procuremos, en esos momentos, estar de rodillas ante nuestro Dios. No seamos meros espectadores, indiferentes a lo que se celebra ¿Acaso estamos de pie para que no se manche nuestra ropa? Alguien ha dicho que nunca es el hombre más grande que cuando está de rodillas. No te avergüences de estar de rodillas ante tu Dios.Sta. Margarita María de Alacoque cuenta en su Autobiografía que su ángel de la guarda: -no soportaba la menor falta de modestia o de respeto ante Jesús sacramentado, delante del cual lo veía postrado en tierra y deseaba que yo hiciese lo mismo-. Y tú ¿le negarás el respeto y amor que se merece? ¿Le negarás hospedaje en tu corazón? ¿Le negarás obediencia a su deseo de que vengas a la misa los domingos?La misa ha sido siempre la devoción de los santos por excelencia. Nuestra Madre María nos decía en Medjugorje el 25-4-88: -Haced que la misa sea parte esencial de vuestras vidas-. Por eso, no digas que no tienes tiempo. Cuando le decían esto a S. José de Cotolengo, El respondía: -malos manejos, mala economía del tiempo-. Tú, asiste a la misa. para unirte a Jesús y alegrarte en la celebración de los grandes misterios de la humanidad, y para orar por tus familiares vivos y difuntos. A este respecto, decía S. Alfonso María de Ligorio que la misa -es el más poderoso sufragio para las almas del Purgatorio-. Ya desde los primeros tiempos del cristianismo se celebraban misas por los difuntos. Tertuljano, en el siglo II, nos habla de la costumbre de celebrar la misa en el aniversario de la muerte. Ahora, existe la buena costumbre, en algunos lugares de la misa a los ocho días, al mes y al año. Orar por nuestros familiares difuntos es una obligación, no sólo de caridad, sino también de justicia. Debemos ayudarlos, pues según Sta. Catalina de Génova, llamada la doctora del Purgatorio, allí se sufre mucho más de lo que podemos sufrir en este mundo.S. Agustín, en varias de sus obras, nos habla de esta costumbre antigua en la Iglesia y afirma que su madre Sta. Mónica, antes de morir, le manifestó el deseo de que se acordara de ella en la santa misa (Cf Conf IX,36). Porque -es bueno y piadoso orar por los difuntos... para que sean liberados del pecado- (2 Mac 12,46). Y la mejor oración es la santa misa. Por eso, ofrécele el regalo de la misa y comunión, donde renovarás tu amistad con El.Jesús, Tú eres mi amigo más querido, el Amado de mi alma, lo más grande de mi vida. Gracias Jesús, por tu amistad y por la misa de cada día. Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde
Queridos amigos: Paz y Bien
Continuamos con el Tema: LA SANTA MISA
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R. misionero agustino recoleto.
Tema: LA SANTA MISA (continuación)

Si supiéramos el valor de una misa, nos esforzaríamos más por asistir a ella (Cura de Ars). ; Uno obtiene más mérito asistiendo a un misa con devoción que, repartiendo todos sus bienes a los pobres viajando por todo el mundo en peregrinación” (S. Bernardo). Si comprendiésemos el valor de una misa, andaríamos hasta el fin del mundo para asistir a ella (Sta. Magdalena Postel). Por eso, el ángel de la guarda se siente muy feliz cuando acompaña a un alma a la santa misa” (Cura de Ars). (30-09-2005)Así piensan los santos ¿y tú? ¿Crees todo esto? La misa es la Suma de la Encamación y de la Redención. Es el acto más grande, más sublime y más santo que se celebra todos los días en la tierra. La misa es el acto que mayor gloria y honor puede dar a Dios. Todos los actos di amor de todos los hombres que han existido, existen y existirán, no sonada en su comparación. Porque la misa es la misa de Jesús y, según Sto. Tomás de Aquino, vale tanto como la muerte de Jesús en el CaIvario, ya que la misa es la renovación y actualización del sacrificio de la cruz. Es el memorial de la muerte y resurrección de Jesús” (Vat II, SL 47). Memorial es hacer vivo y real ahora entre nosotros, un acontecimiento salvífico que tuvo lugar en tiempos pasados.Supongamos que hubieran tenido estudios de cine y TV en aquellos tiempos de Jesús y hubieran filmado su pasión, muerte y resurrección. 1 emoción sería para nosotros ahora poder contemplar con nuestros ojos lo que sucedió hace dos mil años y poder ver a Jesús resucitado! Pues bien, la misa es algo más que una película, por muy bonita que sea, es un memorial, es decir, es la misma realidad actual y palpitante, aunque expresada de otra manera, de modo sacramental, sin derramamiento de sangre. Por eso, decimos también que la misa es el memorial de la Pascua de Cristo, el memorial de la Redención o de su Pasión, muerte y resurrección. En una palabra, diríamos que es el memorial de su infinito amor, pues en cada misa el amor infinito y eterno de Jesús se hace palpable y se sigue ofreciendo por nuestra salvación. Este amor de Jesús se hace presente al entregarse a cada uno en la comunión y al encarnarse de nuevo entre nosotros, como en una nueva Navidad, en el momento de la consagración.La consagración es el corazón de la misa, sin ella no habría adoración ni sagrarios ni comunión. Por eso, cuando en otros tiempos no se acostumbraba a comulgar todos los días, los fieles estaban bien atentos y miraban a la hostia en la elevación, con deseos de comulgar, para hacer así una comunión espiritual.Cuando tú asistas a la misa, procura estar atento a este momento cumbre del gran prodigio de amor. Toda la misa converge en este momento sublime, en que todo un Dios se acerca a nosotros como en una nueva Navidad. Para este momento supremo viven todos los sacerdotes, para esto se celebra la misa. Sin la consagración, la misa no sería misa. Vive conscientemente este gran acontecimiento y agradece a Dios por este gran milagro que sucede cada día. Piensa en lo que sucede-: unas breves palabras pronunciadas sobre la hostia y, en el mismo instante, esta hostia viene a contener un tesoro mayor que todos los tesoros de la tierra. (continuará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde
29 de noviembre - Bélgica. Beauraing. Virgen del Corazón de Oro (1932)

María en el Templo (VIII)

El Rey fue cautivado por tu belleza En el Salmo 44, David por primera vez hace alusión a su Rey e Hijo y dice: "Hijas de reyes hay entre tus preferidas, a tu diestra una reina con el coro de Ofir"(Sal 44, 10). Esta palabra nos muestra la presentación al Templo, la instalación a la derecha del altar en el santo de los santos que era verdaderamente considerado como la derecha de Dios. El la llama "bella, multicolor" (Sal 44,10), (...) su belleza plugo al rey y habitó cerca de ella. "Escucha hija, mira, y pon atento oído" (Sal 44,10). Escucha las primeras proclamas de los profetas de parte del Espíritu Santo sobre ti, y la historia nueva de tus padres, su esterilidad y su decrepitud, sus oraciones y peticiones, y los anuncios de la parte de Dios en torno a tu nacimiento, y por su gracia tu nacimiento inesperado y maravilloso. Y que tu pensamiento no se quede en ese pueblo de judíos y en la casa paterna. "Olvida tu pueblo y la casa de tu padre" (Sal 44,11) y todo lo que pertenece a este mundo, y revístete de un pensamiento nuevo y una esperanza sólida "y el rey se prenderá de tu belleza" (Sal 44,12), y tu serás digna de ser llamada en verdad su madre. Y aún más, él ha embellecido su propia profecía enseñando el envío de dones de la parte de los ricos que se ponen a su servicio; por eso dijo: "y los pueblos más ricos te servirán" (Sal 44,13). Y en tu aspecto exterior vemos el interior profundo y glorioso, por esa razón el Salmo dice: «Toda espléndida la hija del rey va dentro.»(Sal 44,14). No es solamente con sus virtudes que él enseña la riqueza interior, sino con las gracias del Espíritu Santo más profundas que el pensamiento, cuya abundancia y belleza son indecibles.


Fragmentos de la Vida de la Virgen de Máximo el Confesor
28 de noviembre - Santa Catalina Labouré (+ 1876)

María en el Templo (VII)

La dulce mirada de Dios se posa sobre ella Ella vive en el silencio, nadie habla de ella, Israel no piensa en ella; aunque ella sea flor de Israel y la más eminente de la tierra. Pero si la tierra no piensa; el cielo la ve y la reverencia como La que a Dios ha hecho nacer para revestirla un día de una naturaleza nueva. Y ese Dios mismo, que desea nacer de ella, la ama y la contempla bajo esa cualidad. Su mirada no se posa sobre los grandes, sobre los monarcas que la tierra adora, la primera y la más dulce mirada de Dios se posa sobre esta humilde Virgen que el mundo no conoce.


Cardenal de Bérulle
27 de noviembre - Francia. París. Medalla Milagrosa (1830)

María en el Templo (VI)

En su soledad? En su soledad, el altísimo la esconde, la guarda, la rodea con su poder, la anima con su Espíritu, la sostiene con su Palabra, esperando Él mismo en Persona visitarla. Ocupa su soledad, su contemplación, su conversación celestial, de tal manera que los ángeles la admiran y la reverencian como a una persona más divina que humana.


Cardenal de Bérulle

jueves, noviembre 29, 2007

Queridos amigos: Paz y Bien
Continuamos con el Tema: LA SANTA MISA
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R. misionero agustino recoleto.
Tema: LA SANTA MISA (continuación)

Si supiéramos el valor de una misa, nos esforzaríamos más por asistir a ella” (Cura de Ars). “ Uno obtiene más mérito asistiendo a un misa con devoción que, repartiendo todos sus bienes a los pobres viajando por todo el mundo en peregrinación” (S. Bernardo). “Si comprendiésemos el valor de una misa, andaríamos hasta el fin del mundo para asistir a ella” (Sta. Magdalena Postel). Por eso, “el ángel de la guarda se siente muy feliz cuando acompaña a un alma a la santa misa” (Cura de Ars). (30-09-2005)Así piensan los santos ¿y tú? ¿Crees todo esto? La misa es la Suma de la Encamación y de la Redención. Es el acto más grande, más sublime y más santo que se celebra todos los días en la tierra. La mis es el acto que mayor gloria y honor puede dar a Dios. Todos los actos di amor de todos los hombres que han existido, existen y existirán, no sonada en su comparación. Porque la misa es la misa de Jesús y, según Sto. Tomás de Aquino, vale tanto como la muerte de Jesús en el CaIvario, ya que la misa es la renovación y actualización del sacrificio de la cruz. “Es el memorial de la muerte y resurrección de Jesús” (Vat II, SL 47). Memorial es hacer vivo y real ahora entre nosotros, un acontecimiento salvífico que tuvo lugar en tiempos pasados.Supongamos que hubieran tenido estudios de cine y TV en aquellos tiempos de Jesús y hubieran filmado su pasión, muerte y resurrección. 1 emoción sería para nosotros ahora poder contemplar con nuestros ojos lo que sucedió hace dos mil años y poder ver a Jesús resucitado! Pues bien, la misa es algo más que una película, por muy bonita que sea, es un memorial, es decir, es la misma realidad actual y palpitante, aunque expresada de otra manera, de modo sacramental, sin derramamiento de sangre. Por eso, decimos también que la misa es el memorial de la Pascua de Cristo, el memorial de la Redención o de su Pasión, muerte y resurrección. En una palabra, diríamos que es el memorial de su infinito amor, pues en cada misa el amor infinito y eterno de Jesús se hace palpable y se sigue ofreciendo por nuestra salvación. Este amor de Jesús se hace presente al entregarse a cada uno en la comunión y al encarnarse de nuevo entre nosotros, como en una nueva Navidad, en el momento de la consagración.La consagración es el corazón de la misa, sin ella no habría adoración ni sagrarios ni comunión. Por eso, cuando en otros tiempos no se acostumbraba a comulgar todos los días, los fieles estaban bien atentos y miraban a la hostia en la elevación, con deseos de comulgar, para hacer así una comunión espiritual.Cuando tú asistas a la misa, procura estar atento a este momento cumbre del gran prodigio de amor. Toda la misa converge en este momento sublime, en que todo un Dios se acerca a nosotros como en una nueva Navidad. Para este momento supremo viven todos los sacerdotes, para esto se celebra la misa. Sin la consagración, la misa no sería misa. Vive conscientemente este gran acontecimiento y agradece a Dios por este gran milagro que sucede cada día. Piensa en lo que sucede-: unas breves palabras pronunciadas sobre la hostia y, en el mismo instante, esta hostia viene a contener un tesoro mayor que todos los tesoros de la tierra. (continuará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde
Queridos amigos: Paz y Bien
Comenzamos un nuevo Tema: LA SANTA MISA
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.
Tema: LA SANTA MISA

La misa es -una acción que tributa a Dios el más grande honor que puede tributársele; es la obra que más abate las fuerzas del infierno; la que más apacigua la encendida cólera de Dios contra los pecadores y la que procura a los hombres en la tierra, el mayor cúmulo de bienes-
(5. Alfonso Ma. de Ligorio). -

Todas las buenas obras, tomadas juntas, no pueden tener el valor de una santa misa, porque aquéllas son obras de los hombres, mientras que la misa es obra de Dios- (Cura de Ars). Por tanto, -hay que confesar que el hombre no puede hacer obra más santa que celebrar una misa- (Trento ss 22).

La misa es -el acto más sagrado. No se puede hacer otra cosa mejor para glorificar a Dios ni para mayor provecho del alma, que asistir a la misa tan a menudo como sea posible- (S. Pedro Eymard). -Sin la santa misa ¿qué sería de nosotros? Todos aquí abajo pereceríamos, ya que únicamente eso puede detener el brazo de Dios. Sin ella, ciertamente, la Iglesia no duraría y el mundo estaría perdido y sin remedio- (Sta. Teresa de Jesús). -

Yo creo que, si no existiera la misa, el mundo ya se hubiera hundido en el abismo, por el peso de su iniquidad. La misa es el soporte que lo sostiene- (S. Leonardo de Pto Mauricio). -Sería más fácil que el mundo sobreviviera sin el sol que sin la misa- (P. Pío de Pietrelcina).¡Vale tanto la misa! Un santo obispo decía: -¡Qué gozo siente mi, alma al celebrar la misa! Por muy ofendido, despreciado, blasfemado e injustamente tratado que sea Dios de parte de muchos hombres... tengo la dicha de dar a Dios infinitamente más gloria que ofensas puede recibir de los pecados de los hombres. ¿Nos explicamos ahora, por qué no se ha roto en mil pedazos al golpe de la ira divina esta tierra pecadora? ¿Nos explicamos por qué hay sol en los días y luna en las noches y lluvias en el tiempo oportuno y comunicación de Dios con los hijos de los hombres?

HAY MISAS EN LA TIERRA; en todos los minutos del día y de la noche se está repitiendo a lo largo del mundo: Por Cristo, con El y en El... todo honor y toda gloria-. (Beato Mons. Manuel González).
(continuará)
Un saludo cordial en Jesús Eucaristía,
el Amigo que siempre me espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde

CATHOLIC NET. LOS QUE NO SERVIMOS PARA NADA

Sólo a Dios se le ocurrió el invento del fuego, pero tú puedes prestar una caja de cerillas.Sólo Dios da la completa y verdadera libertad, pero nosotros podríamos, al menos, pintar de azul las rejas y poner unas flores frescas en la ventana de la prisión.Sólo Dios podría devolverle la vida del esposo a la joven viuda; tú puedes sentarte en silencio a su lado para que se sienta menos sola.Sólo Dios puede inventar una pureza como la de la Virgen; pero tú puedes conseguir que alguien, que ya las había olvidado, vuelva a rezar las tres avemarías.Sólo Dios puede salvar al mundo porque sólo Él salva, pero tú puedes hacer un poco más pequeñita la injusticia de la que tiene que salvarnos.Sólo a Dios se le ocurrió el invento del fuego, pero tú puedes prestar una caja de cerillas.Sólo Dios da la completa y verdadera libertad, pero nosotros podríamos, al menos, pintar de azul las rejas y poner unas flores frescas en la ventana de la prisión.Sólo Dios podría devolverle la vida del esposo a la joven viuda; tú puedes sentarte en silencio a su lado para que se sienta menos sola.Sólo Dios puede inventar una pureza como la de la Virgen; pero tú puedes conseguir que alguien, que ya las había olvidado, vuelva a rezar las tres avemarías.Sólo Dios puede salvar al mundo porque sólo Él salva, pero tú puedes hacer un poco más pequeñita la injusticia de la que tiene que salvarnos.

miércoles, noviembre 28, 2007

Queridos amigos: Paz y BienContinuamos
hoy con el tema: EUCARISTÍA, DON DE DIOS A LA IGLESIA
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.
Tema: EUCARISTÍA, DON DE DIOS A LA IGLESIA

La Eucaristía es el centro de la comunidad parroquial. Permaneciendo en silencio ante el Santísimo Sacramento es a Cristo, total y realmente presente, a quien encontramos, a quien adoramos y con quien estamos en relación. La fe y el amor nos llevan a reconocerlo bajo las especies de pan y de vino al Señor Jesús... Es importante conversar con Cristo. El misterio eucarístico es la fuente, el centro y la cumbre de la actividad espiritual de la Iglesia. Por eso, exhorto a todos a visitar regularmente a Cristo presente en el Santísimo Sacramento del altar pues todos estamos llamados a permanecer de manera continua en su presencia. La Eucaristía está en el centro de la vida cristiana... Recomiendo a los sacerdotes, religiosos y religiosas, al igual que a los laicos, que prosigan e intensifiquen sus esfuerzos para enseñar a las generaciones jóvenes el sentido y el valor de la adoración y el amor a Cristo Eucaristía” (Juan Pablo II, 28-5-96).La Eucaristía debe ser también el centro, especialmente, de cada casa de religiosos. Dice el canon 608: “Cada casa ha de tener al menos un oratorio, en el que se celebre y esté reservada la Eucaristía y sea verdaderamente el centro de la Comunidad”. “Y en la medida de lo posible, sus miembros participarán cada día en el sacrificio eucarístico, recibirán el Cuerpo Santísimo de Cristo y adorarán al Señor presenté en este sacramenta” (Canon 663). La Eucaristía es la perla preciosa, el tesoro escondido de que habla el Evangelio.¿Que más podemos decir, si tenemos entre nosotros tan cerquita al propio Dios en persona, al mismo Jesús de Nazaret? Por eso, en la plegaria N° 1 de la misa, pedimos que “cuantos recibimos el cuerpo y la sangre de tu Hijo, seamos colmados de gracia y bendición”.Hagamos de nuestra vida, una vida eucarística, es decir, agradecida, pues Eucaristía significa acción de gracias. Allí está Jesús, irradiando rayos luminosos de amor, que, aunque invisibles, no por ella son menos reales y eficaces.La Eucaristía no es un trozo del árbol de la cruz, donde clavaron a Jesús, sino Cristo mismo. No son sus escritos personales, sino su misma persona, no es su fotografía o su imagen, sino El mismo, vivo y resucitado con su corazón palpitante. En la Eucaristía no tenemos sólo. el recuerdo, las ropas o la corona de espinas, sino su propio Corazón traspasado, su propia cabeza, su propio cuerpo. Es Jesús, nuestro amigo y Salvador.Por eso, la Eucaristía es el punto de apoyo que mueve el mundo, como diría Arquímedes. Y nosotros necesitamos de este punto de apoyo para mover nuestras almas a la santidad. La Eucaristía es el centro de energía espiritual del catolicismo, es como una central eléctrica o atómica del espíritu. ¿Por qué no aprovechar tanta energía que tenemos a disposición? Decía un hermano separado: yo no creo en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, pero, si creyera, me pasaría la vida de rodillas. Y tú ¿qué haces? ¿Qué importancia tiene la Eucaristía en tu vida? Se necesitaría toda una vida para prepararse a recibir la comunión y toda una vida para dar gracias. Y, sin embargo, comulgamos con tanta tranquilidad que parece indiferencia.“La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico, Jesús nos espera en este sacramento del amor No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración... No cese nunca nuestra adoración” (Cat 1380).¡Oh Jesús, gracias por la misa de todos los días! ¡Gracias por el regalo inmerecido de ser católico y poder conocerte y amarte en este sacramento del amor! (final).Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde
26 DE NOVIEMBRE
“Maria, madre de los necesitados”

San Mateo 25, 34-37•40

“Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver. Entonces los justos me dirán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?... El Rey responderá: “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.”


REFLEXIÓN DE S.S. BENEDICTO XVI

“En esta parábola el Señor habla de distintas modalidades de caridad: “Estaba desnudo y me vestisteis; estaba enfermo y me visitasteis; estaba en la cárcel y viniste a verme...” Con esto ofrece una pequeña tipología de los necesitados, que representan a Cristo en el mundo... Se trata siempre de hacer algo concreto. No sólo de amar en teoría y mandar una transferencia de dinero ocasionalmente, sino de tener los ojos abiertos para ver dónde me necesitan las personas en mi vida.”

(Seewald Peter. “Joseph Ratzinger. Dios y el mundo”. Las opiniones de Benedicto XVI sobre los grandes temas de hoy. Editorial Sudamericana. Año 2005)


PETICION DE S.S. BENEDICTO XVI

“Quisiera encomendar a María, Salud de los enfermos, a todos los enfermos, especialmente a los que también sufren la soledad, la miseria y la marginación. Que la Virgen Santísima ayude a cada uno a encontrar alivio en el cuerpo y en el espíritu.”

(S. S. Benedicto XVI. Ángelus. Domingo 12 de febrero de 2006)


HOY PEDIMOS

Maria, madre nuestra, oriéntanos para que nunca actuemos en contra de los hombres y para que nuestro prójimo reciba de nosotros por encima de cualquier dificultad una palabra de aliento y amor. Amén

Que María viva en tu corazón
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
www.caminando-con-maria.org
p.s.donoso@vtr.net

martes, noviembre 27, 2007


Hoy 27 de noviembre, es el día de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Leamos juntos la historia de las apariciones:
En el año 1830, en la Casa Madre de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, en París, Francia, la Santísima Virgen se apareció en tres oportunidades a una humilde y piadosa novicia, Sor Catalina Labouré.

En las tres oportunidades, Catalina vio a la Santísima Virgen, recibió mensajes y fue tratada con amorosa y maternal atención.
PRIMERA APARICIÓN: Relató la vidente de la Santísima Virgen a su confesor que hacia las 11:30 horas de la noche del 18 de julio, oyó que alguien la llamaba por su nombre:

"Sor Labouré, Sor Labouré ven a la capilla. Allí te espera la Santísima Virgen"

Quien la llamaba era un niño pequeño y él mismo la condujo hasta la capilla.

Catalina se puso a rezar y después de oír un ruido semejante al roce de un vestido de seda, vio a la Santísima Virgen sentada al lado del Altar. Catalina fue hacia Ella, cayó de rodillas apoyando sus manos en las rodillas de la Santísima Virgen y oyó una voz que le dijo:


"Hija mía, Dios quiere encomendarte una misión... tendrás que sufrir, pero lo soportarás porque lo que vas a hacer será para Gloria de Dios. Serás contradecida, pero tendrás gracias. No temas".

La Santísima Virgen señaló al pie del Altar y recomendó a Catalina acudir allí en los momentos de pena a desahogar su corazón pues allí, dijo, serán derramadas las gracias que grandes y chicos pidan con confianza y sencillez.

SEGUNDA APARICIÓN: Esta es la aparición en que la Santísima Virgen comunica a Su vidente el mensaje que quiere transmitir. Esta aparición tiene tres momentos distintos:
Dijo Catalina a su confesor que a la hora de la oración hacia las 5:30 de la tarde del 27 de Noviembre, oyó nuevamente el ruido semejante al roce de la seda y vio a la Santísima Virgen.
Primer momento (La Virgen del globo):


La Santísima Virgen estaba en pie, sobre la mitad de un globo aplastando con sus pies a una serpiente. Tenía un vestido cerrado de seda aurora, mangas lisas; un velo blanco le cubría la cabeza y le caía por ambos lados. En sus manos, a la altura del pecho, sostenía un globo con una pequeña cruz en su parte superior. La Santísima Virgen ofrecía ese globo al Señor, con tono suplicante. Sus dedos tenían anillos con piedras, algunas de las cuales despedían luz y otras no. La Santísima Virgen bajó la mirada. Y Catalina oyó: "Este globo que ves, representa al mundo y a cada uno en particular.


Los rayos de luz son el símbolo de las gracias que obtengo para quienes me las piden. Las piedras que no arrojan rayos, son las gracias que dejan de pedirme": El globo desapareció.
Segundo momento (Anverso de la medalla): Cuando el globo desapareció, las manos de la Santísima Virgen se extendieron resplandecientes de luz hacia la tierra, los haces de luz, no dejaban ver sus pies. Se formó un cuadro ovalado alrededor de la Santísima Virgen y en semicírculo, comenzando a la altura de la mano derecha, pasando sobre la cabeza de la Santísima Virgen y terminando a la altura de la mano izquierda, se leía:
"OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS, QUE RECURRIMOS A TI"
Catalina oyó una voz que le dijo:


"Haz acuñar una medalla según este modelo, las personas que la lleven en el cuello recibirán grandes gracias: las gracias serán abundantes para las personas que la llevaren con confianza".


Tercer momento (El reverso de la Medalla): El cuadro se dio vuelta mostrando la letra M, coronada con una cruz apoyada sobre una barra y debajo de la letra M, los Sagrados Corazones de Jesús y de María, que Catalina distinguió porque uno estaba coronado de espinas y el otro traspasado por una espada. Alrededor del monograma había doce estrellas.
TERCERA APARICIÓN: En el curso del mes de diciembre del mismo año, Catalina fue favorecida con una nueva aparición, similar a la del 27 de Noviembre.
También durante la oración de la tarde. Catalina recibió nuevamente la orden dada por la Santísima Virgen de hacer acuñar una medalla, según el modelo que se le había mostrado el 27 de Noviembre, y que se le mostró nuevamente en esta aparición. Quiso la Santísima Virgen que su vidente tuviera muy claros los simbolismos de su aparición, por eso insistió de una manera especial que el globo que ella tiene en sus manos, representa al mundo entero y cada persona en particular; en que los rayos de luz que arrojan las piedras de sus anillos, son las gracias que Ella consigue para las personas que se las piden, que las piedras que no arrojan rayos, son las gracias que dejan de pedirle; que el Altar es el lugar a donde deben recurrir grandes y chicos, con confianza y sencillez, a desahogar sus penas.

Después de vencer Catalina todos los obstáculos y contradicciones que le había anunciado la Santísima Virgen, en el año 1832, las autoridades eclesiásticas aprobaron la acuñación de la medalla. Una vez acuñada, se difundió rápidamente.

Fueron tantos y tan abundantes los milagros obtenidos a través de ella, que se la llamó, la MEDALLA que cura, la MEDALLA que salva, la MEDALLA que obra milagros, y finalmente la MEDALLA MILAGROSA.

Si todavía no llevamos la Medalla Milagrosa puesta al cuello, este es un buen momento para hacerlo.

Y recordemos que las gracias serán más abundantes para aquellos que la llevaren con confianza.
No nos cansemos de repetir la oración enseñada por la Virgen: “Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”. Es opinión común de que cada vez que se pronuncia esta oración, se recibe una gracia.
¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!

lunes, noviembre 26, 2007

QUE VIVA MI CRISTO

Que viva mi Cristo, que viva mi Rey
que impere doquiera triunfante su ley,
que impere doquiera triunfante su ley.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!

Mexicanos un Padre tenemos
que nos dio de la patria la unión
a ese Padre gozosos cantemos,
empuñando con fe su pendón.

Él formó con voz hacedora
cuanto existe debajo del sol;
de la inercia y la nada incolora
formó luz en candente arrebol.

Nuestra Patria, la Patria querida,
que arrulló nuestra cuna al nacer
a Él le debe cuanto es en la vida
sobretodo el que sepa creer.

Del Anáhuac inculto y sangriento,
en arranque sublime de amor,
formó un pueblo, al calor de su aliento
que lo aclama con fe y con valor.

Su realeza proclame doquiera
este pueblo que en el Tepeyac,
tiene enhiesta su blanca bandera,
a sus padres la rica heredad.

Es vano que cruel enemigo
Nuestro Cristo pretenda humillar.
De este Rey llevarán el castigo
Los que intenten su nombre ultrajar.


26 de noviembre - Filipinas. N.S. de Los Remedios

María en el Templo (V)

Ella permanece en la oración y estudiando la Ley A la escasa edad de tres años, sus pasos eran seguros, su palabra perfecta, se aplicaba tanto a alabar a Dios que no se le hubiera tomado por una niña sino por una persona madura. Prolongaba sus oraciones y su rostro resplandecía, que a penas se la podía mirar. Nunca nadie la vio enojarse, nadie la oyó maldecir. Todas sus palabras estaban llenas de gracia que se reconocía a Dios en sus labios. Siempre permaneció en la oración y en el estudio de la ley. Era toda atención con sus compañeras; para que ninguna de ellas cayera en el pecado.


Texto Apócrifo del Pseudo-Mateo
Un Rey "Perdedor"
Fuente: Catholic.net
Autor: P. Sergio Cordova LC
Lucas 23, 35-43

Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: "A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido." También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!" Había encima de él una inscripción: "Este es el Rey de los judíos." Uno de los malhechores colgados le insultaba: "¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!" Pero el otro le respondió diciendo: "¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho." Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino." Jesús le dijo: "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."

Reflexión

Con este domingo llegamos al final del ciclo litúrgico. El último domingo de cada año, la Iglesia cierra con broche de oro el ciclo ordinario con la fiesta de Cristo Rey. Y el próximo domingo iniciaremos nuestra preparación para la venida del Señor en la Navidad: el adviento. Hoy celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. Lo confesamos supremo Señor del cielo y de la tierra, de la Iglesia y de nuestras almas. Pero es “escandaloso” el modo como ejerce su realeza. Todos los reyes de este mundo mantienen su reinado con la fuerza de las armas, y ostentan el esplendor de su riqueza y de su poder. Como que es algo “connatural” a su condición y a su nobleza. Pero creo que nunca han existido, ni existirán jamás sobre la faz de la tierra, reyes “pobres” o “débiles”. Serían víctimas fáciles de sus enemigos, que usurparían su trono sin ningún género de escrúpulos. Ésa ha sido la ley de vida a lo largo de toda la historia de la humanidad. Jesucristo es Rey. Pero un rey muy distinto. Es un rey sin armas, sin palacios, sin tronos, sin honores; un rey sin ejército y sin soldados. Un rey que ejerce su poder únicamente con la fuerza del amor, del perdón, de la humildad y de la mansedumbre. Un rey que no atropella ni violenta a nadie, y que no impone su yugo o su ley por capricho. El que lo acepte como rey, debe acogerlo libremente y abrazar su misma “lógica”, que es la del amor y del perdón. Cristo es –si podemos hablar así— un rey “débil” porque Él mismo quiso escoger la debilidad para redimirnos. “Donde está la cruz, no hay lugar para los signos de la fuerza”. No recuerdo dónde leí esta frase, pero es totalmente cierta. Cristo es Rey. Pero no tiene armas. Las armas las tienen sus enemigos. Cuando Pilato, antes de condenarlo a muerte, le preguntó si era rey, Jesús le dio una respuesta desconcertante: “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis ministros habrían luchado para que no fuese entregado en manos de los judíos; pero mi reino no es de aquí” (Jn 19, 36). Palabras misteriosas, pero profundamente reveladoras. Cristo es rey. Pero no según los cánones y criterios de este mundo. Su soberanía es la del amor, de la justicia y de la paz. Su trono es una cruz; su cetro, una caña con la que le golpean la cabeza; su corona, una corona de espinas. Su reino es para los pobres y humildes de corazón, para los mansos, los pacíficos y los misericordiosos; para los perseguidos por la verdad y la justicia. Su programa de vida se resume en el Sermón de la montaña, en las bienaventuranzas y el mandamiento de la caridad. Sus súbditos y sus amigos predilectos son los pobres y pecadores; sus compañeros de destino, los malhechores, como ese “buen ladrón” que encontramos en el evangelio de hoy. Los judíos y los príncipes de los sacerdotes que ultrajan a Cristo crucificado hablan un lenguaje de poder y lo desafían a que demuestre su fuerza bajando de la cruz: “Si de verdad es el Hijo de Dios, que baje de la cruz, que se salve a sí mismo”. Y lo mismo le dice el otro de los ladrones crucificados con Él. Pero Jesús no hace caso. Su fuerza es el perdón, el amor y la misericordia. Y así lo descubre ese “buen ladrón”. En efecto, este buen hombre –que, a pesar de haber sido un malhechor toda su vida— supo demostrar su nobleza de alma en el momento supremo de su existencia y pudo reconocer en Jesús al Mesías y al Salvador del mundo. Éste no le pide a Jesús que lo ponga a salvo y que lo libere de los dolores corporales; pero con su fe alcanza de Cristo la salvación completa de su alma y el premio del paraíso. Otra vez vemos a Cristo, como en el caso de Zaqueo, rodeándose de amigos “poco recomendables”. Pero Cristo vino a salvarnos a todos, comenzando por los pecadores. Y sólo si nos reconocemos necesitados de la gracia, como el buen ladrón, seremos dignos de participar en el Reino eterno de Jesucristo. ¡Qué afortunado este buen ladrón! En el último instante de su vida supo “robarle” a Cristo también el cielo! Pero más que “robo”, se trata de un regalo maravilloso e inmerecido de la misericordia de Dios. Así es Jesús. Su corazón es infinito porque es el corazón de un Dios, de un Padre con entrañas de ternura y de compasión. Para eso vino a este mundo y para eso se encarnó. Por eso está en la cruz con los brazos abiertos: para acogernos siempre, sin condiciones. Lo único que espera de nosotros es nuestra confianza, nuestro arrepentimiento y el abandono total en sus manos. Ojalá que este día de Cristo Rey, también nosotros queramos aceptar la soberanía de Jesucristo y le proclamemos Señor de nuestras vidas volviendo a Él de todo corazón, y haciendo que muchos otros hombres y mujeres, comenzando por los que viven a nuestro lado, se acerquen al amor misericordioso de nuestro Redentor. ¡Venga a nosotros tu Reino, Señor!

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Domingo XXXIV del tiempo ordinario:
Jesucristo, Rey del Universo (C)
Texto del Evangelio (Lc 23,35-43):

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido». También los soldados se burlaban de Él y, acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: «Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!». Había encima de él una inscripción: «Éste es el Rey de los judíos».
Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!». Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino». Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso».
Comentario: Rev. D. Joan Guiteras i Vilanova (Barcelona, España)
«Éste es el Rey de los judíos»
Hoy, el Evangelio nos hace elevar los ojos hacia la cruz donde Cristo agoniza en el Calvario. Ahí vemos al Buen Pastor que da la vida por las ovejas. Y, encima de todo hay un letrero en el que se lee: «Éste es el Rey de los judíos» (Lc 23,38). Este que sufre horrorosamente y que está tan desfigurado en su rostro, ¿es el Rey? ¿Es posible? Lo comprende perfectamente el buen ladrón, uno de los dos ajusticiados a un lado y otro de Jesús. Le dice con fe suplicante: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino» (Lc 23,42). La respuesta de Jesús es consoladora y cierta: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso» (Lc 23,43).
Sí, confesemos que Jesús es Rey. “Rey” con mayúscula. Nadie estará nunca a la altura de su realeza. El Reino de Jesús no es de este mundo. Es un Reino en el que se entra por la conversión cristiana. Un Reino de verdad y de vida, Reino de santidad y de gracia, Reino de justicia, de amor y de paz. Un Reino que sale de la Sangre y el agua que brotaron del costado de Jesucristo.
El Reino de Dios fue un tema primordial en la predicación del Señor. No cesaba de invitar a todos a entrar en él. Un día, en el Sermón de la montaña, proclamó bienaventurados a los pobres en el espíritu, porque ellos son los que poseerán el Reino.
Orígenes, comentando la sentencia de Jesús «El Reino de Dios ya está entre vosotros» (Lc 17,21), explica que quien suplica que el Reino de Dios venga, lo pide rectamente de aquel Reino de Dios que tiene dentro de él, para que nazca, fructifique y madure. Añade que «el Reino de Dios que hay dentro de nosotros, si avanzamos continuamente, llegará a su plenitud cuando se haya cumplido aquello que dice el Apóstol: que Cristo, una vez sometidos quienes le son enemigos, pondrá el Reino en manos de Dios el Padre, y así Dios será todo en todos». El escritor exhorta a que digamos siempre «Sea santificado tu nombre, venga a nosotros tu Reino».
Vivamos ya ahora el Reino con la santidad, y demos testimonio de él con la caridad que autentifica a la fe y a la esperanza.

26/11/2007

Queridos amigos: Paz y Bien
Hoy tomamos un nuevo tema sobre la Eucaristía:
EUCARISTIA, DON DE DIOS A LA IGLESIA
Fuente: JESUS EUCARISTIA, EL AMIGO QUE SIEMPRE NOS ESPERA.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R. misionero agustino recoleto
Tema: EUCARISTÍA, DON DE DIOS A LA IGLESIA

Juan Pablo II decía que -la Eucaristía es el más grande don que Cristo ha ofrecido y ofrece permanentemente a la Iglesia- (31-10-82). Es el -tesoro más precioso- (MF 1). En la celebración eucarística, -por la consagración del pan y del vino, se opera el cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo Nuestro Señor y de toda la sustancia de vino en la sustancia de su Sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transustanciación- (Cat 1376). De ahí que, en la Eucaristía, bajo las apariencias de pan y vino se hace presente una nueva realidad: Jesús, vivo y resucita do. -Esto quiere decir que, después de la consagración, no queda ya nada del pan y del vino, sino solas las especies; bajo las cuales esta presente, todo e íntegro, Cristo en su realidad física, aun corporalmente presente, aunque no del mismo modo como están los cuerpos en un lugar- (MF 5).La Iglesia enseña y confiesa claramente y sin rodeos que en el venerable sacramento de la santa Eucaristía, después de la consagración del pan y del vino, se contiene verdadera, real y sustancialmente Nuestro Señor Jesucristo, bajo la apariencia de esas cosas sensibles” (Trento, Denz 1636). En este sacramento está -Cristo mismo, vivo y glorioso.., con su Cuerpo, sangre, alma y divinidad- (Cat 1413). Esta presencia real de Cristo en la Eucaristía -se llama real, no por exclusión, como si las otras presencias no fueran reales, sino por antonomasia, ya que es sustancial, pues por ella ciertamente se hace presente Cristo, Dios y hombre, entero e íntegro- (MF 5). Y está presente -no de una manera transitoria, sino que permanece en las hostias, que se conservan después de la consagración, como pan bajado del cielo, absolutamente digno, bajo el velo del sacramento, de honores divinos y de adoración- (Pablo VI en Burdeos 12-4-66).Por eso, el sagrario, donde está Jesús, -debe estar colocado en un lugar particularmente digno de la Iglesia y debe estar construido de tal forma que subraye y manifieste la verdad de la presencia real de Cristo en el santo sacramento- (Cat 1379).-La Eucaristía es la fuente y cima de toda la vida cristiana... La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir Cristo mismo- (Cat 1324). Por eso, -para que la Iglesia pueda desarrollarse, es preciso poner de relieve el carácter central de la Eucaristía, en virtud de la cual y alrededor de la cual, la comunidad se forma, vive y llega a su madurez- (carta aprobada por Juan Pablo II 01-10-89). Según el ritual de la Eucaristía fuera de la misa: -La celebración de la Eucaristía es el centro de toda la vida cristiana y el manantial y la meta del culto que se brinda a Dios- (N° 1 y 2). (continuará).Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias
José Luis Elizalde

domingo, noviembre 25, 2007

25/11/2007


Queridos amigos: Paz y Bien

Finalizamos el tema: LA EUCARISTIA ES VIDA.

Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA

Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R., misionero agustino recoleto, con sede en Lima (Perú).

Tema: LA EUCARISTÍA ES VIDA (final)


Que no te pase a ti como a aquellos pasajeros de un barco averiado en alta mar. Iban a la deriva y llegaron a las costas del Brasil, pero se estaban muriendo de sed... Cuando llegó el barco salvador, todos a un exclamaron: ¡Agua! ¡Agua! ¡Dadnos agua, que morimos de sed! Y los del barco les dijeron: ¿por qué no beben el agua del mar? Están rodeados por todas partes de agua y esta agua es buena, porque es del río Amazonas, que hace potable el agua del mar varios kilómetros después de la desembocadura. ¡Bebed, bebed y quedaréis saciados! Se estaban muriendo de sed, como tantos católicos, que tienen la fuente de la vida a su disposición, y no saben o no quieren beber del agua de la verdadera vida, que es Cristo Jesús.Te puede pasar también como a aquel hombre que tenía una finca, donde había un salto de agua muy grande. Durante muchos años, sus amigos le decían que pusiera una turbina para generar corriente eléctrica, y él no hacía caso. Cuando ya fue viejo, un día se le ocurrió seguir los consejos de sus amigos y se admiró del tesoro que había tenido tanto tiempo olvidado. Pudo obtener electricidad para todos los pueblos cercanos e, incluso, para varias fábricas que se establecieron en el lugar. Y entonces pudo decir: ¡Cuánta energía perdida! Sí, cuánta energía espiritual perdida por desidia, por ignorancia o por comodidad. Acude a la Eucaristía. La comunión te dará fuerza y alegría al alma. Te llenará de una nueva vida y te rejuvenecerá el espíritu.¡Ven Jesús. Ven, a mi corazón. Dame tu vida y lléname de amor! Tú eres fuente inagotable de aguas vivas. Tú eres la vida de mi vida. Tú eres mi Señor y mi Dios. Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.

José Luis Elizalde

Queridos amigos: Paz y Bien

Hoy seguimos con nuestro tema: LA EUCARISTÍA ES VIDA

Fuente: JESÚS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.

Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R. misionero agustino recoleto

Tema: LA EUCARISTÍA ES VIDA


La Eucaristía es “el manjar de los ángeles” (Sab 16,20), “el pan de los fuertes” (Sal 78,25), “el pan de los cielos” (Sal 105,40), “el pan vivo bajado del cielo” (Jn 6,51). Es por esto que el que comulga con frecuencia, sentirá en su alma una fortaleza extraordinaria para afrontar los problemas de la vida diaria y se conservará fuerte y joven espiritualmente, porque estará recibiendo vigor del Dios eternamente joven, que nunca envejece y que es fuerte sobre todas las cosas.El año 1901 se cerraron en Francia todos los conventos y expulsaron a los religiosos, pero se permitió que continuasen en el hospital de Reims las religiosas enfermeras. Un día llegó allá la comisión inspectora del Concejo municipal y le invitó a la Superiora a enseñarla todas las salas. Abrió la primera sala: todos eran enfermos de cáncer; ellos pasaron de largo. abrió la segunda, la tercera, la cuarta... todo eran enfermos de gravedad. Los miembros de la comisión no se detuvieron en ninguna sala. Uno de ellos, al despedirse, le preguntó a la Superiora:- Usted ¿cuánto tiempo lleva aquí?- Cuarenta años.- Y ¿de dónde sacó fuerzas para aguantar?- Comulgo todos los días. Si no estuviese conmigo Jesús sacramentado, no habría podido resistir.Sí, allí en la hostia santa, está el poder infinito de un Dios, que no ha querido escoger el rayo para manifestar su poder, ni el diamante con todo su brillo cautivador. No escogió el rocío, tan dulce y agradable para acercarse a los hombres ni escogió la rosa tan hermosa. Quiso escoger, para esconderse y acercarse a nosotros, un pedazo de pan. Y nosotros ¿por qué estamos tan hambrientos y sedientos, cuando hay tanto alimento en la Eucaristía? ¿Por qué helarnos de frío espiritual, cuando hay tanto fuego ante el altar? ¿Por qué perdernos en las tinieblas del pecado, cuando hay tanta luz y tanta vida en Jesús Eucaristía? (continuará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.


José Luis Elizalde

23/11/2007


Queridos amigos: Paz y Bien

Hoy comenzamos un nuevo tema: LA EUCARISTÍA ES VIDA

Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.

Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.

Tema: LA EUCARISTÍA ES VIDA


Dice Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6). Y la Eucaristía es el mismo Jesús de Nazaret, que viene a traemos vida y “vida en abundancia” (Jn 10,10).¿Estás vacío, triste, angustiado, desesperado? Ahí está Jesús que te espera. No le tengas miedo. Acude a El con confianza. El es tu Dios y te dice: “No tengas miedo, solamente confía en Mí” (Mc 5,36).La Eucaristía es la fuente de la vida, de la verdadera vida, de la vida eterna. ¿Estás sediento de amor, de paz, de alegría, de comprensión? Ahí está Jesús que te saciará tu hambre y tu sed. El te dice: “Yo soy el pan de vida, el que viene a mí ya no tendrá más hambre, el que. cree en mi; jamás tendrá sed” (Jn 6,35). “Yo soy el pan vivo bajado del cielo, si alguno come de este pan, vivirá para siempre y el pan que yo le daré es mi carne, vida del mundo” (Jn 6,51). “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en El... el que me come vivirá por mi. el que me come vivirá para siempre” (Jn 6,53-59). Jesús es fuente de vida y quiere, a través de nosotros, serlo también para los demás. Por eso, nos dice: “El que cree en mí; ríos de agua viva correrán de su seno” (Jn 7,38). Asistamos, pues a la celebración eucarística a colmarnos de vida divina para que podamos después compartirla con nuestros hermanos. Recordemos a todos lo que dice Jesús: “El que tenga sed, venga, y el que quiera tome gratis el agua de la vida” (Ap 22,17). “Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, le daré gratis de la fuente de agua de vida... y seré su Dios y El será mi hijo” (Ap 21,6-7). “Si alguno tiene sed, que venga a Mí y beba” (Jn 7,37).Sí, Jesús es la vida de nuestras almas, pero ¿cuántos creen en El? Cuántos lo reciben con amor? Y Cristo sigue gritando a los cuatro vientos: “Esto es mi Cuerpo, que es entregado por vosotros, haced esto en memoria mía... Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lc 22,19-20). Y S. Pablo insiste: “Sed vosotros jueces de lo que os digo: el cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es acaso la comunión con la sangre de Cristo y el pan que partimos, ¿no es acaso la comunión con el Cuerpo de Cristo?” (1 Co 10,16).“Yo he recibido del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que fue entregado tomó pan y después de dar gracias lo partió y dijo: Esto es mi Cuerpo, que se da por vosotros, haced esto en memoria mía. Y asimismo después de cena; tomó el cáliz, diciendo: Este es el cáliz de la nueva alianza en mi sangre, cuantas veces lo bebáis, haced esto en memoria mía... Así pues, quien come el pan y bebe el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor Examínese, pues, cada uno a sí mismo y coma del pan y beba del cáliz, pues el que come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación” (1 Co 11,23-26)(continuará).Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Median era de todas las gracias.

José Luis Elizalde
Queridos amigos: Paz y Bien
En el día de hoy continuamos con nuevos testimonios de personas que han hecho de la Eucaristía su centro de vida.
Tema: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R., misionero agustino recoleto, con sede el Lima (Perú)
Tema: UN REGALO DE AMOR (continuación)

En 1937 varios exploradores rusos lograron pasar unos meses en las proximidades del Polo Norte, en el reino del hielo eterno, o, como solía decirse, de la “muerte eterna”. Hasta entonces, se creía realmente que allí no podía crecer ninguna planta. Por eso, la sorpresa de los exploradores fue enorme al encontrar en el mismo Polo Norte una flor... Era una especie de alga diminuta, del tamaño de la cabeza de un alfiler, de color azul. Quisieron descubrir su raíz y empezaron a cavar. Cavaron nueve metros de profundidad y todavía no dieron con el final de la raíz... Ciertamente, esa flor es un ejemplo para nosotros. Por todas partes, le rodeaban el hielo y la muerte y no se asustaba ni retrocedía. Iba taladrando el suelo y se lanzó, en el reino de la oscuridad y de las tinieblas, hacia arriba en busca de la luz.., hasta que la encontró. No le importó, si tuvo que subir veinte metros. Valió la pena llegar a la luz y poder alegrar la vida de unos exploradores y alabar a Dios en las solitarias y heladas regiones del Polo Norte. Por eso, tú no te desanimes, no importa cuántos metros estés bajo el peso de tus pecados. Jesús te espera en la confesión y en la luz del sagrario; sigue subiendo, El es la luz del mundo y te está esperando para darte una nueva vida. Allí, en el sagrario, vela Jesús todas las noches en silencio, esperando la llegada del alba y de algunas personas que lo amen para repartirles sus tesoros de gracia escondidos en su Corazón. Porque el sagrario contiene todos los tesoros de Dios, ahí están los almacenes llenos y son inagotables. ¿Por qué no vas a misa? ¿Por qué no comulgas? ¿Por qué no te arrodillas ahora mismo, en el lugar donde te encuentras, y te diriges al Jesús del sagrario? Mira hacia la iglesia y dile así:Jesús mío, ¿qué haces ahí todo el día en la Santa Eucaristía? ¿Qué haces en las noches silenciosas, solitario en la blanca hostia? ¿Esperándome? ¿Por qué? ¿Tanto me amas? ¿ Y por qué yo me siento tan angustiado por los problemas y creo que Tú te has olvidado de mí? ¿En qué pienso? ¿En qué me ocupo? ¿Por qué me siento tan solo, si tú eres mi compañero de camino? Ahora, he comprendido que tú me amas y me esperas y seguirás esperándome sin cansarte jamás, porque tienes todo tu tiempo exclusivamente para mí. Señor aumenta mi fe en tu presencia eucarística. Lléname de tu amor ven a mi corazón. Yo te adoro y yo te amo. Yo sé que tú estás siempre conmigo y que contigo ningún vendaval y ninguna tempestad podrá destruirme. Dame fuerza, Jesús, YO TE AMO, perdóname mis pecados. Yo sé que, si estoy contigo, tengo conmigo la fuerza del Universo, porque tú eres mi Dios. ¡Oh misterio bendito, prodigio de amol; sacramento admirable, fuente de vida... Jesús Eucaristía! ¡Qué vacía estaba mi vida sin Tí! Ahora he comprendido que tú eres mi amigo y quieres abrazarme todos los días en la comunión. Por eso, yo te prometo ir a visitarte todos los días y asistir al gran misterio de amor de la Eucaristía. Quiero ser tu amigo. ¡AMIGO DE JESUS EUCARISTÍA! (continuará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde

21/11/2007

Queridos amigos: Paz y Bien
Hoy comenzamos un nuevo tema: UN REGALO DE AMOR
Fuente: JESUS EUCARISTÍA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.
Autor: P. Ángel Peña Benito, O.A.R.
Tema: UN REGALO DE AMOR

La Eucaristía es un regalo de amor de Dios a los hombres, es el tesoro de los tesoros. Es el regalo de los regalos. Es Dios mismo que se da como don y alimento a los hombres. ¿Podríamos haber imaginado mayor muestra de amor? La Eucaristía es el sacramento de la presencia de Jesús, del amigo divino, que viene a nosotros a ofrecernos su amistad y a pedimos un poco de amor. La Eucaristía (misa, comunión, adoración) es la mejor manera de encontrarnos con Dios, de renovar nuestra amistad con Jesús... Es el mejor alimento espiritual, es la mejor oración. Y, sin embargo, cuánta falta de fe en dejar abandonado al Dios escondido. Precisamente, no pensar en la Eucaristía, no vivir la Eucaristía, es el mayor pecado o deficiencia de nuestro catolicismo. La mayor parte de las iglesias están cerradas casi todo el día, escondiendo así al mayor tesoro del Universo y al mejor medio de santificación: Jesús Eucaristía.Debemos tener bien claro que la Eucaristía no es algo, sino Alguien. Alguien que te ama y te espera. Su nombre es JESUS. Por eso, toda tu vida cristiana debe ser una vida de amistad con Jesús, lo que significa que debe ser una vida eucaristizada, con una relación personal con Jesús Eucaristía.Sin embargo, la mayor parte de la gente, cuando tiene problemas, busca solamente la salud en médicos, siquíatras o curanderos de cualquier clase. Se van a cualquier grupo o religión para buscarla... y dejan solitario al médico de los cuerpos y de los corazones, Cristo Jesús. ¿No es esto como para llorar de pena? Se busca la felicidad en tantas cosas, a veces costosas, cuando tenemos tan cerca al Dios de la felicidad. ¿Por qué? ¿Por qué no creemos un poco más? ¿Por qué no comemos el “pan de los fuertes”?¡Qué pena la de Jesús, viendo tantas almas que se debaten bajo sus ruinas y que ya no sienten el calor del sol ni oyen el trino de los pájaros ni perciben el perfume de las flores!... ¡Tantas almas frías y egoístas para quienes ya no existe la paz ni la alegría y casi no tienen fe! ¡Con lo fácil que les sería acercarse al sagrario para pedir ayuda! ¡Cuánto amor y cuánta paz encontrarían para superar las dificultades de cada día! (continuará).Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde

20/11/2007


Queridos amigos: Paz y Bien

En este pasaje vemos que la Eucaristía es la base de toda perfección.

Veamos: Fuente: JESUS EUCARISTICO, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA.

Autor: P. Ángel Peña Benito

Tema: LA HUMANIDAD DE JESUS (continuación)
En la guerra civil española (1936-39), los marxistas sorprendieron a un niño de 11 años, llevando la comunión a los enfermos. Y, por no dejarse arrebatar las hostias ni renegar de su fe, lo mataron. El pequeño mártir murió, besando y adorando a Jesús, apretándolo contra su corazón. El, al igual que S. Tarsicio en los primeros tiempos del cristianismo, murió antes de dejar profanar la Eucaristía. Pero ya había logrado distribuir en los últimos meses más de mil quinientas comuniones.Un Jueves Santo de 1939, cerca del Polo Norte, cuenta el P. Llorente, jesuita de Alaska: “Había una tormenta de nieve fuera de lo común con más de 40 grados bajo cero. Me preparé para celebrar la misa yo solo en nuestra pequeña capilla. De pronto, oigo un toque a la puerta. Era una mujer esquimal de cincuenta años totalmente cubierta de nieve, pues venía de lejos, que me dice: Padre, no podía resistir y me eché a la calle, confiando en Jesús. No quería perderme la comunión en este día. Me he extraviado varias veces por el camino y creí que iba a morir en algún ventisquero; pero me encomendé a Dios y luego torcí por el camino y no sé cómo, de repente, me encontré a la puerta de la Iglesia. Todo lo hice por comulgar”. ¿Estarías tú dispuesto a exponer tu vida por amor a Jesús Eucaristía? (continuará)Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre nos espera, y en María, Medianera de todas las gracias.
José Luis Elizalde

Fuente: JESUS EUCARISTIA, EL AMIGO QUE SIEMPRE TE ESPERA

Autor: P. Ángel peña Benito, O.A.R.

Tema: La humanidad de Jesús (conclusión)Supongamos que un buen día se apareciera Jesús de nuevo en la tierra y fuera predicando y haciendo milagros por pueblos y ciudades. ¿No sería soberbia de nuestra parte decir: yo ya tengo a Cristo en mi corazón y no necesito nada más? Una cosa es decir “creo en Cristo” y “amo a Cristo” y otra cosa es la plenitud de vida con El, que se logra con más facilidad e intensidad a través de la unión con El en la comunión eucarística. Y, sin embargo, nuestros hermanos separados hablan mucho de Cristo, pero no tienen a Cristo completo, pues les falta esta dimensión humana de Jesús; ya que, en nuestra alma, está sólo Cristo como Dios y no como hombre, y debemos ir a la Eucaristía para poder unir nuestra humanidad con la suya y por ella unirnos a la Trinidad.La Vble. María Celeste Crostarosa, afirmaba: “La humanidad de Cristo es siempre la puerta para entrar a Dios... Nadie puede olvidarse de ella por muy sublime que sea el grado de unión con Dios que haya alcanzado”. Y le daba tanta importancia a la humanidad eucarística de Jesús que indicaba “como punto de llegada de todo camino espiritual, la plena transformación eucarística” (Juan Pablo II a las redentoristas, 31-10-96).Por esto, estoy plenamente convencido de que, quienes prescinden de la Eucaristía, no pueden alcanzar las más elevadas cumbres de la santidad, a las que han llegado tantos y tantos santos católicos, que han centrado su vida y su amor en el Cristo del sagrario. Podemos decir con seguridad y firmeza que la Eucaristía es el lugar privilegiado de nuestro encuentro con Dios, es el lugar más importante, más deslumbrante y emocionante para encontramos con El. No puede haber en el mundo presencia más importante de Dios que la que tiene lugar a través de Jesús Eucaristía. Éste es el lugar de máxima cercanía con Dios. Allí lo encontramos más cercano y amigo de los hombres. Por ello, la Eucaristía es el mayor medio de santificación que pueda existir para el hombre, que quiere amar a Dios con sinceridad de corazón. Jesús desde el sagrario te está diciendo: “Te he amado desde toda la eternidad” (Jer. 31,3). “Tú eres precioso a mis ojos, muy querido y YO TE AMO... No tengas miedo, porque yo estoy contigo” (Is 43,4-5). Pero ¿crees tú en la presencia real de Jesús en la Eucaristía? ¿Eres amigo de Jesús? ¿Estarías dispuesto a dar tu vida por El?Un saludo cordial en Jesús Eucaristía, el Amigo que siempre te espera, y en María, Medianera de todas las gracias

José Luis Elizalde
Envío número: 243 - 18 de noviembre de 2007

Mensaje de la Virgen al Padre Gobbi

El pedido de María para estos momentos: consagración a su Inmaculado Corazón
La Virgen realiza una obra extraordinaria a través del Padre Steffano Gobbi, y del Movimiento Sacerdotal Mariano fundado por su maternal pedido. Hoy queremos compartir con ustedes uno de los mensajes que la Madre de Dios inspirara al Padre Gobbi, donde la Virgencita nos explica con que espiritu debemos prepararnos y vivir estas épocas de fiesta, la gran Fiesta de la Venida de Jesús. Disfrutemos del Mensaje de la Madre de Dios
El gran signo de la Divina Misericordia
«Hijos predilectos, pasad Conmigo las últimas horas de este año que está ya para terminar. Ved cuántos transcurren estas horas en la disipación y en las diversiones y esperan el nuevo año en una atmósfera pagana, con frecuencia, en una ostentosa transgresión a la Santa Ley del Señor. Vosotros pasad estas horas Conmigo, en la oración y en el silencio, en la meditación de mi palabra y en una gran confianza en vuestro Padre Celestial. Es la Providencia quien prepara para vosotros cada nue­vo día y cada nuevo año, ritmando así en el sucederse del tiempo, cuanto el Padre dispone para el bien de todos Sus hijos. Es el Padre quien dispone para vosotros nuevos días de paz y no de aflicción, de perdón y no de condena, para que pueda resplandecer sobre el mundo el milagro de Su Divi­na Misericordia. Leamos juntos en esta noche los signos que el Padre nos da de Su Amor Misericordioso.
Yo soy el gran signo de la Divina Misericordia. Por esto me manifiesto, de una manera tan fuerte y extraordinaria, a través de mis apariciones, mis numerosas lacrimaciones y los mensajes que doy al corazón de este mi pequeño hijo, que Yo misma conduzco por todos los cami­nos del mundo, a la búsqueda de los pecadores, de los en­fermos, de los caídos, de los extraviados, de los desespera­dos, de aquellos que sucumben a la seducción del pecado y del mal. Por esto invito a todos a consagraros a mi Corazón In­maculado, y extiendo esta mi llamada hasta los extremos confines de la tierra, a través de mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Así os ofrezco el seguro refugio, que la Santísima Trini­dad os ha preparado para estos tiempos borrascosos de la gran tribulación y de la prueba dolorosa que ha llegado para la Iglesia y para toda la humanidad. Por esto renuevo mi urgente llamada a volver al Señor, que os espera con el amor de un Padre, por el camino de la conversión y del cambio de corazón y de vida. Alejaos del pecado y del mal, de la violencia y del odio, del culto que se da cada vez más a satanás y a los ídolos del placer y del dinero, de la soberbia y del orgullo, de la diversión y de la impureza. Y caminad sobre la vía renovada del amor y de la bon­dad, de la comunión y de la oración, de la pureza y de la santidad. Así llegaréis a ser vosotros mismos los signos de la Divi­na Misericordia para la humanidad trastornada por la tempestad de indecibles dolores, en el tiempo en que la gran tribulación está llegando a su vértice.
Por esto os llamo cada día a seguirme. Yo soy la Madre del Amor hermoso y de la santa Espe­ranza. Yo soy la Reina de la paz y el alba que anuncia el nuevo tiempo que os espera y que cada vez está más próximo. Multiplicad por doquier los Cenáculos de oración que os he pedido. Sobre todo difundid los Cenáculos familiares, que Yo pido como medio para salvar a la familia cristiana de los grandes peligros que la amenazan. Yo soy la Madre de la vida. Yo soy la Reina de la familia. Sacerdotes, hijos míos predilectos, responded a mi petición de consagraros a mi Corazón Inmaculado, porque soy vuestra Madre comprensiva y misericordiosa. Mía es la misión de lavaros de toda mancha, de consolaros en todo dolor, de dar confianza a vuestro gran desánimo y fuerte esperanza a vuestra soledad. Yo os ayudo a estar en el mundo sin ser del mundo; porque deseo que seáis solo, siempre y enteramente de mi hijo Jesús. Sobre todo para vosotros, mis hijos Sacerdotes, soy hoy el gran signo de la Divina Misericordia. Mientras llega el término de este año, os bendigo a to­dos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA

Oh María sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a Vos.
Esta es la oración que tú inspiraste, oh María, a Santa Catalina Labouré, y esta invocación, grabada en la Medalla la llevan y pronuncian ahora muchos fieles por el mundo entero.
¡Bendita tú entre todas las mujeres! ¡Bienaventurada tú que has creído! ¡El Poderoso ha hecho maravillas en Ti! ¡La maravilla de tu Maternidad divina! Y con vistas a ésta, ¡la maravilla de tu Inmaculada Concepción! ¡La maravilla de tu fiat! ¡Has sido asociada tan íntimamente a toda la obra de nuestra redención, has sido asociada a la Cruz de nuestro Salvador!
Tu Corazón fue traspasado junto con su Corazón. Y ahora, en la gloria de tu Hijo, no cesas de interceder por nosotros, pobres pecadores. Velas sobre la Iglesia de la que eres Madre. Velas sobre cada uno de tus hijos. Obtienes de Dios para nosotros todas esas gracias que simbolizan los rayos de luz que irradian de tus manos abiertas. Con la única condición de que nos atrevamos a pedírtelas, de que nos acerquemos a Ti con la confianza, osadía y sencillez de un niño. Y precisamente así nos encaminas sin cesar a tu Divino Hijo.
Te consagramos nuestras fuerzas y disponibilidad para estar al servicio del designio de salvación actuado por tu Hijo. Te pedimos que por medio del Espíritu Santo la fe se arraigue y consolide en todo el pueblo cristiano, que la comunión supere todos los gérmenes de división que la esperanza cobre nueva vida en los que están desalentados. Te pedimos por los que padecen pruebas particulares, físicas o morales, por los que están tentados de infidelidad, por los que son zarandeados por la duda de un clima de incredulidad, y también por los que padecen persecución a causa de su fe.
Te confiamos el apostolado de los laicos, el ministerio de los sacerdotes, el testimonio de las religiosas.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Con la Oración de Consagración a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, cuya fiesta celebramos el 27 de noviembre, comenzamos esta edición especial de El Camino de María.
Entre las medallas marianas destaca, por su extraordinaria difusión, la denominada "Medalla Milagrosa". Tuvo su origen en las apariciones de la Virgen María, en 1830, a una humilde novicia de las Hijas de la Caridad, la futura Santa Catalina Labouré. La Medalla, acuñada conforme a las indicaciones de la Santísima Virgen a la Santa, ha sido llamada "microcosmos mariano" a causa de su rico simbolismo: recuerda el misterio de la Redención, el amor del Corazón de Cristo y del Corazón doloroso de Maria, la función mediadora de la Virgen, el misterio de la Iglesia, la relación entre la tierra y el cielo, entre la vida temporal y la vida eterna.
El mensaje principal de estas apariciones ocurridas el 18 de julio y el 27 de noviembre de dicho año fue presentar al mundo una medalla en que la Virgen aparece como Inmaculada, Reina, Corredentora y Mediadora de las Gracias. La Santísima Virgen en persona presentó a Sor Catalina el modelo de esta medalla:


"Haz, haz acuñar una medalla según este modelo; todas las personas que la llevarán consigo, recibirán grandes gracias, especialmente llevándola en el cuello; las gracias serán abundantes para las personas que la lleven consigo con confianza".
Mirando atentamente y con devoción la Medalla descubriremos en sus dos caras (que se complementan) el mensaje esencial del misterio de la salvación y el signo de la protección maternal de María.


ANVERSO DE LA MEDALLA:
María Inmaculada, Madre de los hombres. María, mensajera de la ternura de Dios, se muestra en pie. Viene hacia nosotros con las manos abiertas y en actitud de acogida. María es la sin pecado. Por eso aplasta la cabeza de la serpiente.

Se lee una oración "Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos". Nos da a conocer que es la Inmaculada Concepción.


REVERSO DE LA MEDALLA:
El proyecto de amor de Dios hacia los hombres. La M coronada por la Cruz: María esta íntimamente unida al misterio de la Pasión y de la Cruz de su Hijo, desde el Pesebre hasta el Calvario.
Dos corazones: el de Jesús y el de María, representan la fuerza del amor que llega hasta la entrega total. María entró plenamente en ese Misterio de Amor de nuestra redención.
Doce estrellas: Jesús estableció su Iglesia sobre el fundamento de Pedro y sus Apóstoles.
Un nuevo impulso para la difusión de la "Medalla Milagrosa" vino de San Maximiliano María Kolbe (+1941) y de los movimientos que inició o que se inspiraron en él. En 1917 adoptó la "Medalla Milagrosa" como distintivo de la Pía Unión de la Milicia de la Inmaculada, fundada por él en Roma, cuando era un joven religioso de los Hermanos Menores Conventuales.
"...La "Medalla Milagrosa", como el resto de las medallas de la Virgen y otros objetos de culto, no es un talismán ni debe conducir a una vana credulidad. La promesa de la Virgen, según la cual "los que la lleven recibirán grandes gracias", exige de los fieles una adhesión humilde y tenaz al mensaje cristiano, una oración perseverante y confiada, una conducta coherente." (Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, 206)
"...La Iglesia bendice estos objetos de piedad mariana, recordando que sirven para rememorar el amor de Dios y para aumentar la confianza en la Virgen María, pero advierte que los creyentes no deben olvidar que la devoción a la Madre de Jesús exige sobre todo "un testimonio coherente de vida". (Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, 206)


ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo os prometo, Virgen Purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro Amor.
Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el Refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
25 de noviembre - Italia. Roma. María, Consuelo de los afligidos

María en el Templo (IV)

Ella decidió amar a Dios con todo su corazón Desde su tierna infancia, María fue habitada por el Espíritu Santo y a medida que crecía en edad crecía en gracia. Ella decidió desde niña amar a Dios con todo su corazón, de manera que nunca lo ofendió ni de palabra ni de acción. Igualmente, no le daba importancia a lo bienes terrenales y daba a los pobres cuanto podía. Era tan moderada en sus alimentos que no tomaba más que lo estrictamente necesario para la salud de su cuerpo. Cuando comprendió por medio de las Sagradas Escrituras que Dios debía nacer de una virgen para redimir el mundo, su corazón se encendió totalmente del amor divino, que ya no otro pensamiento más que el deseo de Dios. No encontraba felicidad más que en Dios y evitaba conversar con sus padres, por temor a no perder la presencia constante de Dios en su corazón. Ella deseaba vivir en tiempos de la venida del Mesías para ser la esclava de la virgen buenaventura que hubiese merecido ser Su madre.


Santa Brígida - Revelaciones III, VIII Citada por San Alfonso de Ligorio, Doctor de la Iglesia « Las glorias de María » - Editions Saint Paul 1997 - p. 254 (en francés)