miércoles, enero 31, 2007

SAN JUAN BOSCO - 31/01/2007


SAN JUAN BOSCO1815-1888
Fiesta: 31 de enero
Presbítero, "Padre y maestro de la juventud", patrono de los editores, fundador de los salesianos. Por su gran devoción a María Auxiliadora, conseguía de ella innumerables milagros."En su vida, lo sobrenatural se hizo casi natural y lo extraordinario, ordinario." Pío XI sobre S. Juan Bosco.
Reseña
Tuvo una niñez muy dura. Una vez ordenado sacerdote, empleó todas sus energías en la educación de los jóvenes. Sus grandes amores que fundamentan su espiritualidad: La Eucaristía, la Virgen María, la Iglesia, la fidelidad al Santo Padre, la juventud.
Fundador de la Congregación de los Salesianos, comunidad religiosa con rama masculina y femenina, dedicados a la educación de los jóvenes, en especial los pobres. Les enseñaba la vida cristiana y diversos oficios. Atrajo y sigue atrayendo a multitudes de jóvenes a Cristo. La Congregación toma su nombre de
San Francisco de Sales.
Famoso por sus sueños proféticos,
¡se conocen 159 de ellos! Quizás el mas famoso es el de la Nave de Pedro, que explicaremos mas adelante.
San Juan Bosco escribió también algunos opúsculos en defensa de la religión.
Gran constructor de iglesias, entre ellas la Basílica de San Juan Evangelista, la Basílica de María Auxiliadora y la Iglesia del Sagrado Corazón en Roma donde celebró su última misa.

Vida de San Juan Bosco
Juan Melchor nace en 1815, junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín. Era el menor de los hijos de un campesino piamontés. Su niñez fue muy dura. Su padre murió cuando Juan tenía apenas dos años y medio. La madre, Margarita, analfabeta y muy pobre, pero santa y laboriosa mujer, que debió luchar mucho para sacar adelante a sus hijos, se hizo cargo de su educación.
El primero de sus 159 sueños proféticos
A los nueve años de edad, un sueño que el rapazuelo no olvidó nunca, le reveló su vocación. Más adelante, en todos los períodos críticos de su vida, una visión del cielo le indicó siempre el camino que debía seguir.
En aquel primer sueño, se vio rodeado de una multitud de chiquillos que se peleaban entre sí y blasfemaban; Juan Bosco trató de hacer la paz, primero con exhortaciones y después con los puños. Súbitamente apareció Nuestro Señor y le dijo: "¡No, no; tienes que ganártelos con la mansedumbre y el amor!" Le indicó también que su Maestra sería la Santísima Virgen, quien al instante apareció y le dijo: "Toma tu cayado de pastor y guía a tus ovejas". Cuando la Señora pronunció estas palabras los niños se convirtieron primero, en bestias feroces y luego en ovejas. Mas Sueños e historias >>>
Una gran cualidad: su interés por la salvación de la juventud
El sueño terminó, pero desde aquel momento Juan Bosco comprendió que su vocación era ayudar a los niños pobres, y empezó inmediatamente a enseñar el catecismo y a llevar a la iglesia a los chicos de su pueblo. Para ganárselos, acostumbraba ejecutar ante ellos toda clase de acrobacias, en las que llegó a ser muy ducho. Un domingo por la mañana, un acróbata ambulante dio una función pública y los niños no acudieron a la iglesia; Juan Bosco desafió al acróbata en su propio terreno, obtuvo el triunfo, y se dirigió victoriosamente con los chicos a la misa.
La alegría de Don Bosco
Los muchachos de la calle lo llamaban: ‘Ese es el Padre que siempre está alegre. El Padre de los cuentos bonitos’. Su sonrisa era de siempre. Nadie lo encontraba jamás de mal humor y nunca se le escuchaba una palabra dura o humillante. Hablar con él la primera vez era quedar ya de amigo suyo para toda la vida. El Señor le concedió también el don de consejo: Un consejo suyo cambiaba a las personas. Y lo que decía eran cosas ordinarias.
Durante las semanas que vivió con una tía que prestaba servicios en casa de un sacerdote, Juan Bosco aprendió a leer. Tenía un gran deseo de ser sacerdote, pero hubo de vencer numerosas dificultades antes de poder empezar sus estudios. A los dieciséis años, ingresó finalmente en el seminario de Chieri y era tan pobre, que debía mendigar para reunir el dinero y los vestidos indispensables.
El alcalde del pueblo le regaló el sombrero, el párroco la chaqueta, uno de los parroquianos el abrigo y otro, un par de zapatos. Después de haber recibido el diaconado, Juan Bosco pasó al seminario mayor de Turín y ahí empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir los domingos a un grupo de chiquillos y mozuelos abandonados de la ciudad.
San José Cafasso, sacerdote de la parroquia anexa al seminario mayor de Turín, confirmó a Juan Bosco en su vocación, explicándole que Dios no quería que fuese a las misiones extranjeras: "Desempaca tus bártulos --le dijo--, y prosigue tu trabajo con los chicos abandonados. Eso y no otra cosa es lo que Dios quiere de ti".
El mismo Don Cafasso le puso en contacto con los ricos que podían ayudarle con limosnas para su obra, y le mostró las prisiones y los barrios bajos en los que encontraría suficientes clientes para aprovechar los donativos de los ricos.
El primer puesto que ocupó Don Bosco fue el de capellán auxiliar en una casa de refugio para muchachas, que había fundado la marquesa di Barola, la rica y caritativa mujer que socorrió a Silvio Pellico cuando éste salió de la prisión. Los domingos, Don Bosco no tenía trabajo de modo que podía ocuparse de sus chicos, a los que consagraba el día entero en una especie de escuela y centro de recreo, que él llamó "Oratorio Festivo".
Pero muy pronto, la marquesa le negó el permiso de reunir a los niños en sus terrenos, porque hacían ruido y destruían las flores. Durante un año, Don Bosco y sus chiquillos anduvieron de "Herodes a Pilatos", porque nadie quería aceptar ese pequeño ejército de más de un centenar de revoltosos muchachos.
Cuando Don Bosco consiguió, por fin, alquilar un viejo granero, y todo empezaba a arreglarse, la marquesa, que a pesar de su generosidad tenía algo de autócrata, le exigió que escogiera entre quedarse con su tropa o con su puesto en el refugio para muchachas. El santo escogió a sus chicos.
Oratorios, escuelas, talleres...En esos momentos críticos, le sobrevino una pulmonía, cuyas complicaciones estuvieron a punto de costarle la vida. En cuanto se repuso, fue a vivir en unos cuartuchos miserables de su nuevo oratorio, en compañía de su madre, y ahí se entregó, con toda el alma, a consolidar y extender su obra. Dio forma acabada a una escuela nocturna, que había inaugurado el año precedente, y como el oratorio estaba lleno a reventar, abrió otros dos centros en otros tantos barrios de Turín.
Por la misma época, empezó a dar alojamiento a los niños abandonados. Al poco tiempo, había ya treinta o cuarenta chicos, la mayoría aprendices, que vivían con Don Bosco y su madre en el barrio de Valdocco. Los chicos llamaban a la madre de Don Bosco "Mamá Margarita".
Con todo, Don Bosco cayó pronto en la cuenta que todo el bien que hacía a sus chicos se perdía con las malas influencias del exterior, y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros: el de los zapateros y el de los sastres, fueron inaugurados en 1853.
Crece la familia
El siguiente paso fue construir una iglesia, consagrada a San Francisco de Sales. Después vino la construcción de una casa para la enorme familia. El dinero no faltaba, a veces, por verdadero milagro. Don Bosco distinguía dos grupos entre sus chicos: el de los aprendices, y el de los que daban señales de una posible vocación sacerdotal. Al principio iban a las escuelas del pueblo; pero con el tiempo, cuando los fondos fueron suficientes, Don Bosco instituyó los cursos técnicos y los de primeras letras en el oratorio.
En 1856, había ya 150 internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacerdotes. Los externos eran quinientos. Con su extraordinario don de simpatía y de leer los corazones, Don Bosco ejercía una influencia ilimitada sobre sus chicos, de suerte que podía gobernarles con aparente indulgencia y sin castigos, para gran escándalo de los educadores de su tiempo.
Veía en sueños el estado exacto de la conciencia de sus discípulos y después los llamaba y les hacía una descripción tan completa de los pecados que ellos habían cometido, que muchos aclamaban emocionados: "Si hubiera venido un ángel a contarle toda mi vida no me habría hablado con mayor precisión" .
Se gana de tal manera el cariño de los jóvenes, que es difícil encontrar en toda la historia de la humanidad, después de Jesús, un educador que haya sido tan amado como Don Bosco. Los jóvenes llegaban hasta pelear unos contra otros afirmando cada uno que a él lo amaba el santo más que a los demás.
Dedicó su vida a la difusión de las buenas lecturas
Además de este trabajo, Don Bosco se veía asediado de peticiones para que predicara; la fama de su elocuencia se había extendido enormemente a causa de los milagros y curaciones obradas por la intercesión del santo. Otra forma de actividad, que ejerció durante muchos años, fue la de escribir libros para el gusto popular, pues estaba convencido de la influencia de la lectura.
Él decía que Dios lo había enviado al mundo para educar a los jóvenes pobres y para propagar buenos libros, los cuales, además eran sumamente sencillos y fáciles de entender. "Propagad buenos libros --decía Don Bosco-- sólo en el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura". Unas veces se trataba de una obra de apologética, otras de un libro de historia, de educación o bien de una serie de lecturas católicas. Este trabajo le robaba gran parte de la noche y al fin, tuvo que abandonarlo, porque sus ojos empezaron a debilitarse.
En búsqueda de colaboradores
El mayor problema de Don Bosco, durante largo tiempo, fue el de encontrar colaboradores. Muchos jóvenes sacerdotes entusiastas, ofrecían sus servicios, pero acababan por cansarse, ya fuese porque no lograban dominar los métodos impuestos por Don Bosco, o porque carecían de su paciencia para sobrellevar las travesuras de aquel tropel de chicos mal educados y frecuentemente viciosos, o porque perdían la cabeza al ver que el santo se lanzaba a la construcción de escuelas y talleres, sin contar con un céntimo.
Aun hubo algunos que llevaron a mal que Don Bosco no convirtiera el oratorio en un club político para propagar la causa de "La Joven Italia". En 1850, no quedaba a Don Bosco más que un colaborador y esto le decidió a preparar, por sí mismo, a sus futuros colaboradores. Así fue como Santo Domingo Savio ingresó en el oratorio, en 1854.
Nace la gran familia Salesiana
Por otra parte, Don Bosco había acariciado siempre la idea, más o menos vaga, de fundar una congregación religiosa. Después de algunos descalabros, consiguió por fin formar un pequeño núcleo. "En la noche del 26 de enero de 1854 --escribe uno de los testigos-- nos reunimos en el cuarto de Don Bosco. Se hallaban ahí además, Cagliero, Rocchetti, Artiglia y Rua. Llegamos a la conclusión de que, con la ayuda de Dios, íbamos a entrar en un período de trabajos prácticos de caridad para ayudar a nuestros prójimos.
Al fin de ese período, estaríamos en libertad de ligarnos con una promesa, que más tarde podría transformarse en voto. Desde aquella noche recibieron el nombre de Salesianos todos los que se consagraron a tal forma de apostolado. Naturalmente, el nombre provenía del gran obispo de Ginebra, San Francisco de Sales (el "Santo de la amabilidad"). El momento no parecía muy oportuno para fundar una nueva congregación, pues el Piamonte no había sido nunca más anticlerical que entonces.
Los jesuitas y las Damas del Sagrado Corazón habían sido expulsados; muchos conventos habían sido suprimidos y, cada día, se publicaban nuevas leyes que coartaban los derechos de las órdenes religiosas. Sin embargo, fue el ministro Rattazzi, uno de los que más parte había tenido en la legislación, quien urgió un día a Don Bosco a fundar una congregación para perpetuar su trabajo y le prometió su apoyo ante el rey".
En diciembre de 1859, Don Bosco y sus veintidos compañeros decidieron finalmente organizar la congregación, cuyas reglas habían sido aprobadas por Pío IX. Pero la aprobación definitiva no llegó sino hasta quince años después, junto con el permiso de ordenación para los candidatos del momento. La nueva congregación creció rápidamente: en 1863 había treinta y nueve salesianos; a la muerte del fundador, eran ya 768, y en la actualidad se cuentan por millares: Diecisiete mil en 105 países, con 1,300 colegios y 300 parroquias, y se hallan establecidos en todo el mundo.
Don Bosco realizó uno de sus sueños al enviar sus primeros misioneros a la Patagonia. Poco a poco, los Salesianos se extendieron por toda la América del Sur. Cuando San Juan Bosco murió, la congregación tenía veintiséis casas en el Nuevo Mundo y treinta y ocho en Europa. Las instituciones salesianas en la actualidad comprenden escuelas de primera y segunda enseñanza, seminarios, escuelas para adultos, escuelas técnicas y de agricultura, talleres de imprenta y librería, hospitales, etc., sin omitir las misiones extranjeras y el trabajo pastoral.
El siguiente paso de Don Bosco fue la fundación de una congregación femenina, encargada de hacer por las niñas lo que los Salesianos hacían por los niños. La congregación quedó inaugurada en 1872, con la toma de hábito de veintisiete jóvenes, entre ellas, Santa María Dominga Mazzarello, que fue la cofundadora, a las que el santo llamó Hijas de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos (o Hijas de María Auxiliadora). La nueva comunidad se desarrolló casi tan rápidamente como la anterior y emprendió, además de otras actividades, la creación de escuelas de primera enseñanza en Italia, Brasil, Argentina y otros países. "Hoy en día son dieciséis mil, en setenta y cinco países".Para completar su obra, Don Bosco organizó a sus numerosos colaboradores del exterior en una especie de tercera orden, a la que dio el título de Colaboradores Salesianos. Se trataba de hombres y mujeres de todas las clases sociales, que se obligaban a ayudar en alguna forma a los educadores salesianos.

Nuestro Señor le inspiró un sabio método de enseñanza
El sueño o visión que tuvo Don Bosco en su juventud marcó toda su actividad posterior con los niños. Todo el mundo sabe que para trabajar con los niños, hay que amarlos; pero lo importante es que ese amor se manifieste en forma comprensible para ellos. Ahora bien, en el caso de Don Bosco, el amor era evidente, y fue ese amor el que le ayudó a formar sus ideas sobre el castigo, en una época en que nadie ponía en tela de juicio las más burdas supersticiones acerca de ese punto.
Los métodos de Don Bosco consistían en desarrollar el sentido de responsabilidad, en suprimir las ocasiones de desobediencia, en saber apreciar los esfuerzos de los chicos, y en una gran amistad. En 1877 escribía: "No recuerdo haber empleado nunca un castigo propiamente dicho. Por la gracia de Dios, siempre he podido conseguir que los niños observen no sólo las reglas, sino aun mis menores deseos". Pero a esta cualidad se unía la perfecta conciencia del daño que puede hacer a los niños un amor demasiado indulgente, y así lo repetía constantemente Don Bosco a los padres.
Una de las imágenes más agradables que suscita el nombre de Don Bosco es la de sus excursiones domingueras al bosque, con una parvada de rapazuelos. El santo celebraba la misa en alguna iglesita de pueblo, comía y jugaba con los chicos en el campo, les daba una clase de catecismo, y todo terminaba al atardecer, con el canto de las vísperas, pues Don Bosco creía firmemente en los benéficos efectos de la buena música.
La construcción de iglesias
El relato de la vida de Don Bosco quedaría trunco, si no hiciéramos mención de su obra de constructor de iglesias. La primera que erigió era pequeña y resultó pronto insuficiente para la congregación. El santo emprendió entonces la construcción de otra mucho más grande, que quedó terminada en 1868. A ésta siguió una gran basílica en uno de los barrios pobres de Turín, consagrada a San Juan Evangelista.
El esfuerzo para reunir los fondos necesarios había sido inmenso; al terminar la basílica, el santo no tenía un céntimo y estaba muy fatigado, pero su trabajo no había acabado todavía. Durante los últimos años del pontificado de Pío IX, se había creado el proyecto de construir una iglesia del Sagrado Corazón en Roma, y el Papa había dado el dinero necesario para comprar el terreno. El sucesor de Pío IX se interesaba en la obra tanto como su predecesor, pero parecía imposible reunir los fondos para la construcción.
"Es una pena que no podamos avanzar" --dijo el Papa al terminar un consistorio--. "La gloria de Dios, el honor de la Santa Sede y el bien espiritual de muchos fieles están comprometidos en la empresa. Y no veo cómo podríamos llevarla adelante"--"Yo puedo sugerir una manera de hacerlo" --dijo el cardenal Alimonda.--"¿Cuál? --preguntó el Papa.--"Confiar el asunto a Don Bosco".–"¿Y Don Bosco estaría dispuesto a aceptar?"–"Yo le conozco bien" --replicó el cardenal--; "la simple manifestación del deseo de Vuestra Santidad será una orden para él".

La tarea fue propuesta a Don Bosco, quien la aceptó al punto.
Cuando ya no pudo obtener más fondos en Italia, se trasladó a Francia, el país en que había nacido la devoción al Sagrado Corazón. Las gentes le aclamaban en todas partes por su santidad y sus milagros y el dinero le llovía. El porvenir de la construcción de la nueva iglesia estaba ya asegurado; pero cuando se aproximaba la fecha de la consagración, Don Bosco repetía que, si se retardaba demasiado, no estaría en vida para asistir a ella. La consagración de la iglesia tuvo lugar el 14 de mayo de 1887, y San Juan Bosco celebró ahí la misa, poco después.
Muerte de Don Bosco
Pero sus días tocaban a su fin. Dos años antes, los médicos habían declarado que el santo estaba completamente agotado y que la única solución era el descanso; pero el reposo era desconocido para Don Bosco. A fines de 1887, sus fuerzas empezaron a decaer rápidamente; la muerte sobrevino el 31 de enero de 1888, cuando apenas comenzaba el día, de suerte que algunos autores
escriben, sin razón, que Don Bosco murió al día siguiente de la fiesta de San Francisco de Sales.
Su cuerpo permanece incorrupto en la Basílica de María Auxiliadora en Turín, Italia.
Sus últimas recomendaciones fueron: "Propagad la devoción a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros. Ayudad mucho a los niños pobres, a los enfermos, a los ancianos y a la gente más necesitada, y conseguiréis enormes bendiciones y ayudas de Dios. Os espero en el Paraíso".
Cuarenta mil personas desfilaron ante su cadáver en la iglesia, y sus funerales fueron una especie de marcha triunfal, porque toda la ciudad de Turín salió a la calle durante tres días a honrar a Don Bosco por última vez.
Fueron tantos los milagros conseguidos al encomendarse a Don Bosco, que el Sumo Pontífice lo canonizó cuando apenas habían pasado cuarenta y seis años de su muerte (en 1934) y lo declaró Patrono de los que difunden buenas lecturas y "Padre y maestro de la juventud".
Fuente Bibliográfica: "Vidas de los Santos de Butler", tomo I, excepto algunas adaptaciones hechas por las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, y partes que van en letra itálica, procedentes de: "Vidas de Santos (1)" y "Autobiografía de San Juan Bosco", del Padre Eliécer Sálesman, Apostolado Bíblico Católico.

Sueños y enseñanzas de San Juan Bosco

LOS DOS PILARES DE NUESTRA FE

Este es su sueño mas famoso
Sus tres grandes amores son Jesús Sacramentado, María Auxiliadora y el Sumo Pontífice, quienes fueron protagonistas en uno de sus mas famosos sueños proféticos:
Don Bosco vio que una gran barca (la Iglesia) navegaba en un mar tempestuoso piloteada por el Romano Pontífice, y a su alrededor muchísimas navecillas pequeñas (los cristianos). De pronto aparecieron un sinnúmero de naves enemigas armadas de cañones (el ateísmo, la corrupción, la incredulidad, el secularismo, etc., etc.) y empezó una tremenda batalla.
A los cañones enemigos se unen las olas violentas y el viento tempestuoso. Las naves enemigas cercan y rodean completamente a la Nave Grande de la Iglesia y a todas las navecillas pequeñas de los cristianos. Y cuando ya el ataque es tan pavoroso que todo parece perdido, emergen desde el fondo del mar dos inmensas y poderosas columnas (o pilares). Sobre la primera columna está la Sagrada Eucaristía, y sobre la otra la imagen de la Virgen Santísima.
La nave del Papa y las navecillas de los cristianos se acercan a los dos pilares y asegurándose de ellos ya no tienen peligro de hundirse. Luego, desde las dos columnas sale un viento fortísimo que aleja o hunde a las naves enemigas, y en cambio a las naves amigas les arregla todos sus daños.
Todo el ejército enemigo se retira derrotado, y los cristianos con el Santo Padre a la cabeza entonan un Himno de Acción de Gracias a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora. El sueño es detallado e incluye a varios papas...
«La Iglesia deberá pasar tiempos críticos y sufrir graves daños, pero al fin el Cielo mismo intervendrá para salvarla. Después vendrá la paz y habrá en la Iglesia un nuevo y vigoroso florecimiento».
Estimamos que la visión de los pilares es muy actual. Corresponde a la visión del S.S. Juan Pablo II para la Iglesia. Nosotros debemos estar en sintonía espiritual con el Papa y cooperar con el de todo corazón para que la barca, la Iglesia, avance hacia los pilares.

PENSAMIENTOS DE DON BOSCO La ayuda de Dios no falta cuando se trabaja de veras y con fe. El demonio tiene miedo a la gente alegre. Haz que todos los que hablan contigo se hagan amigos tuyos. Trata de hacerte querer más que temer. Preocúpense especialmente de los enfermos , de los niños , de los ancianos y de los pobres , y ganarán la bendición de Dios y la benevolencia de los hombres. El amor da fuerzas para soportar las fatigas , los disgustos , las ingratitudes , la falta de disciplina , las ligerezas , las negligencias de los jóvenes. Recuerda que todo cristiano tiene la obligación de ayudar a los demás , y que no hay predicación más eficaz que la del buen ejemplo. La caridad todo lo soporta , de donde se deduce que no tendrá jamás verdadera caridad el que no quiere soportar los defectos ajenos. La Comunión devota y frecuente es el medio más eficaz para tener buena muerte y así salvar el alma. El alimento del alma es la Palabra de Dios. Para hacer el bien hay que tener un poco de valor. Bueno es el cuerpo cuando esté aseado , pero mejor es tener la conciencia limpia de toda culpa. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad ? Da limosna a los pobres. Si el dinero hace mucho, la oración lo obtiene todo. Hay que sudar muchísimo para conservar la dulzura y, tal vez, sea necesario derramar la propia sangre para no perderla. La vida es demasiado corta. Hay que hacer deprisa lo poco que se pueda , antes de que nos sorprenda la muerte. La primera virtud de un hombre es la obediencia a su padre y a su madre. El humilde siempre será bien visto por todos : por Dios y por los hombres. En la enseñanza , textos breves , fáciles y precisos. Me basta que sean jóvenes para amarlos con ardor. Sé agradecido con quien te ayude. Pongámonos todos bajo el manto de la Virgen . Ella nos librará de los peligros y nos guiará. El que confía en la Virgen nunca se verá defraudado. Se atrapan más moscas con una cucharadita de miel que con todo un barril de vinagre. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. Los tres enemigos del hombre son: la muerte (que lo sorprende) , el tiempo (que se escapa), y el demonio (que le tiende sus lazos). Hace mucho el que hace poco, pero hace lo que debe. No hace nada el que hace mucho, pero no hace lo que debe hacer. No te comprometas asumiendo demasiados trabajos. Quien mucho abarca poco aprieta y lo estropea todo. La verdadera religión no consiste sólo en palabras; es menester pasar a las obras. Un Oratorio sin música es un cuerpo sin alma. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Quien no vive en paz con Dios, no puede tener paz consigo mismo ni con los demás. ¡Qué consolador resulta el Padrenuestro que resulta por la mañana y a la noche, qué gusto da pensar que tenemos en el cielo un Padre que piensa en nosotros!. Un trocito de paraíso lo arregla todo. Del prójimo hay que hablar bien o callar. Es preciso tener como compañera inseparable a la paciencia. Piensa en Dios según la fe, del prójimo según la caridad, y de ti según la humildad. Perdona todo a todos, a ti no te perdones nada.El Señor siempre envía grandes socorros para las grandes necesidades . Déjate guiar siempre por la razón y no por la pasión. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo , sino solamente de Dios. Respeto a todos pero no temo a nadie.
Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. Cuando se trata se servir a Dios, hay que estar dispuesto a sacrificarlo todo. Todo salesiano hágase amigo de todos, no busque nunca la venganza , sea fácil en perdonar. Sólo en el silencio concede el Señor sus gracias. Caridad , paciencia , dulzura , nunca reproches humillantes , nunca castigos . Hacer el bien a todos los que se pueda , y a ninguno el mal. El trabajo es un arma poderosa contra los enemigos del alma. Trabaja por el Señor, el paraíso lo recompensa todo. ¡Ay de quien trabaja esperando el pago del mundo!, el mundo es mal pagador y paga siempre con la ingratitud. Trabaja por amor a Jesucristo. Hay que trabajar como si no se debiese morir nunca y vivir como si se debiese morir cada día. Cuando un hijo abandona a sus padres para seguir la vocación, Jesucristo ocupa su lugar en la familia.
LA VIRGEN LO REPRENDE POR SU SILENCIO El 4 de Junio de 1887 (apenas unos meses antes de la muerte del Santo), Don Bosco narró :“He visto a Nuestra Señora la Virgen María en un Sueño y me ha reprochado mi silencio acerca del buen uso que se debe hacer de las riquezas. Entre otras cosas me dijo : que muchas almas se condenan por faltar contra el sexto y el noveno mandamiento , pero que hay también muchas que se pierden por haber hecho mal uso de las riquezas. Y se quejaba Ella de que los sacerdotes no se atrevan a hablar de este argumento desde la cátedra sagrada” . (MB 13,361) .Don Bosco había hablado mucho y muy fuertemente acerca de la gran responsabilidad de quien no le da un fin social a sus riquezas .Claramente había dicho a los ricos en sus conferencias :“Si ahora no dais voluntariamente parte de vuestras riquezas a los necesitados, un día las tendréis que dar obligados por el puñal que os pondrán enfrente . Dad , dad mucho, antes de que los pobres lleguen al límite de su capacidad de aguante y os vengan a exigir con violencia lo que deberíais haber repartido de buena gana” .Y él deseaba escribir un libro acerca de la gran responsabilidad que tiene cada uno de hacer de sus riquezas algo que redunde en bien de todos . Pero muchos le decían que él era muy exagerado a este respecto, y que no convenía hablar de estos temas. Así que no se atrevió a escribir su deseado libro .Después de este Sueño llamó al Padre Francesia y le pidió que escribiera una obra acerca de este tema tan importante. Poco después apareció un libro de dicho sacerdote, bajo el título de “Al Paraíso por medio de las riquezas” .Don Bosco siempre creyó en la frase de Jesús:“Dad limosna según vuestras posibilidades y todo será puro para vosotros” (Lucas 11,41 )San Juan Bosco y María Auxiliadora y los famosos sueños del Santo. Pgs. 191 a 192 P. Eliécer Sálesman. Apostolado Bíblico Católico. Carrera 6° N° 27-63 Sur (B. 20 de Julio) Tel: 2093366. Bogotá.

ACERCA DE LA OBLIGACIÓN DE DAR LIMOSNA El 14 de junio de 1887 habló así nuestro Santo :“Hace unas noches soñé que se me aparecía la Santísima Virgen y me reprochaba por haberme callado últimamente acerca de la grave obligación de dar limosna .Y me dijo: “Mire, que aunque uno sea sacerdote puede perderse por pecados contra el sexto y el séptimo mandamiento”. Y me insistió en que son muchos los que se pierden por no haber hecho buen uso de las riquezas, por hacer uso indebido de sus bienes, y no repartir lo suficiente a los pobres. Y añadió : “Si los que tienen bienes de fortuna repartieran entre huérfanos y pobres lo que no les resulta muy necesario, sería mucho mayor el número de los que lograrían salvarse. Pero desafortunadamente son muchos los que se guardan para ellos solos sus riquezas y esto será su perdición” .NOTA: Desde hacía varios años venía Don Bosco hablando muy fuertemente a los ricos y a todos los que tenían algunos bienes de fortuna, acerca del gravísimo deber que tiene todo cristiano de compartir sus bienes con los necesitados. Muchos lo criticaban por esto y hasta lo querían acusar ante las autoridades eclesiásticas por hablar tanto acerca de los graves peligros que les esperan a los que tienen bienes si no los comparten con los necesitados. El santo repetía: “Si ahora no reparten voluntariamente sus bienes a los pobres, un día ellos vendrán con un puñal u otra arma en las manos y se lo quitarán a la fuerza” .Y se quejaba de que a muchos sacerdotes les da pena insistirle a la gente acerca de lo grave que es la obligación de dar limosnas, y limosnas proporcionadas a lo que cada uno tiene o gana. (No migajas que no se sienten. Que eso sería un engañarse uno a sí mismo. Si lo que se da a los demás no cuesta nada , eso no es dar, es sólo un engañarse . La limosna debe empobrecer en algo al que la regala ) .Repetía y repetía que el recomendar a los otros que se dediquen a dar limosnas generosas es hacerles un gran favor, porque según dijo Tobías en la Santa Biblia: “La limosna borra multitud de pecados” .Pero lo criticaban tanto por enseñar esto , dispuso callarse últimamente. Y fue entonces cuando se le apareció la Santísima Virgen en persona a regañarlo por haberse callado y a recordarle que aunque uno sea sacerdote puede perderse si vive pecando contra el sexto mandamiento o no reparte debidamente sus bienes a los pobres .Después de este sueño el santo llamó al Padre Bonetti, buen escritor, y le dijo :-Por favor : redacte un libro acerca de la grave necesidad y obligación que tiene todo buen cristiano de dar limosnas. Y repártanlo por todas partes .El Padre Bonetti publicó ese libro al año siguiente , unos meses después de la muerte del santo. El título del libro era: “Cómo ganarse el cielo dando limosnas en la tierra” .Es curioso que ésta es quizás la última aparición de la Santísima Virgen a Don Bosco, y la hizo para insistirle en un tema importantísimo para la salvación : Dar limosnas . Ayudar a los pobres con toda generosidad . No hacer mal uso de las riquezas .Ahora existe un libro muy hermoso acerca de este tema (cuya lectura recomendamos como enormemente provechosa) . Su título es: “CÓMO HACERSE RICO PARA EL CIELO, DANDO LIMOSNAS EN LA TIERRA” por Sálesman. En ese bello libro está lo que San Juan Bosco enseñaba acerca de la grave obligación que cada uno tiene de dar limosnas según sus posibilidades , y además otros muchos ejemplos muy hermosos. No dejemos de leerlo, su lectura puede ser de gran provecho.
LOS SUEÑOS DE SAN JUAN BOSCO, P. Eliécer Sálesman, Apostolado Bíblico Católico, 3° Edición Diciembre de 2001, Editorial Centro Don Bosco, Av. Eldorado N° 65-96, Bogotá , D.C. -Colombia, Página 493 a 495
RICOS QUE LLEGAN A SER POBRES El 9 de agosto de 1887 Don Bosco narró el siguiente sueño :“Vi en sueños que muchos dueños de fincas buscaban pastos para sus animales y no los encontraban . Y decían :-¿Qué haremos que no hay con qué alimentar los ganados ?Y otros respondían :-Tendremos que matar el ganado y comernos la carne. Como en tiempos de José en Egipto: aquí las vacas flacas devorarán a las vacas gordas .Luego vi unas maletas muy bien cerradas que nadie lograba abrir. Al fin pude abrir una de ellas y estaba totalmente llena de dinero. Y una voz me dijo :-Es el dinero de los ricos que pasará a los pobres, mientras que los ricos no lo podrán emplear. Muchos ricos perderán lo que tienen y serán expropiados” .NOTA : Había aquí avisos de sequías y veranos muy grandes que iban a llegar a los agricultores y ganaderos, y la reafirmación de una verdad que Don Bosco iba predicando en esos años de ciudad en ciudad: “Si los ricos no comparten voluntariamente con los pobres repartiendo generosamente con ellos sus riquezas, un día violentamente les quitarán lo que poseen. Lo que podrían dar por las buenas (ganando así mucho premio para el cielo) y no lo quieren dar , lo perderán un día por medio de la violencia , pero ya sin méritos ni premios para la eternidad” . Y la historia de las revoluciones y de los continuos secuestros de ricos ha venido demostrando que sí se cumple este penoso aviso .Páginas 486-487
LOS CASTIGOS DE LOS PECADORES El 3 de abril de 1887 habló así Don Bosco :“Anoche vi en sueños los castigos que esperan a los pecadores. Y lo que vi es tan terrible que si los que me oyen pudieran verlo, o se dedicarían a una vida santa o saldrían huyendo llenos de susto . Primero oí un estruendo y un griterío como los que se sienten cuando hay un terrible terremoto. Luego vi un enorme horno donde muchos ardían y lanzaban lastimosos quejidos. Y una voz me dijo: “Muchos se dedican en esta tierra a todos los goces y después padecerán horribles sufrimientos” .Luego vi allí sufriendo a muchas personas horrendamente deformadas. Y eran de los nuestros. Y al verlos sufrir tanto y oírles tantos lamentos exclamé :-¿Pero no habrá algún modo de que paguen sus pecados y no tengan que venir a sufrir tantos tormentos ? Y una voz me respondió :Que paguen sus pecados con plata y oro. Con limosnas a los pobres, pero también con otra plata y otro oro preciosos: las oraciones frecuentes, las confesiones y comuniones fervorosas servirán mucho para librarse de los sufrimientos que esperan a quienes viven cometiendo pecados .NOTA: Don Bosco se despertó muy angustiado y lloraba al narrar este sueño. Allí vio destinados a muy terribles castigos a muchos de sus amigos que manchaban sus almas con frecuentes pecados . Afortunadamente la voz del cielo le anunció unos modos prácticos para librarse de aquellos castigos: orar, dar limosnas y recibir con fervor y frecuencia los santos sacramentos, especialmente la Sagrada Eucaristía.
Páginas 492-493
EL CONGRESO DE LOS DIABLOS Soñé que estaba en una gran sala donde muchos diablos celebraban un congreso para encontrar los medios con los cuales lograr acabar y destruir a la Comunidad Salesiana (y a cualquiera otra asociación religiosa) .Un diablo propuso :-Para destruir esta asociación religiosa lo mejor será la GULA . Ella trae desgano para hacer el bien , corrupción de costumbres, malos ejemplos, falta de espíritu de sacrificio, descuido de los deberes de apostolado …Pero el otro diablo respondió:-Este medio no sirve para la mayoría, porque la comida de los religiosos es bastante sobria y las bebidas alcohólicas son escasas entre ellos .Sus reglamentos mandan que la alimentación sea ordinaria y los superiores vigilan para que no haya exceso en esto. Y el que se excede en el comer y en el beber no sólo produce escándalo entre los demás sino que atrae el desprecio de los otros. Yo propongo más bien, como medio para acabar con la Congregación al inspirarles un gran AMOR POR LAS RIQUEZAS .Y añadió:-Es que cuando en una asociación religiosa entra el amor a las riquezas, llega también el amor por las comodidades, y el deseo de tener cada uno su propio dinero para gastarlo en lo que se le antoje, y los religiosos empiezan ya a no pensar con caridad en los demás, sino con egoísmo, cada uno en sí mismo . Y el amor al dinero lleva a los religiosos a dedicarse a los ricos que pueden pagar altas cuotas, y se van olvidando de los pobres .Aquel demonio quería continuar hablando pero le interrumpió un tercero que dijo :-¡Qué gula, ni qué amor a las riquezas! . Estos religiosos son bastante pobres y bastante sobrios . Además se dedican a atender gentes tan necesitadas, que cualquier cantidad de dinero que les llegue , apenas sí les alcanzará para ayudar a tantos pobres que vienen a pedir su ayuda .Yo en cambio propongo como medio para acabar con su comunidad el incitarles a una EXAGERADA LIBERTAD. Convencerlos de que no es necesario obedecer a los reglamentos de su Congregación . Que hay que rechazar ciertas preocupaciones poco brillantes que se les encomiendan. Que hay que producir movimientos contra sus superiores. Que se puede ir siempre a hacer visitas sin pedir permiso a nadie . Que pueden aceptar toda clase de invitaciones y aprovechar esas ocasiones para salir de casa … y otras cosas semejantes .Entonces se adelantó un cuarto demonio y exclamó : -Esos medios que han propuesto resultan bastante inútiles, porque los superiores pueden despedir a los rebeldes. Es verdad que algunos se dejarán deslumbrar por el deseo de tener una exagerada libertad, pero ya verán que la mayor parte de estos religiosos se mantendrán fieles al cumplimiento de su deber . Yo les propongo un medio cuya peligrosidad estos hombres no serán capaces de descubrir tan fácilmente . Consiste en CONVENCERLOS DE QUE LO MAS IMPORTANTE ES LLEGAR A SER MUY INSTRUÍDOS, que su principal gloria será el lograr ser personas de mucha ciencia. Y para eso hay que convencerlos de que estudien mucho para adquirir fama , y no para lograr hacer gran bien a las almas o para ser más santos. Que se instruyan para provecho propio y no para provecho del prójimo que necesita de su apostolado. Hay que llevarlos a que desprecien a los que no son muy instruidos y que les interese la ciencia solamente, y no el ejercer el ministerio sacerdotal y el apostolado que tiene que hacer un buen religioso. Que no les guste enseñar catecismo a los niños, ni dar clases a los pobres , ni pasar largas horas en el confesionario. Que se dediquen solamente a predicaciones en las cuales puedan lucir todo su orgullo y conseguir alabanzas de las personas humanas, pero no a las sencillas predicaciones en las cuales ayuden en verdad a la salvación de las almas .Esta proposición fue recibida con grandes aplausos por todos los diablos. Y yo me puse a pensar con tristeza que a nuestra Congregación (y a muchas otras) puede llegar el terrible peligro de que algunos crean que lo verdaderamente importante es ser muy instruidos y adquirir fama de brillantes ante los demás, y mientras tanto descuiden sus deberes de sacerdotes y de religiosos, esos deberes sencillos y humildes de enseñar catecismo, de confesar, de predicar de manera fácil al pueblo ignorante y de dedicarse a labores de apostolado que no brillan ante los ojos humanos pero que sí tienen un gran valor ante los ojos de Dios .Y yo pensaba: ¡qué peligro tan grande el que nos puede venir : que los nuestros deseen solamente la ciencia que hincha y enorgullece y que proporciona alabanzas de la gente, y que esto los lleve a despreciar los buenos consejos de aquellos a los cuales consideran inferiores a ellos en el saber ! .De pronto uno de los diablos me vio escondido allá en un rincón escuchándoles y entonces todos ellos se lanzaron contra mí tratando de destrozarme. Yo empecé a gritar: ¡Auxilio! ¡Auxilio! y … me desperté muy emocionado y muy cansado .
Páginas 465-468
La fórmula segura para ganarse la lotería -De San Juan Bosco
En el siglo pasado vivió uno de los hombres mas famosos por sus milagros y sus profecías: San Juan Bosco. Su fama se esparcía por todos lados. A unos les anunciaba cuantos años iban a vivir, a otros les decía lo que iban a ser en el futuro, y a muchos les leía los pecados ante que se los dijeran en el confesionario. En total hizo más de ochocientos milagros.
Un hombre pobre oyó hablar de las maravillas que hacía este humilde sacerdote y corrió en su busca para preguntarle algo muy importante: La fórmula para sacarse la lotería. Quería que el santo le dijera qué números debía escoger al comprar el billete.
San Juan Bosco meditó un rato y luego le contestó con plena seguridad: "los números mágicos para que Ud. Se saque la lotería son estos: 10 -7- 14. Puede conseguirlos en cualquier orden y se la sacará".
El hombre se llenó de alegría y ya se despedía para salir corriendo a comprar el billete, cuando el santo, tomándolo del brazo le dijo sonriente: "un momento, que todavía no le he explicado bien los números ni le he dicho de qué clase de lotería se trata. Mire: estos números significan lo siguiente: "10" significa que usted debe cumplir los Diez Mandamientos; "7" significa que usted debe recibir con frecuencia los sacramentos; "14" significa que usted debe practicar las 14 obras de misericordia, tanto las corporales como las espirituales. Si usted cumple estas tres condiciones: observar los mandamientos, recibir bien los sacramentos y practicar las obras de misericordia, se va a sacar la más estupenda de todas las loterías: la gloria eterna del cielo".
El hombre comprendió y en vez de irse a buscar al lotero, fue al asilo a llevar una limosna.
Invierte todo tu corazón en esos números y serás verdaderamente feliz aquí en la tierra y en el cielo.
SECRETOS PARA OBTENER TRIUNFOS: REVELADOS POR LA VIRGEN EN EL SUEÑO DEL ROSAL

Cuenta Don Bosco: “Un día del año 1847 se me apareció la Reina del Cielo y me condujo a un jardín encantador; era un inmenso rosal. Para no dañar las rosas me quité los zapatos, y empecé a andar. Pero las rosas tenían terribles espinas que me destrozaban los pies. Viendo que no podría continuar así, Nuestra Señora me aconsejó que me volviera a poner el calzado. Así lo hice. Muchas personas me seguían, pero apenas empezaban a sentir las fuertes punzadas de las rosas, se devolvían. Había rosas a la derecha, a la izquierda, en el suelo, y sobre la cabeza de los que caminábamos. Pero todas con espinas muy agudas y algunas nos daban punzadas tan terribles que producían espasmos.

La gente desde la orilla del rosal decía: “Mire qué sabroso viaja Don Bosco: caminando sobre rosas y todo es fácil para él”, pero no sabían qué tan dolorosos pinchazos estaba yo sintiendo en los pies, en la cabeza, en los brazos y en las espaldas.

Muchos religiosos que me habían seguido, al sentir tantos dolores exclamaban: “Nos engañaron, esto es muy duro”. Y yo les contestaba: “el que sólo desea gozar, sin sufrir, que se devuelva. Pero los que desean triunfos a costa del propio sufrimiento, que me sigan”. Muchos abandonaron la vía y se devolvieron.

Algunos me seguían todavía. De vez en cuando alguien se desanimaba y se devolvía, pero unos cuantos valientes seguían por el camino de rosas aguantando las dolorosas heridas.

Al final nos encontramos en un precioso jardín. Todos íbamos heridos, sudorosos y sangrantes. Pero luego sopló un suave viento y quedamos curados.

Vi que los que me acompañaban pertenecían a muchas naciones y muchas razas.

Luego llegamos a un edificio de una hermosura inenarrable. Allí nos esperaba la Virgen María, la cual nos dio esta explicación:

El rosal es el camino que debe seguir quien se dedica a educar la juventud. Las espinas son los muchos sufrimientos que hay que soportar para poder educar bien: Las rosas significan que para ser buen educador hay que tener mucha caridad. El ponerse el calzado para atravesar el rosal significa que hay que usar el “calzado de la mortificación”.
Mortificar las simpatías y las antipatías. Porque quien se deja llevar de las simpatías o antipatías paraliza su apostolado y no logra conseguir los debidos frutos para la vida eterna”.

“Hay que recordar a todos que después de un poco de tiempo de sufrimientos educando a la juventud, se llegará a la Casa del Padre en el Cielo, donde cada uno recibirá su premio, según hayan sido sus obras”.

“Con mucha caridad y mucha mortificación se llegará al cielo, en donde ya no habrá sino rosas, sin espinas”.

“Apenas la Santísima Virgen terminó de hablar, me desperté”. MB 3,32.

ESTE SUEÑO LO TUVO DON BOSCO EN UNA ÉPOCA MUY DURA PARA ÉL:
Ya llevaba seis años tratando de conseguir colaboradores para educar a sus jóvenes, pero todos se le iban: sacerdotes, seminaristas, profesores: todos se cansaban: la vida del Oratorio de Don Bosco era muy dura: la comida mala.

El trabajo mucho. La pobreza grande, y los jovencitos, por ser de las clases más abandonadas, eran toscos y groseros (sobretodo al principio). Pero desde que la Virgen le hizo las revelaciones de este Sueño, ya Don Bosco aprendió el REMEDIO PARA OBTENER TRIUNFOS: recordar sin cesar a sus colaboradores el gran premio que les esperaba en el cielo. “Un pedacito de cielo lo arregla todo” le había dicho San Benito Cotolengo.

Y a base de hacer presente el futuro maravilloso que les esperaba en la eternidad, se fue consiguiendo colaboradores fijos, que a pesar de tantas espinas de la vida, perseveraron en su compañía y llegaron a formar la poderosa Comunidad Salesiana, que tantos jóvenes educa en el mundo.

Las espinas no han dejado de atormentar, pero la esperanza en el Reino Eterno del Cielo tampoco ha perdido su fuerza maravillosa de animación.


DON BOSCO HACE UN DESAFÍO A LAS NUBES, Y SE PONE A TEMBLAR

Lo invitaron a predicar al pueblo de Montemagno, donde desde hacía tres meses no caía una gota de agua, y la gente estaba pasando por una situación de pobreza, de hambre y de sequía desesperante. Habían hecho varias rogativas y el cielo no daba ni la mínima señal de próximas lluvias. Los sermones que San Juan Bosco debía predicar eran nueve. Tres cada día.

Y en el primer sermón, con la iglesia totalmente colmada de gente , el Santo dijo con poderosa voz : “Si asistís a la predicación de estos tres días, si os reconciliáis con Dios haciendo una buena confesión, si os preparáis de tal manera que el próximo 15 de agosto, Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen, todos comulguéis, YO OS PROMETO EN NOMBRE DE NUESTRA SEÑORA UNA LLUVIA ABUNDANTE QUE VENDRÁ A REFRESCAR VUESTROS CAMPOS.

Al terminar el sermón, los demás sacerdotes le decían: “Se necesita mucho valor para prometer lluvias para dentro de tres días, en medio de este verano tan espantoso en que estamos”.

-¿Pero si yo no he dicho esto? – respondió el santo.
“-Sí, sí, le contestaron todos. Así lo dijo –“.
Y llamando a unos campesinos les preguntaron: -¿Qué les dijo Don Bosco en su sermón?- - Pues nos dijo que si veníamos a los sermones y comulgamos, él nos promete en nombre de la Virgen María que nos llegará una provechosa lluvia”.

La gente tomó totalmente en serio la promesa. Todos asistieron a los sermones. Todos, todos se confesaron. No bastaban los varios sacerdotes para confesar a tanta gente. Día y noche estaban confesando.
Y Don Bosco seguía predicando, mientras la gente pensaba y se preguntaba. -¿Y la lluvia, si vendrá?.
-Alejaos de vuestros pecados y la lluvia vendrá- respondía el santo.

Llegó el día de la Asunción de la Virgen. La comunión fue tan numerosa como nunca se había visto en aquel pueblo (años después todavía los sacerdotes comentaban que nunca más habían tenido que confesar ni repartir comunión a tanta gente como en aquella ocasión). Pero llegó el mediodía y ni rastro de lluvias. El sol brillaba más fuerte que nunca.

Don Bosco se levantó antes que los demás del almuerzo. Estaba preocupado. La gente había hecho todo lo que él les había aconsejado. ¿Y ahora, la lluvia?. Apoyado en una ventana miraba hacia el horizonte y parecía interrogar al cielo. Pero la respuesta era negativa. El calor era sofocante.

Suenan las campanas para el último sermón.
Son las tres de la tarde. La gente suda a chorros. Don Bosco se dirige a la iglesia. El Marqués Fossati le dice: “-Don Bosco: esta vez si va a quedar muy mal con sus promesas. Nos prometió lluvias y mire como suda la gente con este solazo”.

Don Bosco manda al sacristán: “-asómese a la altura cercana y mire si hay esperanzas de lluvia-“.

El sacristán regresa: -Nada !. Cielo despejadísimo. Sólo una nubecita muy pequeña en la lejanía.

-Bien, bien- responde el Santo, y sube a predicar. Mientras va al sitio de la predicación dice interiormente a la Santísima Virgen:
“Señora: no es mi buena fama lo que está en juego en este momento. Es tu buen nombre. Tú verás si me haces quedar mal. Esta pobre gente ha hecho todo lo posible por agradarte. Tú verás si los dejas partir desilusionados.-

Empezó su sermón haciendo que todo el pueblo cantara el Himno de acción de gracias compuesto por la misma Santísima Virgen: “El Señor hizo en Mí maravillas, gloria al Señor” !.
Un gentío inmenso le escucha, con los ojos fijos en él. Todos rezan: “Acordaos oh Madre Santa -que jamás se oyó decir- que alguno haya implorado- sin tu auxilio recibir…“ y empieza a hablar de las maravillas del poder de la Madre de Dios.

Han pasado cinco minutos de sermón. El sol empieza a oscurecerse. Un retumbar inmenso se oye en el firmamento: un trueno poderoso, otro y otro. En el tejado de la Iglesia se escuchan caer gruesas goteras. Un murmullo de alegría recorre todo el templo. Don Bosco se calla por un momento. Un gran aguacero se siente caer. Los ventanales de la Iglesia retumban ante las ondas de viento cargadas de refrescante lluvia.

Don Bosco sigue su sermón: un “Gracias” a la Madre de Cielo. Está emocionado. Tiene que secar con el pañuelo las lágrimas de gratitud que brotan de sus ojos. Y muchos de aquellos rudos campesinos, sienten aflojar también ante sus ojos calurosos lágrimas de acción de gracias.

El santo agradecido termina recordando a todos la famosa frase que más tarde hará grabar sobre las campanas de la Iglesia de María Auxiliadora: “CUANDO MARÍA RUEGA: TODO SE OBTIENE. –NADA SE NIEGA”.


SANTO DOMINGO SAVIO SE APARECE , DESPUÉS DE MUERTO , A SAN JUAN BOSCO

Quizás el más grande éxito de Don Bosco como educador fue el haber logrado que un alumno suyo , Domingo Savio , en sólo tres años de colegio alcanzara tal santidad , que hasta ahora , en 19 siglos y medio de existencia de la Iglesia Católica , ha sido el ÚNICO COLEGIAL DECLARADO SANTO POR EL PAPA .
Domingo Savio , nació el 2 de abril de 1842 , de padres muy pobres , en un pueblecito de Italia , (no muy lejos de Roma) se encontró con San Juan Bosco en uno de los paseos que el santohacía con sus alumnos por los campos y pueblos de Italia , presentando funciones de canto y música , piezas de teatro , solemnizando misas y fiestas religiosas , y dando buenísimos ejemplos de alegría y buen comportamiento . Estos paseos , al tiempo que servían como vacaciones de los alumnos internos , eran una gran propaganda para la Obra de Don Bosco y muchos jóvenes de provincia quedaban tan encantados del sistema tan alegre y simpático del santo para educar , que ya nunca se separaban de él . Uno de esos que apenas lo conoció , fue su amigo hasta la muerte , fue Domingo Savio .

Como era muy pobre , Don Bosco le concedió una beca en su Oratorio de Turín , y allí desde 1854 hasta 1857 Domingo hizo sus tres primeros años de bachillerato .
En los tres años ganó por votación unánime de 800 alumnos el premio de compañerismo cada año , y su santidad y simpatía fueron tan grandes que por muchos años su recuerdo estuvo vivo y vibrante entre todos sus compañeros .

Pero en 1857 , mientras hacía tercero de bachillerato , Domingo Savio se enfermó gravemente y los médicos dijeron que debía ir a su pueblo a descansar . Se despidió de Don Bosco y de sus compañeros con inmensa nostalgia pues estaba seguro de que ya no los volvería a ver en esta tierra y al llegar a su hogar se agravó , y el 9 de marzo de 1857 , después de haber recibido los santos sacramentos , murió plácidamente exclamando :
“Qué cosas tan hermosas veo” (Estaba para cumplir 15 años) .

Pocos días después se apareció en sueños a su padre para avisarle que se había salvado , y ya muy pronto empezó a obrar milagros a favor de los que se encomendaban a él . Fueron tantos y tan grandes los milagros que hizo que el papa Pío XII lo declaró Santo en el año de 1954 , y lo nombró Patrono de los jóvenes del mundo entero .

El 6 de diciembre de 1876 DOMINGO SAVIO SE APARECIÓ A DON BOSCO EN EL SUEÑO FAMOSO , que vamos a narrar enseguida :

Dice Don Bosco :
“En un jardín de una belleza indescriptible , ví aparecer a Domingo Savio acompañado de un gran número de jóvenes , muchos de los cuales yo conocía porque habían sido mis alumnos , pero muchísimos más que nunca había visto . Todos venían alegres a mi encuentro .

Los acompañaban muchos , muchísimos sacerdotes , unos conocidos míos , ya muertos , y otros totalmente desconocidos para mí .
Cada sacerdote guiaba un grupo de jóvenes .

Domingo Savio venía rodeado de músicas y resplandores . Inmensamente bello y brillante . Vestía una túnica blanquísima y estaba ceñido con una franja roja . De su cuello pendía una cadena de flores tan bellas cual yo nunca había visto semejantes . En la cabeza llevaba una corona de rosas . Su cabellera ondulante descendía hasta sus espaldas … parecía un ángel .

Yo pregunté a Domingo : estamos en el paraíso ? .

- No - me respondió . - Esto que ves y oyes son sólo bellezas naturales muy perfeccionadas por el poder de Dios . Lo que es del cielo no lo puede ver ni oir nadie con ojos u oídos humanos , porque se moriría de gozo .

- Y qué gozáis vosotros en el Paraíso ? .

- Es imposible tratar de decirlo porque la mente humana no es capaz de comprender lo que se goza en el cielo . Pero baste decir que gozamos de Dios . Amamos a Dios . Vemos a Dios . Somos amados por Él …

- Y por qué tienes ese vestido tan blanco ? .

Domingo calló pero un coro de voces respondió , cantando , las palabras de la Santa Biblia : “Estos son los que se mantuvieron sin pecado y purificaron sus almas con la Sangre del Cordero . Los que tienen el corazón puro , los que no cometieron pecados de impureza , seguirán al Cordero donde quiera que Él vaya” . (Apocalipsis) .

Luego se me explicó que aquella franja roja significaba los sacrificios hechos , el martirio sufrido para conservar la pureza .
Los jóvenes que venían con Domingo Savio vestían también la túnica blanca y la franja roja ; mientras yo los observaba , oí que unas bellas voces cantaban aquellas palabras del Evangelio : “Serán como ángeles de Dios en el cielo” .

Entonces entablamos con Domingo el siguiente diálogo :
- Vengo a traerte un mensaje del cielo .
¿Ves cuántos son los que me acompañan ? .
Son muchos , muchos . Pero serían muchísimos más si hubieras tenido más fe . - dijo .

Suspiré con dolor y formulé este propósito :
“Procuraré tener más fe en lo por venir” .

Savio me mostró las preciosas flores que lo adornaban y me dijo :
- Dile a tus alumnos que estos son los adornos que deben conseguirse para ir a la eternidad : las rosas significan la caridad : amar mucho a Dios y al prójimo . La azucena : la bella virtud de la pureza (que obtiene que se cumpla en quienes la practican lo que dijo Jesús : “Serán como ángeles de Dios en el cielo”) .
El girasol significa la obediencia . Las espigas : la comunión frecuente ; la genciana : la mortificación , los sacrificios ; y la siempreviva significa que estas virtudes hay que practicarlas siempre , cada día , sin cansarse , ni desanimarse .

- ¿Y dime , Domingo Savio , qué fue lo que más te consoló a la hora de la muerte ? .

- LO QUE MÁS ME CONSOLÓ A LA HORA DE LA MUERTE FUE LA ASISITENCIA DE LA PODEROSA MADRE DE DIOS . Dile a tus discípulos que no dejen de invocarla mucho durante toda su vida .

- ¿Y para el porvenir qué me anuncias ? .

- El año entrante morirán seis más dos de tus colaboradores . Será para ti una gran pena , pero el Señor te enviará muchos colaboradores mas .

- ¿Y para mi Congregación ? . – El año entrante habrá en ella una nueva estrella .
- A la Congregación le esperan grandes triunfos , pero con tal de que sus sacerdotes la guíen por el sendero justo y se hagan dignos de su alta misión . HAY UNAS CONDICIONES PARA QUE TU CONGREGACIÓN TENGA ÉXITO : que tus discípulos sean muy devotos de la Santísima Virgen , y que conserven la virtud de la castidad , que tanto agrada a la Virgen .

- ¿Y mis jóvenes están todos en camino de salvación ? .

- Tus discípulos se dividen en tres clases .
Ves estas tres listas ? . Y me entregó una .

Tenía un título : “los que no han caído” .
Eran muchos . Viajaban hacia la eternidad con el alma hermosa , sin heridas ni manchas .
Muchos de ellos eran conocidos por mí .

Luego me entregó una segunda lista : tenía por título : “Los que cayeron pero se han levantado” . Son los que han pecado pero se han arrepentido y se han confesado y están corrigiéndose . Muchos más que los de la primera lista .

Enseguida me entregó la tercera lista que tenía por título : “Los que caminan por la vía de la perdición “ . Domingo me dijo : estos son los que viven tranquilamente en pecado mortal . Al abrir la lista tendré que retirarme porque son almas tan antipáticas por su amor al pecado que su presencia no la podemos soportar y su olor es insufrible .
- Me voy , recuérdales a todos la lista de flores que deben conseguir .
Domingo y sus compañeros se retiraron bastante cuando yo empecé a abrir la lista de los que están y viven en pecado mortal .
Apenas abrí el papel ví aparecer delante de mí una gran cantidad de jóvenes y con inmensa amargura me dí cuenta de que bastantes de ellos estudiaban con nosotros . Ví a muchos que parecían buenos y hasta óptimos en lo exterior y en cambio su vida estaba llena de pecados mortales consentidos .
Parecen buenos y no lo son en realidad .
Mas en el momento de abrir la lista se esparció un olor tan insoportable que creí morir . La hermosa visión de Domingo Savio y sus amigos , desapareció . La atmósfera se oscureció , y al mismo tiempo hendió los aires un relámpago , y un formidable trueno se dejó oír , de tal manera que me desperté asustadísimo .

Aquel olor penetró en todas las paredes y se me infiltró en los vestidos de tal manera , que mucho tiempo después me parecía sentir aquella hediondez terrible . Aún ahora , con solo acordarme me vienen náuseas , me siento asfixiado y con el estómago revuelto .
Al día siguiente empecé a interrogar a los jóvenes para saber si el estado de sus almas era realmente como yo lo había visto en la Visión nocturna y me convencí de que aquel Sueño no me había engañado . Ha sido pues una gracia del Señor que me ha hecho conocer el estado del alma de cada uno de mis alumnos , y a cada uno le iré diciendo en particular cómo lo ví en el Sueño . Hasta ahora todos los que he llamado me han dicho que su situación espiritual es tal cual como yo la ví en las listas que Domingo Savio me presentó (MB , 12 , 580) .

CUMPLIMIENTO DE LO ANUNCIADO : Al año siguiente murieron seis mas dos , de los amigos de Don Bosco : seis alumnos y dos salesianos .

Al año siguiente apareció una nueva estrella en la Comunidad Salesiana : el Boletín Salesiano , la famosa revista fundada por Don Bosco en 1877 , que se publica hoy en 18 idiomas y edita más de un millón de ejemplares mensuales y ha sido el gran medio de propagar por todo el mundo las ideas de Don Bosco , hacer conocer sus obras y conseguir numerosas vocaciones .

De este Sueño , que es uno de los más bellos y admirables de Don Bosco , nuestro Santo repitió después frecuentemente tres ideas claves que se quedaron grabadas:
La primera :
Lo que más me agradó a la hora de la muerte fue la asistencia de la poderosa Madre de Dios . Dile a todos que no dejen de invocarla mucho durante toda su vida .

La Segunda :
Recuérdales a todos la lista de flores que deben conseguir : rosa: caridad . Azucena: pureza . Girasol: obediencia etc. etc.

La Tercera :
La simpatía inmensa que irradiaban los que tenían el alma sin mancha de pecado , y en cambio la asquerosidad y la repugnancia indescriptible de quienes viven tranquilamente en sus pecados . Esto lo recalcó mucho en sus sermones y en sus cartas .

UN ALUMNO DE SAN JUAN BOSCO ES EL ÚNICO COLEGIAL DECLARADO SANTO POR LA IGLESIA CATÓLICA . Santo Domingo Savio .

Don Bosco lo educó en su colegio para niños pobres . Cuando estaba empezando Tercero de Bachillerato se murió , y han sido tantos los milagros que ha obtenido del Señor , que el Papa Pío XII lo declaró Santo.
Su biografía , escrita por su profesor , Don Bosco , ha sido traducida a todos los idiomas importantes del mundo y lleva ya 54 ediciones .


SAN JUAN BOSCO - 31/01/2007


SAN JUAN BOSCO1815-1888 Fiesta: 31 de enero
Presbítero, "Padre y maestro de la juventud", patrono de los editores, fundador de los salesianos. Por su gran devoción a María Auxiliadora, conseguía de ella innumerables milagros.
"En su vida, lo sobrenatural se hizo casi natural y lo extraordinario, ordinario." Pío XI sobre S. Juan Bosco.
Ver también:
Enseñanzas y Sueños de San Juan BoscoTrabajé siempre con amor Basílica María Auxiliadora y Centro Salesiano TurínPrimeros santos discípulos de S. Juan BoscoSanto Domingo Savio Beato Miguel Rua (su sucesor)salesianosbilbao.com
Reseña
Tuvo una niñez muy dura. Una vez ordenado sacerdote, empleó todas sus energías en la educación de los jóvenes. Sus grandes amores que fundamentan su espiritualidad: La Eucaristía, la Virgen María, la Iglesia, la fidelidad al Santo Padre, la juventud.
Fundador de la Congregación de los Salesianos, comunidad religiosa con rama masculina y femenina, dedicados a la educación de los jóvenes, en especial los pobres. Les enseñaba la vida cristiana y diversos oficios. Atrajo y sigue atrayendo a multitudes de jóvenes a Cristo. La Congregación toma su nombre de
San Francisco de Sales.
Famoso por sus sueños proféticos, ¡se conocen 159 de ellos! Quizás el mas famoso es el de la Nave de Pedro, que explicaremos mas adelante.
San Juan Bosco escribió también algunos opúsculos en defensa de la religión.
Gran constructor de iglesias, entre ellas la Basílica de San Juan Evangelista, la Basílica de María Auxiliadora y la Iglesia del Sagrado Corazón en Roma donde celebró su última misa.
Vida de San Juan Bosco
Juan Melchor nace en 1815, junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín. Era el menor de los hijos de un campesino piamontés. Su niñez fue muy dura. Su padre murió cuando Juan tenía apenas dos años y medio. La madre, Margarita, analfabeta y muy pobre, pero santa y laboriosa mujer, que debió luchar mucho para sacar adelante a sus hijos, se hizo cargo de su educación.
El primero de sus 159 sueños proféticos
A los nueve años de edad, un sueño que el rapazuelo no olvidó nunca, le reveló su vocación. Más adelante, en todos los períodos críticos de su vida, una visión del cielo le indicó siempre el camino que debía seguir.
En aquel primer sueño, se vio rodeado de una multitud de chiquillos que se peleaban entre sí y blasfemaban; Juan Bosco trató de hacer la paz, primero con exhortaciones y después con los puños. Súbitamente apareció Nuestro Señor y le dijo: "¡No, no; tienes que ganártelos con la mansedumbre y el amor!" Le indicó también que su Maestra sería la Santísima Virgen, quien al instante apareció y le dijo: "Toma tu cayado de pastor y guía a tus ovejas". Cuando la Señora pronunció estas palabras los niños se convirtieron primero, en bestias feroces y luego en ovejas.
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El sueño terminó, pero desde aquel momento Juan Bosco comprendió que su vocación era ayudar a los niños pobres, y empezó inmediatamente a enseñar el catecismo y a llevar a la iglesia a los chicos de su pueblo. Para ganárselos, acostumbraba ejecutar ante ellos toda clase de acrobacias, en las que llegó a ser muy ducho. Un domingo por la mañana, un acróbata ambulante dio una función pública y los niños no acudieron a la iglesia; Juan Bosco desafió al acróbata en su propio terreno, obtuvo el triunfo, y se dirigió victoriosamente con los chicos a la misa.
La alegría de Don Bosco
Los muchachos de la calle lo llamaban: ‘Ese es el Padre que siempre está alegre. El Padre de los cuentos bonitos’. Su sonrisa era de siempre. Nadie lo encontraba jamás de mal humor y nunca se le escuchaba una palabra dura o humillante. Hablar con él la primera vez era quedar ya de amigo suyo para toda la vida. El Señor le concedió también el don de consejo: Un consejo suyo cambiaba a las personas. Y lo que decía eran cosas ordinarias.
Durante las semanas que vivió con una tía que prestaba servicios en casa de un sacerdote, Juan Bosco aprendió a leer. Tenía un gran deseo de ser sacerdote, pero hubo de vencer numerosas dificultades antes de poder empezar sus estudios. A los dieciséis años, ingresó finalmente en el seminario de Chieri y era tan pobre, que debía mendigar para reunir el dinero y los vestidos indispensables.
El alcalde del pueblo le regaló el sombrero, el párroco la chaqueta, uno de los parroquianos el abrigo y otro, un par de zapatos. Después de haber recibido el diaconado, Juan Bosco pasó al seminario mayor de Turín y ahí empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir los domingos a un grupo de chiquillos y mozuelos abandonados de la ciudad.
San José Cafasso, sacerdote de la parroquia anexa al seminario mayor de Turín, confirmó a Juan Bosco en su vocación, explicándole que Dios no quería que fuese a las misiones extranjeras: "Desempaca tus bártulos --le dijo--, y prosigue tu trabajo con los chicos abandonados. Eso y no otra cosa es lo que Dios quiere de ti".
El mismo Don Cafasso le puso en contacto con los ricos que podían ayudarle con limosnas para su obra, y le mostró las prisiones y los barrios bajos en los que encontraría suficientes clientes para aprovechar los donativos de los ricos.
El primer puesto que ocupó Don Bosco fue el de capellán auxiliar en una casa de refugio para muchachas, que había fundado la marquesa di Barola, la rica y caritativa mujer que socorrió a Silvio Pellico cuando éste salió de la prisión. Los domingos, Don Bosco no tenía trabajo de modo que podía ocuparse de sus chicos, a los que consagraba el día entero en una especie de escuela y centro de recreo, que él llamó "Oratorio Festivo".
Pero muy pronto, la marquesa le negó el permiso de reunir a los niños en sus terrenos, porque hacían ruido y destruían las flores. Durante un año, Don Bosco y sus chiquillos anduvieron de "Herodes a Pilatos", porque nadie quería aceptar ese pequeño ejército de más de un centenar de revoltosos muchachos.
Cuando Don Bosco consiguió, por fin, alquilar un viejo granero, y todo empezaba a arreglarse, la marquesa, que a pesar de su generosidad tenía algo de autócrata, le exigió que escogiera entre quedarse con su tropa o con su puesto en el refugio para muchachas. El santo escogió a sus chicos.
Oratorios, escuelas, talleres...
En esos momentos críticos, le sobrevino una pulmonía, cuyas complicaciones estuvieron a punto de costarle la vida. En cuanto se repuso, fue a vivir en unos cuartuchos miserables de su nuevo oratorio, en compañía de su madre, y ahí se entregó, con toda el alma, a consolidar y extender su obra. Dio forma acabada a una escuela nocturna, que había inaugurado el año precedente, y como el oratorio estaba lleno a reventar, abrió otros dos centros en otros tantos barrios de Turín.
Por la misma época, empezó a dar alojamiento a los niños abandonados. Al poco tiempo, había ya treinta o cuarenta chicos, la mayoría aprendices, que vivían con Don Bosco y su madre en el barrio de Valdocco. Los chicos llamaban a la madre de Don Bosco "Mamá Margarita".
Con todo, Don Bosco cayó pronto en la cuenta que todo el bien que hacía a sus chicos se perdía con las malas influencias del exterior, y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros: el de los zapateros y el de los sastres, fueron inaugurados en 1853.
Crece la familia
El siguiente paso fue construir una iglesia, consagrada a San Francisco de Sales. Después vino la construcción de una casa para la enorme familia. El dinero no faltaba, a veces, por verdadero milagro. Don Bosco distinguía dos grupos entre sus chicos: el de los aprendices, y el de los que daban señales de una posible vocación sacerdotal. Al principio iban a las escuelas del pueblo; pero con el tiempo, cuando los fondos fueron suficientes, Don Bosco instituyó los cursos técnicos y los de primeras letras en el oratorio.
En 1856, había ya 150 internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacerdotes. Los externos eran quinientos. Con su extraordinario don de simpatía y de leer los corazones, Don Bosco ejercía una influencia ilimitada sobre sus chicos, de suerte que podía gobernarles con aparente indulgencia y sin castigos, para gran escándalo de los educadores de su tiempo.
Veía en sueños el estado exacto de la conciencia de sus discípulos y después los llamaba y les hacía una descripción tan completa de los pecados que ellos habían cometido, que muchos aclamaban emocionados: "Si hubiera venido un ángel a contarle toda mi vida no me habría hablado con mayor precisión" .
Se gana de tal manera el cariño de los jóvenes, que es difícil encontrar en toda la historia de la humanidad, después de Jesús, un educador que haya sido tan amado como Don Bosco. Los jóvenes llegaban hasta pelear unos contra otros afirmando cada uno que a él lo amaba el santo más que a los demás.
Dedicó su vida a la difusión de las buenas lecturas
Además de este trabajo, Don Bosco se veía asediado de peticiones para que predicara; la fama de su elocuencia se había extendido enormemente a causa de los milagros y curaciones obradas por la intercesión del santo. Otra forma de actividad, que ejerció durante muchos años, fue la de escribir libros para el gusto popular, pues estaba convencido de la influencia de la lectura.
Él decía que Dios lo había enviado al mundo para educar a los jóvenes pobres y para propagar buenos libros, los cuales, además eran sumamente sencillos y fáciles de entender. "Propagad buenos libros --decía Don Bosco-- sólo en el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura". Unas veces se trataba de una obra de apologética, otras de un libro de historia, de educación o bien de una serie de lecturas católicas. Este trabajo le robaba gran parte de la noche y al fin, tuvo que abandonarlo, porque sus ojos empezaron a debilitarse.
En búsqueda de colaboradores
El mayor problema de Don Bosco, durante largo tiempo, fue el de encontrar colaboradores. Muchos jóvenes sacerdotes entusiastas, ofrecían sus servicios, pero acababan por cansarse, ya fuese porque no lograban dominar los métodos impuestos por Don Bosco, o porque carecían de su paciencia para sobrellevar las travesuras de aquel tropel de chicos mal educados y frecuentemente viciosos, o porque perdían la cabeza al ver que el santo se lanzaba a la construcción de escuelas y talleres, sin contar con un céntimo.
Aun hubo algunos que llevaron a mal que Don Bosco no convirtiera el oratorio en un club político para propagar la causa de "La Joven Italia". En 1850, no quedaba a Don Bosco más que un colaborador y esto le decidió a preparar, por sí mismo, a sus futuros colaboradores. Así fue como
Santo Domingo Savio ingresó en el oratorio, en 1854.
Nace la gran familia Salesiana
Por otra parte, Don Bosco había acariciado siempre la idea, más o menos vaga, de fundar una congregación religiosa. Después de algunos descalabros, consiguió por fin formar un pequeño núcleo. "En la noche del 26 de enero de 1854 --escribe uno de los testigos-- nos reunimos en el cuarto de Don Bosco. Se hallaban ahí además, Cagliero, Rocchetti, Artiglia y Rua. Llegamos a la conclusión de que, con la ayuda de Dios, íbamos a entrar en un período de trabajos prácticos de caridad para ayudar a nuestros prójimos.
Al fin de ese período, estaríamos en libertad de ligarnos con una promesa, que más tarde podría transformarse en voto. Desde aquella noche recibieron el nombre de Salesianos todos los que se consagraron a tal forma de apostolado. Naturalmente, el nombre provenía del gran obispo de Ginebra, San Francisco de Sales (el "Santo de la amabilidad"). El momento no parecía muy oportuno para fundar una nueva congregación, pues el Piamonte no había sido nunca más anticlerical que entonces.
Los jesuitas y las Damas del Sagrado Corazón habían sido expulsados; muchos conventos habían sido suprimidos y, cada día, se publicaban nuevas leyes que coartaban los derechos de las órdenes religiosas. Sin embargo, fue el ministro Rattazzi, uno de los que más parte había tenido en la legislación, quien urgió un día a Don Bosco a fundar una congregación para perpetuar su trabajo y le prometió su apoyo ante el rey".
En diciembre de 1859, Don Bosco y sus veintidos compañeros decidieron finalmente organizar la congregación, cuyas reglas habían sido aprobadas por Pío IX. Pero la aprobación definitiva no llegó sino hasta quince años después, junto con el permiso de ordenación para los candidatos del momento. La nueva congregación creció rápidamente: en 1863 había treinta y nueve salesianos; a la muerte del fundador, eran ya 768, y en la actualidad se cuentan por millares: Diecisiete mil en 105 países, con 1,300 colegios y 300 parroquias, y se hallan establecidos en todo el mundo.
Don Bosco realizó uno de sus sueños al enviar sus primeros misioneros a la Patagonia. Poco a poco, los Salesianos se extendieron por toda la América del Sur. Cuando San Juan Bosco murió, la congregación tenía veintiséis casas en el Nuevo Mundo y treinta y ocho en Europa. Las instituciones salesianas en la actualidad comprenden escuelas de primera y segunda enseñanza, seminarios, escuelas para adultos, escuelas técnicas y de agricultura, talleres de imprenta y librería, hospitales, etc., sin omitir las misiones extranjeras y el trabajo pastoral.
El siguiente paso de Don Bosco fue la fundación de una congregación femenina, encargada de hacer por las niñas lo que los Salesianos hacían por los niños. La congregación quedó inaugurada en 1872, con la toma de hábito de veintisiete jóvenes, entre ellas, Santa María Dominga Mazzarello, que fue la cofundadora, a las que el santo llamó Hijas de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos (o Hijas de María Auxiliadora). La nueva comunidad se desarrolló casi tan rápidamente como la anterior y emprendió, además de otras actividades, la creación de escuelas de primera enseñanza en Italia, Brasil, Argentina y otros países. "Hoy en día son dieciséis mil, en setenta y cinco países".
Para completar su obra, Don Bosco organizó a sus numerosos colaboradores del exterior en una especie de tercera orden, a la que dio el título de Colaboradores Salesianos. Se trataba de hombres y mujeres de todas las clases sociales, que se obligaban a ayudar en alguna forma a los educadores salesianos.
Nuestro Señor le inspiró un sabio método de enseñanza
El sueño o visión que tuvo Don Bosco en su juventud marcó toda su actividad posterior con los niños. Todo el mundo sabe que para trabajar con los niños, hay que amarlos; pero lo importante es que ese amor se manifieste en forma comprensible para ellos. Ahora bien, en el caso de Don Bosco, el amor era evidente, y fue ese amor el que le ayudó a formar sus ideas sobre el castigo, en una época en que nadie ponía en tela de juicio las más burdas supersticiones acerca de ese punto.
Los métodos de Don Bosco consistían en desarrollar el sentido de responsabilidad, en suprimir las ocasiones de desobediencia, en saber apreciar los esfuerzos de los chicos, y en una gran amistad. En 1877 escribía: "No recuerdo haber empleado nunca un castigo propiamente dicho. Por la gracia de Dios, siempre he podido conseguir que los niños observen no sólo las reglas, sino aun mis menores deseos". Pero a esta cualidad se unía la perfecta conciencia del daño que puede hacer a los niños un amor demasiado indulgente, y así lo repetía constantemente Don Bosco a los padres.
Una de las imágenes más agradables que suscita el nombre de Don Bosco es la de sus excursiones domingueras al bosque, con una parvada de rapazuelos. El santo celebraba la misa en alguna iglesita de pueblo, comía y jugaba con los chicos en el campo, les daba una clase de catecismo, y todo terminaba al atardecer, con el canto de las vísperas, pues Don Bosco creía firmemente en los benéficos efectos de la buena música.
La construcción de iglesias
El relato de la vida de Don Bosco quedaría trunco, si no hiciéramos mención de su obra de constructor de iglesias. La primera que erigió era pequeña y resultó pronto insuficiente para la congregación. El santo emprendió entonces la construcción de otra mucho más grande, que quedó terminada en 1868. A ésta siguió una gran basílica en uno de los barrios pobres de Turín, consagrada a San Juan Evangelista.
El esfuerzo para reunir los fondos necesarios había sido inmenso; al terminar la basílica, el santo no tenía un céntimo y estaba muy fatigado, pero su trabajo no había acabado todavía. Durante los últimos años del pontificado de Pío IX, se había creado el proyecto de construir una iglesia del Sagrado Corazón en Roma, y el Papa había dado el dinero necesario para comprar el terreno. El sucesor de Pío IX se interesaba en la obra tanto como su predecesor, pero parecía imposible reunir los fondos para la construcción.
"Es una pena que no podamos avanzar" --dijo el Papa al terminar un consistorio--. "La gloria de Dios, el honor de la Santa Sede y el bien espiritual de muchos fieles están comprometidos en la empresa. Y no veo cómo podríamos llevarla adelante"
--"Yo puedo sugerir una manera de hacerlo" --dijo el cardenal Alimonda.--"¿Cuál? --preguntó el Papa.--"Confiar el asunto a Don Bosco".–"¿Y Don Bosco estaría dispuesto a aceptar?"–"Yo le conozco bien" --replicó el cardenal--; "la simple manifestación del deseo de Vuestra Santidad será una orden para él".La tarea fue propuesta a Don Bosco, quien la aceptó al punto.
Cuando ya no pudo obtener más fondos en Italia, se trasladó a Francia, el país en que había nacido la devoción al Sagrado Corazón. Las gentes le aclamaban en todas partes por su santidad y sus milagros y el dinero le llovía. El porvenir de la construcción de la nueva iglesia estaba ya asegurado; pero cuando se aproximaba la fecha de la consagración, Don Bosco repetía que, si se retardaba demasiado, no estaría en vida para asistir a ella. La consagración de la iglesia tuvo lugar el 14 de mayo de 1887, y San Juan Bosco celebró ahí la misa, poco después.
Muerte de Don Bosco
Pero sus días tocaban a su fin. Dos años antes, los médicos habían declarado que el santo estaba completamente agotado y que la única solución era el descanso; pero el reposo era desconocido para Don Bosco. A fines de 1887, sus fuerzas empezaron a decaer rápidamente; la muerte sobrevino el 31 de enero de 1888, cuando apenas comenzaba el día, de suerte que algunos autores escriben, sin razón, que Don Bosco murió al día siguiente de la fiesta de San Francisco de Sales.
Su cuerpo permanece incorrupto en la Basílica de María Auxiliadora en Turín, Italia.
Sus últimas recomendaciones fueron: "Propagad la devoción a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros. Ayudad mucho a los niños pobres, a los enfermos, a los ancianos y a la gente más necesitada, y conseguiréis enormes bendiciones y ayudas de Dios. Os espero en el Paraíso".
Cuarenta mil personas desfilaron ante su cadáver en la iglesia, y sus funerales fueron una especie de marcha triunfal, porque toda la ciudad de Turín salió a la calle durante tres días a honrar a Don Bosco por última vez.
Fueron tantos los milagros conseguidos al encomendarse a Don Bosco, que el Sumo Pontífice lo canonizó cuando apenas habían pasado cuarenta y seis años de su muerte (en 1934) y lo declaró Patrono de los que difunden buenas lecturas y "Padre y maestro de la juventud".
Fuente Bibliográfica: "Vidas de los Santos de Butler", tomo I, excepto algunas adaptaciones hechas por las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, y partes que van en letra itálica, procedentes de: "Vidas de Santos (1)" y "Autobiografía de San Juan Bosco", del Padre Eliécer Sálesman, Apostolado Bíblico C
atólico.

martes, enero 30, 2007

Michel Quoist - Su Espiritualidad

Ahora Señor, voy a cerrar mis párpados: hoy ya han cumplido su oficio. Mi mirada ya regresa a mi alma tras de haberse paseado durante todo el día por el jardín de los hombres.
Gracias, Señor, por mis ojos, ventanales abiertos sobre el mundo; gracias por la mirada que lleva mi alma a los hombres como los buenos rayos de tu sol conducen el calor y la luz.
Yo te pido en la noche, que mañana, cuando abra mis ojos al claro amanecer, sigan dispuestos a servir a mi alma y a mi Dios.
Haz que mis ojos sean claros, Señor. Y que mi mirada, siempre recta, siembre afán de pureza. Haz que no sea nunca una mirada decepcionada, desilusionada, desesperada, sino que sepa admirar, extasiarse, contemplar.
Da a mis ojos el saber cerrarse para hallarte mejor, pero que jamás se aparten del mundo por tenerle miedo. Concede a mi mirada el ser lo bastante profunda como para conocer tu presencia en el mundo y haz que jamás mis ojos se cierren ante el llanto del hombre.
Que mi mirada, Señor, sea clara y firme, pero que sepa enternecerse y que mis ojos sean capaces de llorar.
Que mi mirada no ensucie a quien toque, que no intimide, sino que sosiegue, que no entristezca, sino que transmita alegría, que no seduzca para no apresar a nadie, sino que invite y arrastre al mejoramiento.Haz que moleste al pecador al reconocer en ella tu resplandor, pero que sólo reproche para despertar.
Haz que mi mirada conmueva las almas por ser un encuentro, un encuentro con Dios. Que sea una llamada, un toque de clarín que movilice a todos los parados en las puertas, y no porque yo paso, Señor, sino porque pasas Tú.Para que mi mirada sea todo esto Señor, una vez más en esta noche yo te doy mi alma y mi cuerpo y mis ojos. Para que cuando mire a mis hermanos los hombres sea Tú quien los mira y, desde dentro de mí, Tú les saludes.

Lección -2-
Si quieres influir en otro, ten presente esta regla de oro: No seas nunca destructivo, sino siempre constructivo. El otro es extremadamente sensible al juicio de los que lo rodean.
La indiferencia de éstos, su falta de confianza y más aún su desprecio lo paralizan y lo condenan al estancamiento.Si quieres influir en otro, comienza por amarlo sinceramente, de lo contrario, no lograrás hacerle avanzar ni un paso. Luego, pon en él tu confianza, no importa lo que suceda; finalmente admíralo, siempre hay algo que admirar en el otro. Ama, confía, admira concretamente.
No basta con tener esos sentimientos en tu corazón. Debes expresarlos. El otro interpreta siempre el silencio como una reprobación y cuanto más débil es, tanto más le invita ese silencio al desánimo.
El piensa: "soy poca cosa a sus ojos", "me juzga incapaz, sin reacciones", "me desprecia", "sin duda no le gusto", y muy rápidamente saca una amarga conclusión: "en el fondo, tiene razón".Frente al otro, no pienses nunca: soy superior, sino piensa: en tal punto me supera. Si piensas lo primero, lo aplastarás, si lo segundo, lo animarás y lo engrandecerás.
El otro siempre tiende a ser lo que tú piensas y dices que es. Si piensas muy mal de alguien, no vale la pena que trates de influir en él. Antes de abordarlo, empieza por esforzarte para rectificar tu juicio.
La alabanza sincera tiene un poder mágico. Si quieres que el otro progrese, felicítalo con sinceridad. Eso es siempre posible. Mira al otro, ve sus cualidades, sus dones, pónlos a plena luz; muchos están ocultos, por negligencia, por desaliento. Devolvérselos es revelárselos, es salvarlo, pues Dios condena al que entierra sus talentos.Si buscas las cualidades del otro y se las alabas, no eres un hipócrita adulador, sino un adorador del Padre.
Cuando en la Fe te acercas religiosamente a otro, estás en el camino de Dios, pues es El quien deposita sus dones en cada uno. Confía, confía siempre en el otro, a pesar de las apariencias, a pesar de los fracasos.Si dices al otro: "no se puede hacer nada contigo", el otro que ya tiene muchos problemas consigo, pensará "es verdad..." y no tratará de hacer nada. Si dices al otro: "con esfuerzos y paciencia, llegarás seguramente a alguna parte", el otro pensará "quizás tenga razón" y estará tentado a probar.Si a pesar de todo debes hacerle reproches, condenar una actitud, una acción, empieza felicitándole sinceramente por una cualidad, un progreso, un éxito.
El reproche sólo agria, entorpece o desanima. Si quieres que un reproche sea constructivo, el otro tendrá que estar preparado para recibirlo. No se trata de admitir lo malo, sino de estimular lo bueno.No remuevas indefinidamente las cenizas, inclínate inmediatamente sobre la brasa encendida, por poca que sea; aliméntala, sóplala y encenderás un brasero...
Es decir, enciende en el otro el esfuerzo más insignificante, el progreso más insignificante y alégrate sinceramente. Tu alegría, tu admiración revelarán a otro sus posibilidades. Creerá más en ellas, llegará más rápido y más lejos.¿Quieres influir en el otro? Olvídate de tí mismo. Si bien crees que puedes hacer algo, estorbas. Sólo puedes preparar el terreno, abrir el camino. Hace ya mucho tiempo que Dios salva y redime. Influir en el otro es ir al encuentro del Amor todopoderoso, que transforma el corazón.¿Estás desanimado ante el pecado que no puedes dejar de notar en el otro? Repítete las palabras de San Pablo: "donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia".No existe nadie (ni jamás existirá sobre la tierra) que haya caído tan bajo como para escapar al amor infinito de Dios. No tienes derecho a no amar y a no confiar donde Dios ama y confía.

LECCION -3-
El hombre necesita hablar, contarse cosas, que lo compadezcan, que lo alienten, que lo guien. Escucha a los demás, escucha más, sin cansarte, con interés.Hablar con otro es ante todo escuchar.Si el otro calla ante tí, respeta su silencio, luego con dulzura ayúdalo a hablar. Pregúntale por su vida, sus preocupaciones, sus deseos, sus molestias; pues hablar con otro, a menudo es preguntar también.

Cuida que el otro no se vaya si haber dicho todo lo que quería decir. Si murmura: "lo encontré preocupado", quiere decir que no estabas disponible. Si suspira: "no insistí, parecía ausente", quiere decir que estabas en otro lado.Estás inquieto, preocupado por muchos problemas y se presenta alguien que quiere hablarte.
Sácate dulcemente las preocupaciones, el mal humor, el nerviosismo, la obsesión y ofrécelo todo al Señor. Comienza de nuevo tantas veces como sea necesario y entonces quedarás libre para escuchar, recibir, comunicar.Ve al encuentro del otro!En la entrada de tu casa hay algunos escalones, tiéndele la mano. Para levantar ese paquete hay que hacer un esfuerzo, tiéndele la mano.Para destapar esa herida no hay que temblar, tiéndele la mano. Tender la mano es sonreír, tomar del brazo; es preguntar: ¿Y como sigue su hijo?Y entonces... después ¿qué pasó amigo?¿Cómo se arregló el asunto del otro día?Y en cada uno de esas frases cortas, vuélcate por entero, vuelca todo el amor del Señor que invita eternamente.Si sabes escuchar, muchos irán a hablarte. Sé atento, silencioso, recogido.
Tal vez, antes que pronuncies una palabra constructiva, el otro se habrá ido, feliz, liberado, iluminado. Pues lo que inconscientemente esperaba no era un consejo, una receta de vida, sino a alguien en quien apoyarse.Si debes responder, no pienses qué decir mientras el otro habla, pues ante todo necesita atención, sólo luego palabras. Después ten confianza en el Espíritu Santo, lo que llega primero no es el fruto de un razonamiento, sino el fruto de la gracia.Sólo es verdadero el diálogo si haces en tí un profundo silencio, un silencio religioso para acoger al otro, --pues en él y por él Dios llega a tí.--

LECCION N° 4

Es fácil demoler una casa, es más difícil construir una. Es fácil concebir planes, pero es dificil realizarlos. Tus buenas intenciones de nada sirven si no se dirigen a la acción. Porque no puedes hacer mucho, más vale que hagas un poco.El miembro que no se usa se atrofia.
El hombre que no actúa, no sólo no progresa, sino que retrocede. Sólo puedes perfeccionarte actuando.
Mira a los hombres a tu alrededor. Se agitan mucho, se gastan, hablan, reaccionan, se pelean y finalmente se desaniman, pues el resultado es insignificante comparado con sus esfuerzos. No es la intensidad del movimiento quien da eficacia a tu acción, sino el peso del Espíritu que, gracias a tí, ella lleva consigo.Algunos hombres con poco tiempo, pocos gestos, poca acción harán mucho, otros con más tiempo, más gestos, más acción harán muy poco.
La diferencia radica en "el alma" de quienes actúan.Cuánto más mires tu acción y más reflexiones sobre ella, más "persona" humana te vuelves.Si quieres actuar seriamente, mira primero la realidad. Humanamente, es prudencia: mide con exactitud las necesidades, marca el punto preciso en el que has de insertarte, calcula las fuerzas que has de emplear...
Cristianamente, es evitar la ilusión: si preguntas a la realidad guiado por la fe, "Dios te contestará" y a través de la vida concreta, te invitará a la acción.En la fe someterse a la realidad es someterse a Dios.
No puedes actuar recta y cristianamente si primero no has visto y juzgado en la fe.La acción debe llegar a ser la puesta en marcha del designio del Padre, después de haberlo descifrado, con una mirada fiel a la vida.Quieres ser eficiente, te impacientas por el pobre resultado de tu acción, sufres al comprobar todo el trabajo que se te ofrece, oyes el llamado de tu ambiente y de toda la humanidad...
si quieres dar a tu vida su máxima eficacia, cambia tu voluntad limitada por la voluntad infinita de Dios. El cambiará tus débiles fuerzas por su Omnipotencia infinita. Dios hace grandes cosas con lo pequeño.Tu limitas tu eficacia creyendo aún en tu poder.
Si desapareces, Jesucristo podrá aparecer y perfeccionar el designio de Su Padre por tí.

LECCION N° 5
La fe recibida en el bautismo es una semilla, pero una semilla está hecha para producir una planta y la planta para dar frutos. Tu Fe puede crecer, pero no: buscando indefinidamente nuevas razones para creer, ni imaginando la bondad, el poder, el amor de Dios, ni tratando de sentir la presencia del Señor, ni convenciéndote que crees más.

Tu Fe crecerá si te comprometes a seguir a Cristo, no sólo en actos religiosos, sino en todo momento, durante toda tu vida: "Si alguno quiere ser mi discípulo, que me siga". Sólo tiene valor la fe que actúa por la caridad.
¿Tienes dificultades de Fe? ¿Cuáles?¿Obstáculos intelectuales?
No te pelees con las ideas, escuentra a Jesucristo, luego reflexionarás con más calma y eficacia sobre su Luz.
¿Obstáculos con la Iglesia? No tropieces con los estandartes, cirios, con la nueva liturgia, con las condenaciones... corre hacia Jesucristo.
El Señor que vive en el Evangelio, en la Eucaristía, te hará comprender que El es el mismo Señor que vive en la Iglesia.
¿Obstáculos morales? Implora a Jesucristo. El te ayudará y te perdonará mediante el Sacramento de la Penitencia.Tranquilízate, si eres leal y generoso, tus crisis de Fe son sólo crisis de crecimiento.
Los obstáculos son ocasiones de elevación, como el dique, que obliga al agua a elevarse para dar una nueva potencia. Pero cuanto más avances en la Fe, tanto más encontrarás oscuridad, pues en la tierra Dios será siempre un Dios oculto.
Desarróllate armoniosamente y no te contentes en la edad adulta con una fe adolescente... o aun de niño. Si vives con una fe adulta, ya no tendrás que tabicar tu existencia: en un lado la vida cristiana, en el otro, la vida a secas. Sólo habrá un gran esfuerzo pacífico de todo tu ser para adherirte por Cristo, con El y en El, a través de la más breve de tus palabras, y el más insignificante de tus gestos.Habrás triunfado cuando puedas decir con lealtad: "Mi vida es Cristo"·

LECCION N° 6
Estad atentos, no sea que se emboten vuestros corazones...Velad pues, en todo tiempo y orad para que podáis evitar todo esto que está por venir y comparecer ante el Hijo del Hombre."No puedes más, Señor, de nuevo estás en tierra.

Esta vez ya no es sólo el peso de la cruz quien provoca la caída, sino la fatiga acumulada, el cansancio. El sufrimiento repetido adormece la voluntad.
Mis pecados, Señor, son unos terribles adormecedores de la conciencia. Yo me habitúo rápidamente al mal: una falta de generosidad aquí, una infidelidad allá, una simple imprudencia más lejos.Y mi mirada se ensombrece, ya no veo los obstáculos, no vuelvo a ver a los demás en mi camino.
Y mis oídos se cierran. Y ya no oigo la queja de los hombres. Y me encuentro por tierra, en la llanura, lejos del Calvario que Tú me has trazado.Señor, yo te lo pido, guárdame joven en mis esfuerzos. Ahórrame la rutina que me adormece.

Sólo conoces algunos pasajes que has escuchado muy por encima en la misa del domingo. ¿Has abierto el Evangelio, de vez en cuando y no has encontrado nada?
Si penetras en el Evangelio como en un libro humano, sólo encontrarás en él, ideas y recetas humanas. Si te acercas a él como a una obra dictada por el Espíritu Santo, sus palabras serán, en tí y en tu vida, semillas de eternidad.¿Quieres comulgar en forma auténtica con el Evangelio?
Has de acercarte religiosa y desinteresadamente a él... para ESCUCHAR Y VER (es decir contemplar) a Jesús VIVO que se dirige hoy a tí a través de su vida y sus palabras. Necesitas una palabra que resuene en el infinito.
Respeta esa hambre pues es, en tí, esa partícula de amor creador que llama al Amor, para conversar. Es el hambre de una Palabra viva e infinita, es el hambre de Evangelio.Dices: "Hablo a Dios y no me responde" Te equivocas. Desde siempre estás llamado al diálogo. Si te quejas del silencio de Dios, quiere decir que no escuchas el Evangelio. En él, Dios entabla la conversación contigo. Respóndele. Así puedes comunicarte con Jesucristo vivo. ¿Estás atento a las confidencias que te hace Jesucristo?
No puedes encontrar al Señor y comprender su Palabra si no has pedido al Padre que sea el guía que te conduzca y al Espíritu Santo, el Intérprete que te traduzca.Jesucristo no habla el mismo idioma que tú, por eso te cuesta comprenderlo.
Hablas de eficacia, El dice: por la cruz. Hablas de influencia en el mundo, El dice: siendo el último; hablar de poder, El dice: siendo un niño; hablas de riquezas, El dice: desposándote con la pobreza. Resulta difícil entenderse cuando no se habla el mismo idioma. Acepta que te cambien la manera de ver las cosas.
No huyas del Evangelio.
Proclamar el Evangelio durante toda tu vida, no es predicar sobre una mesa en la fábrica, en oficina, es estar tan disponible al Espíritu y lleno de Evangelio, que tus sentimientos, pensamientos, opiniones y mentalidad se convertirán en los de Cristo.
Así cuanto más medites el Evangelio, tanto más evangélico, más apostólico serás.Deja que el Espíritu Santo te inspire, cuando quiera, el papel que Cristo quiere desempeñar a través de tí. Si eres fiel y atento, te sorprenderás al verlo intervenir con frecuencia. Esto es el Evangelio en la vida.
En la meditación del Evangelio sois dos los que actuáis. Tú que recoges y te dispones a recibir a Cristo. El Espíritu Santo que te conduce al Señor y te transforma en El. No te desanimes nunca.Corre al Evangelio. No faltes a la cita de Dios.

LECCION N° 7
La Virgen María no es "moderna" a los ojos de nuestros contemporáneos, pero el mundo moderno necesita a la Virgen María para recordar los valores de la vida que olvida.María es testimonio de la fecundidad espiritual de la virginidad. Por obra del Espíritu Santo es Madre de Dios y de todos los hombres, en Cristo.

María, sin gestos deslumbrantes, sin prédicas, sin acción, sin lucha, sólo diciendo SI a Dios durante toda su vida, dio a Cristo al mundo y con El, salvó al mundo.
María te recuerda el poder infinito de la ofrenda pura, de la presencia en el amor, de la disponibilidad interior, del silencio...El sí de María es doble:
es el consentimiento a la Encarnación y el consentimiento a la Redención. Porque se entrega completamente al servicio del Reino, porque es absolutamente pura, en Ella nada se opone a esta encarnación y a esta redención.
A la cabeza de la enorme multitud de hombres, marchó al encuentro de Dios: fina aurora de pureza de la humanidad, corazón entregado al amor.Ella es la primer mujer que renovó definitivamente con Dios la Alianza del Amor infinito. En su alma y en su propia carne es lugar de encuentro:de lo natural y lo sobrenatural,de lo finito y lo infinito,del hombre y de Dios.Jesucristo, a través de María, introdujo en el amor trinitario el corazón de una madre de la tierra.Busca en el Evangelio a la "pequeña" Virgen María, madre de Jesús, fiel, discreta y dolorosa. ""Amala y rézale""María continúa su obra en el mundo. Esposa fiel del Espíritu Santo, jalona en su sí eterno los mínimos gestos de gracia de su Hijo.No puede aparecer vida si no hay una madre que la dé.
No puede surgir ninguna partícula de gracia divina en ti, sin el amor fecundo de María. Si luchas en el amor, para tener más paz, más justicia, María sostiene tus esfuerzos, pues Ella siempre está donde hay que dar la Vida en su Hijo.Si sufres, también María está, pues dondequiera que se eleve una cruz, Ella está de pie, lista para ofrecer, para que en su Hijo florezca la Redención.Ella se eclipsa, silenciosa...Ella calla pero está.Dile cada día, en cada instante de tu vida, en la forma más simple:Dios te salve, María!

Continúa siendo fiel y El te concederá privilegiosen retorno por todo lo que tú haces

No digas: es inútil que hable con Dios, sabe que lo amo. Tampoco digas: no tengo ni un minuto para rezar, no importa, ofrezco mi trabajo, es una plegaria.El amor exige que uno se detenga desinteresadamente. Si amas, debes encontrar el tiempo para amar.
Orar es detenerse. Regalar el tiempo a Dios, cada día, cada semana. Si ya no oras, no reconocerás ni oirás a Jesucristo cuando te hable durante tu vida, pues para verlo y comprenderlo, hay que mirarlo y escucharlo en las citas cotidianas.
Orar es ante todo dirigirse a Dios.
Si ya no oras te dirigirás a tí mismo. Si ya no rezas te quedarás solo, y como el hombre necesita un dios, te elegirás a tí mismo como Dios.Si vives lejos de Dios, poco a poco concluirás: "vivo bien sin El". Si vives sin El, lo olvidarás lentamente.
Si lo olvidas, acabarás por creer que no existe.Con mucha frecuencia para tí, orar es pedir. Ahora bien, orar es ante todo presentarse desinteresadamente ante Dios: Padre Nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Con mucha frecuencia para tí, orar es recibir. Ahora bien, orar es también ofrecer.
Ofrecer la vida del mundo, ofrecer la propia vida, ofrecerse.Con la plegaria, si no pretendes obtener "algo", deseas al menos experimentar una cierta satisfacción sensible. Pero, salvo una gracia especial, no puedes sentir nada durante la plegaria. Toda emoción proviene de los sentidos. Ahora bien, orar es ponerse en presencia, en contacto con Alguien que no es "sensible". No podrás orar en forma auténtica mientras esperas encontrar placeres sensibles en la plegaria.Orar es a menudo aceptar aburrirse frente al buen Dios. Cuando estás reventado de cansancio, harto de responsabilidades y preocupaciones, agobiado de trabajo, abatido por el horario cargado, solicitado en todos lados por los demás, obligarte a detenerte y ceder totalmente ante Dios, aceptar la ineficacia humana ante El, "perder el tiempo" desinteresadamente en Su presencia, es hacer un acto de fe, de adoración y de amor, que es la base de la plegaria.
Hay que querer orar y querer orar es orar.No digas nunca: no puedo orar, no sé orar, pues aceptar tratarlo siempre ya es orar. Por tu parte, tu plegaria vale por el esfuerzo que te exige. Por parte de Dios, por la acción del Espíritu en tí.¿Te distraes en tus plegarias? Lo contrario sería excepcional. ¿por qué dedicarte a expulsar tus distracciones? Volverán. Míralas de frente y cualquiera que sea su naturaleza, ofrécelas a Dios en un gesto de homenaje o de arrepentimiento. Poco importa tu situación, tu condición presente. Dios te espera.
Pecas con todo tu ser. Amas con todo tu ser. Sería bueno que rezaras con todo tu ser. Haz rezar a tu cuerpo, haz rezar a tu alma, pero respeta en tí la jerarquía de los valores y no disocies el gesto del Espíritu. A medida que el amor se hace más profundo, necesita cada vez de menos gestos y palabras y cada vez de más silencios.Te quejas a menudo de que no te atienden, significa que cambias los papeles. Reclamas de Dios que se haga tu voluntad, que ejecute tu plan, que se ponga a tu servicio.
Rezar es todo lo contrario: Es pedir a Dios, que se haga Su voluntad, que ejecute su plan, que nos ponga a Su servicio. Si quieres ponerte en contacto con Dios haz de rezar, es decir estar a su disposición y permitirle que te transmita su gracia y su amor.
Ten confianza. Ten siempre confianza. Sabes que el Padre sólo puede querer tu bien.
Sabes que si no accede a tu deseo, su amor responderá de todas maneras, pero en forma diferente.Dios necesita de tu plegaria. Sólo puede darte algo si se lo pides, pues respeta infinitamente tu libertad.
El te ruega en silencio sin cesar. Atiende a su Amor.Nada se llevará a cabo si no rezas, pues rezar es:permitir que la voluntad de Dios se instale poco a poco en tí, en lugar de la tuya; permitir que el Amor de Dios te invada en lugar del amor por tí; introducir con tu ayuda el Plan del Padre y su Amor todopoderoso entre los hombres.

Luchas, te aflijes, te peleas por alcanzar la felicidad; te pareces al corredor que quiere ganar una carrera sin conocer la meta. Deténte primero y busca tu camino.Estás hecho para la felicidad y ese llamado en tí es la invitación de Dios que te llega desde el fondo de la eternidad. Si quieres, serás feliz, pues Dios no siembra si no quiere la cosecha.
Escucha y da las gracias.Antes las dificultades de la vida, las adversidades, la muerte, tienes derecho a llorar, pero ni siquiera en el llanto tienes derecho a separarte de la alegría.
La alegría puede unirse a los dolores más grandes. El camino de tu felicidad no parte de las personas o de las cosas para llegar a tí, parte siempre de tí para ir a los demás.¿Por qué no estás contento hoy? No lo sabes.
Ofrece al Señor tu fatiga, tu cansancio y esas viejas preocupaciones, archivos sin catalogar que se pudren en el fondo de tu corazón. Y luego sonríe a los demás. Sonríe a tu mujer, a tu hermano, al vecino, al colega, sonríe a la portera, al comerciante... sonríe y tu sonrisa llamará a la alegría que se había alejado.La alegría comienza en el momento mismo en que dejas de buscar la felicidad, para intentar darla a los demás.
Entonces si estás triste, deténte y averigua la causa de tu tristeza, encontrarás siempre en el fondo de tu corazón la huella de un retorno a tí. No lo aceptes. Ofrece a Dios lo que celosamente guardabas, luego olvídate de tí mismo y piensa en tu prójimo más cercano.La alegría florece al cabo de la entrega, pero la entrega exige el olvido de sí mismo.
Por eso la alegría es la vida reencontrada cuando uno ha aceptado perderla.En Cristo y por Cristo, el misterio de la Alegría, es el misterio de la resurrección.¿qué grado de amistad tienes con Cristo?

El Sacerdote .
Oración del domingo por la tarde.
Los cristianos son muy exigentes con sus sacerdotes. Y hacen bien. Pero no pueden imaginar lo duro que es ser sacerdote... Quien dió su paso al frente con toda la generosidad de sus 24 años, sigue siendo un hombre. Y no hay día en que el hombre que sigue vivo dentro de él no intente recuperar lo que un día entregó a los demás. Es una lucha continua por permanecer totalmente disponible en favor de Cristo y del prójimo.
El sacerdote no necesita cumplidos o regalos complicados. Tiene en cambio necesidad de que los cristianos a cuyo cuidado está dedicado, le demuestren, con su amor cada día más entregado a sus hermanos, que él no ha ofrecido en vano su vida.Oración:Esta tarde, Señor, estoy sólo.
Poco a poco los ruidos en la iglesia se han callado, los fieles se han ido y yo he vuelto a casa, sólo. Me crucé con una pareja que volvía de su paseo, pasé ante el cine, bordeé las terrazas de los cafés, donde los paseantes cansados intentaban estirar la felicidad del domingo festivo; me tropecé con los pequeños que jugaban en la acera, los niños, Señor, los niños de los otros que jamás serán míos.Y heme aquí, Señor, solo.
El silencio es amargo, la soledad me aplasta.Señor, tengo... años, un cuerpo hecho como los demás cuerpos, unos brazos jóvenes para el trabajo, un corazón destinado al amor. Pero yo te lo he dado todo porque en verdad que a Tí te hacía falta.
Yo te lo he dado todo, Señor, pero no es fácil. Es duro dar su cuerpo: él querría entregarse a los otros. Es duro amar a todos sin reservarse nadie, es duro estrechar una mano sin querer retenerla, es duro hacer nacer un cariño tan sólo para dártelo, es duro no ser nada para sí mismo por serlo todo para ellos, es duro ser como los otros, estar entre los otros, y ser otro, es duro dar siempre sin esperar la paga, es duro ir adelante de los demás sin que nadie vaya jamás delante de uno, es duro sufrir los pecados ajenos sin poder rehusar el recibirlos y llevarlos a cuestas.
Es duro recibir secretos sin poder compartirlos, es duro arrastrar a los demás y no poder jamás, ni por un instante, dejarse arrastrar un poco, es duro sostener a los débiles sin poder apoyarse uno mismo sobre otro, es duro estar solo, solo ante todos, solo ante el mundo, solo ante el sufrimiento, la muerte, el pecado.Hijo mío, no estás solo. Yo estoy contigo. Yo soy tú, pues Yo necesitaba una humanidad de recambio para continuar mi Encarnación y mi Redención. Desde la eternidad te elegí: te necesito.Necesito tus manos para seguir bendiciendo, necesito tus labios para seguir hablando, necesito tu cuerpo para seguir sufriendo, necesito tu corazón para seguir amando, te necesito para seguir salvando: continúa conmigo, hijo.
Señor, esta tarde, mientras todo se calla y mi corazón siente la amarga mordedura de la soledad, mientras mi cuerpo aúlla largamente su hambre oscura, mientras los hombres me devoran el alma y me siento impotente para hartarlos, mientras en mis espaldas pesa el mundo entero con toda su carga de miseria y pecado, yo te vuelvo a decir mi sí, no en una explosión de entusiasmo, sino lenta, lúcida, humildemente, solo, Señor, ante Tí en la paz de la tarde...

No me dí cuenta. Ya pasará. Eso tenía que pasar. No puedo hacer nada. Así son las cosas. Es el destino.No tienes derecho a hablar así. Nada de cuanto existe y de cuanto te sucede es profano.
El guijarro más pequeño, la planta más minúscula, son preciosos, pues Dios está allí presente con su acción. La partícula más pequeña de vida tiene un valor inestimable, pues está llena de todo el Misterio de Cristo.
La importancia del acontecimiento no reside en la extensión y brillo de su superficie humana, sino en su profundidad infinita. Tu pan de cada día, de cada instante es el acontecimiento. En la Eucaristía, Jesús te invita a comulgar con Su propio Cuerpo. En el Evangelio, con Su Palabra.
En el acontecimiento, con Su Acción.Escucha el acontecimiento, te murmurará el deseo del Señor con respecto a tí.En el acontecimiento, Dios traduce para tí Su Evangelio al idioma de vida. Con tu respuesta al acontecimiento comprometes la felicidad o la desdicha de toda la humanidad. El acontecimiento es llamado de los hombres, seña de los hombres, invitación de los hombres, es llamado de Dios, seña de Dios, invitación de Dios.
Con tu mirada al acontecimiento, estás atento a los hombres y a Dios. Con tu presencia en el acontecimiento te vuelves disponible a los hombres y a Dios. Con tu acción en el acontecimiento das a los hombres y a Dios una respuesta de amor en la vida.Si no estás unido a los hombres y a Cristo de manera muy estrecha, si tu acción no está penetrada de la eficacia infinita de Dios, es porque no comulgas con El en el acontecimiento; y quizás porque ni siquiera ves el "misterio oculto en el acontecimiento".Para responder a éste como cristiano, debes entrenarte a leer el acontecimiento a la luz de la fe. Sólo el cristiano que posee fe, puede descubrirlo. Aún falta ejercitar esa fe y mostrarse listo para responder a sus exigencias

No hay más que dos amores, Señor: el amor a mí mismo, el amor a Tí y al prójimo.Y cada vez que yo me amo es un poco menos de amor para Tí y los demás, una fuga de amor, una pérdida de amor.Pues el amor ha sido hecho para salir de mí y volar hacia los otros.Cada vez que el amor retorna a mí se marchita, se pudre y muere.
El amor propio, Señor, es un veneno que absorbo cada día.El amor propio se queda con la mejor porción y se guarda el mejor sitio.El amor propio habla mucho de mí y me hace sordo a la palabra de los demás.El amor propio elige por su cuenta e impone lo elegido al amigo.El amor propio me disfraza y engalana, quiere hacerme brillar oscureciendo al prójimo.El amor propio está lleno de compasión hacia mí y menosprecia el sufrimiento ajeno.
El amor propio encomia mis ideas e ignora las de los demás.El amor propio me encuentra virtuoso, me llama hombre de bien.El amor propio está satisfecho de mí, me adormece gentilmente.Y lo más grave es que el amor a mí mismo es un amor robado, estaba destinado a los demás, ellos lo necesitaban para vivir, para crecer y yo lo he desviado y así mi amor va creando el sufrimiento humano, así el amor de los hombres hacia sí mismos crea la miseria humana, todas las miserias humanas, todos los dolores humanos.
Todos los sufrimientos, todas las injusticias, las amarguras, las humillaciones, las penas, los odios, las desesperaciones, todos los sufrimientos son un hambre insatisfecha, un hambre de amor.Así los hombres han ido construyendo lentamente, egoísmo tras egoísmo, un mundo desnaturalizado que aplasta a sus hermanos, así los hombres sobre la tierra gastan su tiempo en hartarse de su amor marchito, mientras a su alrededor los demás mueren de hambre tendiendo hacia ellos sus brazos.Hemos malgastado el amor y Tu Amor.Esta tarde sólo te pido que me ayudes a amar.Ayúdame a amar, Señor, a no malgastar mi torrente de amor, a amarme cada vez menos para amar cada vez más a los otros. Y que en torno mío nadie sufra o muera, por haberle robado yo el amor que a él le hacía falta para seguir viviendo.

Si quieres descubrir tu vida concreta a la luz de la Fe, juzgarla y organizarla en la paz y en la realidad sobrenatural de la Esperanza, vivirla en unión con Jesucristo y tus hermanos, debes entrenarte todos los días a revisarla desde un ángulo distinto del de la eficacia humana: El deportista se entrena, el obrero aprende su oficio, el artista hace muchos "ejercicios" antes de producir una obra maestra. ¿Por qué no tratas de vivir una auténtica vida cristiana? La re-visión de vida no es: un examen de conciencia, un control de tus resoluciones, un ejercicio de atención, ni un medio de discernir tus acciones.
El "acontecimiento" es la materia prima de tu revisión de vida, es el lugar donde Jesucristo te invita a colaborar con El, el lugar donde debes reunirte con El, hacerle preguntas y comprometerte en función de su deseo con respecto a tí y a tus hermanos. Frente al acontecimiento, empieza pues a adorar a Jesucristo vivo en tu vida y en la vida del Mundo.Con el acontecimiento Dios te hace señas. Te hace descubrir las intenciones del Señor en cuanto a tí y a tu ambiente.
No siempre comprenderás lo que te pide Dios, pues su voz algunas noches no atravesará la espesura de lo humano ni el grosor del pecado. Pide perdón y en la noche de la fe, adóralo en silencio. En el Evangelio Dios te habla, El espera tu respuesta: En la vida, se dirige a tí, invitándote al diálogo. Tu revisión de vida debe desembocar en la plegaria: plegaria de adoración: ¡es maravilloso, Señor! plegaria de agradecimiento: ¡gracias, Señor! plegaria de arrepentimiento: ¡perdón, Señor! plegaria de súplica: ¡concédeme, Señor! Si Dios te habla por medio del acontecimiento, es para invitarte a la acción con El y en El. Con la revisión de vida, tu acción ya no es para tí, aplicación de técnicas humanas, búsqueda de medios de apostolado, sino, a partir de la vida, respuesta a un deseo de Dios. Hay que obedecer al Señor a través del acontecimiento. Si revisas fielmente tu vida: descubrirás al Cristo total, cuyo gran cuerpo místico crece a través de la historia humana; te entrenarás para estar disponible mediante la búsqueda permanente del deseo de Dios en cuanto a tí; entrarás con tus hermanos, mediante la acción, en la realidad del designio creador y redentor. Entonces, serás cada día más cristiano adulto.

Por el mero hecho de estrechar la mano a muchar personas, de abrazarlas, de vivir, de hablar, discutir con ellas, algunos hombres piensan: "Estoy muy relacionado, conozco a mucha gente". Se equivocan: el hombre puede estar solo en medio de una multitud, si no tiene los ojos abiertos para ver y el corazón disponible para acoger al prójimo.Si quieres entrenarte a relacionarte, entrénate primero a mirar.
Para mirar camina despacio, deténte y sé inteligentemente curioso de todo lo que te permita conocer más a los hombres, su vida profesional, familiar, en los momentos libres, en el barrio, sus gustos, aspiraciones, dificultades, luchas... Hay que tener hambre de conocer para comprender y amar. Para relacionarse, no basta con ver al otro. Hay que acogerlo.Sé una casa abierta, con entrada libre:Sin perros mordedores que alejan: carácter, orgullo, celos. Que nadie se aleje diciendo: No me atreví, tenía miedo de que no me comprendiera, de que me mandara de paseo...Sin esperas que hacen vacilar: libre enseguida (aunque sólo sea para estrechar la mano o sonreír.
Con un minuto de completa atención basta para acoger al otro.Sin muebles que molesten: el departamento está vacío, disponible. No impongas tus gustos, tus ideas, tus puntos de vista.Sin traspasos que cuestan caros: si ofreces algo, que sea gratuito, no esperes nada a cambio. Sin contratos que atan: uno entra y sale cuando quiere, sin formalidades, sin compromisos.¿Que te dirá Cristo un día: Gracias por este lugar en la hostería de tu corazón o desventurado porque no encontré en tí ni siquiera una piedra para apoyar la cabeza?El valor profundo de un hombre se mide, entre otras cosas por su poder de relación, pero el poder de relación no es esencialmente un conjunto de cualidades exteriores: amabilidad, jovialidad, facilidad de palabra y de gestos...Esencialmente el poder de relación se mide por el desprendimiento interior, por el vacío de uno mismo.
Si quieres relacionarte con tus semejantes, sé un desierto y acepta que los demás vayan a poblarlo. Haz silencio y acepta que los demás vayan y hagan ruido.
¿qué encontrará el otro al entrar en tu casa? Si gracias a tí se encuentra frente a Dios, que habita en tí, se irá apaciguado, fortificado, alegre, animado, pues en el fondo, la verdadera relación debe poner en presencia de Dios.
Todas las mañanas, durante algunos instantes, ve al encuentro del Señor y en El, en la noche de la FE, sin reconocer rostros, ni oir palabras, acoge a todos los que te van a rodear en el día; en El ámalos y luego sigue tu camino, en paz, disponible, con la mirada más pura, el oído más fino para captar las invitaciones de Dios, con el corazón más ancho.
Llaman,golpean,préstame el cepillo de carpintero,Señora Pérez ¿está usted en casa?Señor González ¡un momento por favor!o quizás
un libro, el diario,o quizás una sonrisa, un silencio
Ese es el Señor que te hace señas. Estas son invitaciones a que te relaciones con el otro. Porque el otro es aquel que encuentras en tu camino,el que crece a tu lado,trabaja, se regocija o llora a tu lado; aquel a quien dices "no puedo verlo" o "me encanta" aquel de quien no dices nada, de quien no piensas nada, porque pasas sin mirar y no los has visto.
El otro es aquel a quien debes unirte para llegar a ser un hombre total, el hermano universal.
El otro es tu prójimo, a quien debes amar con todo el corazón, con todas tus fuerzas, con toda tu alma.
El otro es aquel frente al cual serás juzgado.
El otro es aquel que te engrandece, es un regalo de amor de Cristo.
El otro es el enviado del Padre, una pregunta de amor de Cristo.
El otro es aquela través de quien Dios se expresa,a través de quien Dios invita,a través de quien Dios enriquece,a través de quien Dios mide nuestro amor.
El otro es tu pan de cada día,tu hostia cotidiana.
El otro se llama Juan, Pedro, Luisa,Señor García, Señora Pérez.Vive en la misma casa que tú,trabaja en la misma oficina,toma el mismo colectivose sienta a tu lado en el cine...
El otro se llama Jesucristo.Jesucristo vive en la misma casa que tú,trabaja en la misma oficina,toma el mismo colectivo,se sienta a tu lado en el cine...
¡EL OTRO!...
Mientras no aceptes verdaderamente tus límites, no podrás construir nada sólido, pues te pasas el tiempo deseando los instrumentos que están en manos de los demás, sin darte cuenta que tú también posees otros, diferentes pero igualmente útiles.

No niegues tus límites, sería desastroso. Negarlos no los suprime. Si existen, ignorarlos sería darles una fuerza misteriosa de destrucción contra tu vida. Por el contrario, míralos de frente, sin exagerarlos, pero sin minimizarlos tampoco. Si puedes cambiarlos en algo ¿qué esperas para hacerlo con calma y perseverancia? Si no puedes hacer nada, acéptalos. No se trata de resignarte, inclinando la cabeza, sino de decir SI levantándola. No se trata de dejarse aplastar, sino de soportar y ofrecer.
Tranquilízate. Dios te observa y a sus ojos, no eres ni menos grande ni menos amado que cualquier otro hombre. Ofrécele tus preocupaciones, tus penas, tus pesares... y cree más en Su poder que en tu eficacia.En la medida en que compruebes, aceptes y ofrezcas tus limitaciones a Dios, descubrirás que tu pobreza se convierte en una inmensa riqueza.No es humildad creerse el más desprovisto de todo.
El humilde auténtico nada teme, ni siquiera a sí mismo, ni sus cualidades, ni sus límites, ni a los demás, ni las cosas. Teme a Dios. Cuando recibes un regalo de un amigo, abres el paquete, lo miras, lo admiras y se lo agradeces. El Padre del Cielo te ha hecho muchos regalos. A menudo no osas mirarlos ni alegrarte de ellos. Los regalos del Padre no son para tu uso personal. Son para los demás y para El. Cuanto más hayas recibido para ser y tener, tanto más responsable eres. De modo que, si algo hay que temer, no es el reconocimiento de tus cualidades, sino el no emplearlas.Acéptate a ti mismo, pero acéptate también frente al otro. Sé tu mismo. Los demás te necesitan, tal como el Señor ha querido que fueras. Dite a ti mismo: voy a llevarle algo, pues nunca se encontró con alguien como yo y nunca se encontrará, pues soy una persona única salida de las manos de Dios.En cierto sentido somos incompletos.
Todos los hombres reunidos forman la humanidad y en Cristo, el cuerpo místico. Tus límites son una invitación a la unión con todos los demás, en el amor. Sólo desea lo siguiente: ser plenamente, sin tachaduras, aquel que Dios quiere que seas... y serás perfecto.Una franca lucidez, un acto leal de ofrenda en la Fe te liberará definitivamente de tus ataduras y por fin serás tú mismo. Sólo con esta condición triunfarás y podrás ayudar a los demás.

Allí donde no ves más que una gota de agua, el científico a través del microscopio ve un mundo de seres vivos que se mueven.Allí donde no ves más que una cosa, el poeta y el artista ven los indicios de una realidad más grande y más bella.Allí donde el hombre no ve más que personas vivientes y acontecimientos producidos por el azar, el cristiano ve Hijos de Dios y el Reino del Padre que se construye.Tus sentidos te dan una mirada de carne.Tu inteligencia, una mirada de razón.Tu Fe, una mirada de Cristo.Con la mirada de Cristo injertada en la tuya, puedes conocer a Dios, el universo, a los hombres y a tí mismo, como El los conoce y como se conoce a Sí mismo. Creer es encontrar siempre a Jesucristo para unirse con su manera de VER.La Fe no es:una impresión o un sentimiento,una forma de optimismo frente a la vida,la satisfacción de una necesidad de seguridad.Tampoco es:una opinión,una regla de vida moral,una convicción fundada en un razonamiento,una evidencia científica.La Fe es ante todo una Gracia, es decir un Don de Dios. Esta gracia nos ayuda a encontrar una persona viviente, Jesucristo, nos permite adquirir la certeza de que esta Persona dijo la verdad, y que su testimonio -palabra y vida- es exacto.
Fuerte con esta certeza, la Fe consiste entonces en proyectar Su mirada sobre nosotros mismos, sobre la Humanidad y sobre la Historia, sobre Dios mismo y en comprometerse en función de esta mirada.La imaginación y la sensibilidad son todavía más incapaces de hacerte creer o de aumentarte la Fe.
No te alarmes por no sentir nada. Por el contrario, sólo cuando hayas por fin aceptado no comprender ya nada al modo humano, no sentir ya nada, entrarás de verdad en la Fe.La Fe depende de la plegaria y como es una respuesta personal del hombre a Dios, exige plena libertad.Para ayudar a tu hermano, no hay que demostrar, sino amar y orar; no hay que persuadir, sino transmitir la Palabra y dar Testimonio. Unete a Cristo, únete a El y procura pensar como El, reaccionar como El, ver como El, vivir como El. El te dará Su mirada, conocerás el verdadero sentido de la vida y más tarde con El y en El serás un VIDENTE eterno.

"Todo lo pintas negro, mascullas lamentos, te desentiendes de todo. Ya no crees en el esfuerzo, ¿para qué luchar? -no lo lograré nunca- -siempre ocurre lo mismo-.

El desaliento te inmoviliza, te paraliza, te impide reaccionar. Ya no eres tú quien dirige tu vida. ¡Ya no vives!¿Estás desanimado? Es porque confiabas en tí y compruebas con dolor que no puedes contar contigo. Si tienes confianza en Dios, sufrirás con tu falta, pero no te desanimarás.
Pues Dios es tan poderoso y te ama tanto después de la falta como antes. El desaliento es siempre una prueba de demasiada confianza en sí mismo y de muy poca confianza en Dios. No trates de escapar de un modo artificial a tus dificultades, tus malas costumbres, tus pecados inesperados. "Si hubiese podido no hacer eso." "Si fuera posible volver atrás." "Si se pudiera volver a empezar." "No es normal que yo tenga tantas dificultades." "No es justo." "Es una cuestión de temperamento, no lo puedo evitar."Si quieres triunfar frente al pecado, tu primera actitud ha de ser la de reconocer el mal que habita en tí. No andes con rodeos, no te disculpes, no trates de borrar, olvidar, negar, así no lo vas a destruir.
Acepta esta falta de hoy, acepta también la tentación de mañana, la tiranía de esa costumbre, esas ocasiones de pecado que no puedes evitar. Jesucristo no vino para quitarnos las tentaciones, ni para suprimir la posibilidad de pecar, sino para perdonarnos los pecados.Tranquilízate, los Santos tampoco fueron dispensados de la lucha contra el mal. San Pablo escribía a los Romanos:"...no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco... no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero... queriendo hacer el bien, es el mal que se me presenta...Pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte?..."A los ojos de Dios, el valor profundo de un hombre no se mide por la debilidad de sus tentaciones, ni por el escaso número de sus caídas, ni siquiera por la ausencia de culpa materialmente grave, sino ante todo por su confianza total en la omnipotencia del Salvador, por su amor y por su voluntad de esfuerzo constante.Mientras permanezca en tí una partícula de agotamiento, de tristeza, de duda en el alma, quiere decir que no crees suficientemente en el perdón del Señor, pues ese perdón debe darte la paz, la alegría. Cuando el hijo pródigo vuelve a su casa, el padre quiere que todos olviden el pasado. Ordena un festín para invitar a la Alegría. "Hay más Alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que perseveran".Jesucristo es severo con el pecado, pero bueno con el pecador. Si eres víctima del pecado, el Señor llega a tí para amarte más y para salvarte. Misterio infinito del amor. Deja que llegue, estarás más unido al Señor después del pecado que antes. De este modo toda falta es una seña, una invitación para ofrecerse a Jesucristo Salvador.Te sientes cada vez más débil, a merced de la primera tentación. Descubres que hay en tí cada vez más egoísmo y orgullo. Ves con mayor claridad en tu vida la falta de amor, las dudas, las negativas. No te desanimes, alégrate, el Señor vino por tí. Si te arrojas en sus brazos, podrá perdonarte, salvarte; Pues, ¿como quieres que te perdone si no encuentras nada que tenga que serte perdonado? ¿Cómo quieres que te salve si no te entregas para que te salve?No pienses en conseguir la paz mientras estés cada vez más seguro de tí mismo, de tu vida honesta, de tu cómoda virtud. Esa tranquilidad sería la peor ilusión, puesto que entonces no necesitarías del Señor y estarías solo, terriblemente solo y vulnerable, sin El."No vine por el justo, sino por el pecador". "Vine para salvar lo que estaba perdido". "No son los sanos quienes necesitan de un médico, sino los enfermos".Desconfía del desaliento característico que acarrean las faltas contra la castidad. La vida física que éstas crean, el malestar psicológico que las acompaña, la impresión de tiranía del instinto todopoderoso confunden tu juicio, deformando tu culpabilidad. Las faltas contra la carne no son las más graves, sino las faltas contra la fe, la esperanza y la caridad. La costumbre limita tu libertad, limita también tu responsabilidad frente al pecado. Si la costumbre te paraliza con sus lazos, debes reconquistar tu libertad con paciencia y perseverancia.Comprobar tu debilidad no es desalentador si paralelamente vas descubriendo la omnipotencia del Amor divino. El Amor no te fallará nunca, eres tú quien no cree suficientemente en el Amor.Es grave quedarse en el suelo cuando uno se cae, pero también lo es quedarse sentado a la vera del camino creyendo haber llegado. Tus faltas deben convencerte de la verdad de tu fragilidad, te permiten convertirte en un niño y a reemprender la marcha de la mano del Padre."Pongo al Señor ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra no vacilo. Por eso se me alegra el corazón, mis entrañas retozan y hasta mi carne en seguro descansa"

"Señor, Tú me has cautivado y no he podido resistirte. Largo tiempo escapé, pero me perseguías, yo corría en zigzags, pero Tú lo sabías. Me alcanzaste. Y yo me debatí. ¡Me venciste!Y hoy heme aquí, Señor: he dicho <> cansado y sin aliento, a pesar mío casi. Yo estaba allí, temblando, como un vencido a merced del vencedor, cuando Tú pusiste sobre mí tu mirada de Amor.Ya está hecho, Señor, ya no podré olvidarte, en un instante Tú me has conquistado, en un instante Tú me has cautivado, has barrido mis dudas, mis temores volaron. Te reconocí sin verte, te sentí sin tocarte, te comprendí sin oírte. Ya estoy marcado con el fuego de tu amor, ya está hecho: nunca podré olvidarte.Ahora yo te sé presente junto a mí y trabajo en paz bajo tu mirada de Amor, ya no he vuelto a saber lo que es tener que hacer esfuerzos para orar: me basta con levantar los ojos de mi alma hacia Tí para encontrar tus ojos y no hace falta más: nos comprendemos, todo está claro, todo es paz.En algunos momentos -oh, gracias Señor- vienes irresistible a invadirme como un brazo de mar que lento inunda la playa. O bruscamente me coges como el amante estrecha a la esposa que se abandona a él. Y yo no evito nada: cautivo como estoy, te dejo hacer, seducido, contengo la respiración y todo el mundo se desvanece, Tú detienes el tiempo. ¡Ah, como quisiera que estos minutos durasen horas y horas! Cuando Tú te retiras dejándome encendido, trastornado de gozo, yo no sé cosas nuevas, pero sé que Tú me posees más aún, alguna nueva fibra de mi ser queda herida, la quemadura ha crecido y yo estoy un poco más cautivo de tu amor.Señor, sigues haciendo el vacío en torno a mí, pero ahora de un modo muy distinto: es que Tú eres demasiado grande y eclipsas todas las cosas. Todo cuanto yo amaba ahora me parece bagatela, mis deseos humanos se funden como cera bajo el fuego de tu Amor. ¡Qué me importan las cosas! ¡Qué me importa mi bienestar! ¡Qué me importa mi vida! Ya no deseo más que a Tí. Tan sólo a Tí te quiero.Los demás van diciendo <>. Pero son ellos, Señor, los que lo son. Ellos no te conocen, ellos no saben de Dios, ellos no saben que no se le puede resistir. Pero a mi... a mí me ha cautivado, Señor y yo estoy seguro de Tí. Tú estás aquí y yo salto de gozo, el sol lo invade todo y mi vida resplandece como una joya, todo es fácil, todo es luminoso, todo es puro, ¡todo canta!Gracias, Señor, gracias.¿Por qué a mí, por qué me has escogido a mí?¡Oh, alegría, alegría, lágrimas de alegría!"

"Me da miedo decir <>. ¿Adónde me acabarás llevando? Me da miedo sacar la paja más larga, me da miedo firmar la hoja en blanco, me da miedo decir un <> que traerá cola. Y con todo no puedo vivir en paz. Tú me sigues, me cercas por todos lados. Y yo busco el ruido porque me da miedo oírte, pero Tú te deslizas en el menor silencio. Yo cambio de camino cuando te veo venir pero al fin de este nuevo sendero Tú me estás esperando. ¿Dónde me esconderé? En todas partes te encuentro: ¡ No hay modo de escaparse de Tí !Y yo tengo miedo de decir <>, Señor. Tengo miedo de darte la mano: te quedarías con ella. Tengo miedo de cruzarme con tu mirada: eres un seductor. Tengo miedo de tu exigencia: eres un Dios celoso. Estoy acorralado y trato de esconderme. Estoy cautivo, pero me debato y lucho sabiéndome vencido. Tú eres más fuerte, Señor. Tú posees el mundo y me lo quitas. Cuando extiendo la mano para coger a una persona o una cosa, todas se desvanecen delante de mis ojos. Y no, no es agradable eso de no poder cogerse nada para uno: si corto una flor se me marchita entre los dedos, si lanzo una carcajada se me hiela en los labios, si danzo un vals me quedo jadeante y nervioso. Y todo me parece vacío, todo se me hace hueco. En torno a mí Tú has hecho el desierto. Y tengo hambre y sed y el mundo no podría alimentarme.¡Pero si yo te amaba, Señor! ¿Qué es, entonces, lo que yo te he hecho? Yo trabajaba por Tí y yo me entregaba. Oh gran Dios terrible, ¿qué más quieres?

Hijo mío, Yo quiero más de tí y del mundo. Antes tú me dabas tu acción y eso no me sirve para nada. Tú me invitabas a bendecirla, me invitabas a sostenerla, querías interesarme en tu trabajo. Pero fíjate bien, al hacerlo hijo mío, tú invertías el juego. Yo antes veía tu buena voluntad, te seguía con los ojos, pero ahora quiero más: no se trata de que tú hagas tu acción, sino la voluntad de tu Padre del cielo. Di <> hijo mío. Necesito tu <> como necesité antaño el de María para venir al mundo, porque soy Yo quien debe meterse en tu trabajo, entrar en tu familia, en tu barrio, Yo, y no tú. Porque es mi mirada la que penetra y no la tuya, es mi palabra la que arrastra y no la tuya, es mi vida la que transforma y no la tuya. Dame todo, ponlo todo en mis manos. Yo necesito tu <> para desposarme contigo y descender a la tierra, necesito tu <> para seguir salvando al mundo.Oh, Señor, tus exigencias me dan miedo, pero ¿quién puede resistirte? Para que tu Reino llegue y no el mío, para que se cumpla tu voluntad y no la mía, ayúdame a decir <>"

Mi mejor invento, dice Dios, es mi madre.Me faltaba una madre y me la hice. Hice Yo a mi madre antes que ella me hiciese. Así era más seguro. Ahora sí que soy hombre como todos los hombres. Ya no tengo nada que envidiarles, porque tengo una madre, una madre de veras. Sí, eso me faltaba. Mi madre se llama María, dice Dios.Su alma es absolutamente pura y llena de gracia. Su cuerpo es virginal y habitado de una luz tan espléndida, que cuando Yo estaba en el mundo no me cansaba nunca de mirarla, de escucharla, de admirarla. ¡Qué bonita es mi madre! Tanto, que dejando las maravillas del cielo nunca me sentí desterrado junto a ella.Y fijaos si sabré Yo lo que es eso de ser llevado por los ángeles..., pues bien: eso no es nada junto a los brazos de una madre, creedme. Cuando me fui al cielo Yo la echaba de menos. Y ella a mí. Ahora me la he traído a casa, con su alma, con su cuerpo, bien entera. Yo no podía portarme de otro modo. Debía hacerlo así. Era lo lógico.¿Cómo iban a secarse los dedos que habían tocado a Dios? ¿Cómo iban a cerrarse los ojos que lo vieron? Y los labios que lo besaron ¿creéis que podrían marchitarse? Y yo no fui capaz. ¿Cómo iba a hacerlo? Habría sido horrible para mí. Además dice Dios, también lo hice por mis hermanos los hombres: para que tengan una madre en el cielo, una madre de veras, como las suyas, en cuerpo y alma. La mía.Bien. Hecho está. La tengo aquí, conmigo. La madre ha vuelto a encontrar a su Hijo, y el Hijo a la madre, el uno junto al otro, eternamente. Ah, si los hombres adivinasen la belleza de este misterio...Da gusto, dice Dios, ver que se aprecian los dones que uno hace! Y ahora que se aprovechen. En el cielo tienen una madre que les sigue con sus ojos, con sus ojos de carne. En el cielo tienen una madre que los ama con todo su corazón, con su corazón de carne. ¿Cómo no se darán cuenta de que Yo a ella no puedo negarle nada? ¡Qué queréis! ¡Es mi madre! Yo lo quise así. Uno junto al otro, cuerpo y alma, eternamente Madre e Hijo...