¿Me doy cuenta y tengo siempre presente que nada soy y nada puedo sin Dios?
¿Consiento pensamientos de engreimiento, vanidad y auto-suficiencia, tales como: “qué bueno(a) soy”,
“qué bien hice esto”,
“qué capaz soy”, etc., sin darme cuenta que todo es obra de Dios en mí?
¿Busco de los demás aprobación y reconocimiento?
¿Me doy yo mismo aprobación y reconocimiento … o cualidades y logros los refiero siempre a Dios?
¿Hablo siempre de mí y de mis cosas?
¿Me gusta llevar la voz cantante?
¿Me molesto ante críticas, ataques y humillaciones?
¿Acepto y reconozco mis faltas cuando soy corregido o creo yo tener la razón?
Cuando sirvo, ¿me proyecto yo mismo o soy portador de Dios?
Cuando hablo ¿me dejo inspirar por Dios o es mi propio yo la fuente de inspiración?
¿Trato de llamar la atención con mi supuesta “sabiduría”?
viernes, marzo 16, 2007
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