Hola, son las 11.27 a.m., al regreso de dejar a Jesús, me acosté un rato y me dormí, anoche estuve charlando con mi amigo Mikel y luego quedé pensando en los muchos caminos recorridos por cada uno de nosotros, las cosas que dejamos que se nos fueran de las manos y las que aprisionamos muy fuertes.
Ya varias veces que dicho que mi única compañera es la soledad, y aún no he hecho un pacto con ella para llevar una homrosa vejez, ya que estoy transitando esa etapa por más jovial que me sienta, mi estado es de geronte. Esta palabra es durísima.
Mi familia compuesta por Don Luis, Doña Gregoria alias la TATA, y Doña María Ivonne. Desde muy niña ansié un hermano, hermana, que no vinieron, y transcurrió mi vida, mi infancia sola así aprendí a charlar sola, y a hablarme a mi misma. Gimnasia que aún práctico.
Mi adolescencia como feliz, fue serena, tranquila, muy manejada por mi madre, la palabra hombre como sexo masculino estaba erradicada de mi casa. Asi mi 15 años entre las bobaliconas de la escuela y dejarme ir a una fiesta de 15 fuera de mi casa ni oensarlo. Esos "asaltos" yo no los olía, la represión era tremenda.
Crecía en mí una personalidad nada fácil, que Doña Gregoria no se la imaginaba, también crecía la tan mentada rebeldía, y ambas corrían por caminos paralelos y en cualquier momentos, el choque las harían explotar y BUMMMMM!!!. Corrían los años 60, querían comenzar los Beatles, y la represión de la casa, repercutía en la Escuela.
Cursé mi escuela primaria y la secundaria en el Colegio "La Inmaculada" cuyas monjas pertenecían a la Compañía de María fundado por Santa Juana de Lestonnac, sobrina de San Bernardo. Todas mis locuras y no locuras quedaron plasmadas en esos momentos.
La relación con mi padre: pésima. Con Doña Gregoria: pésima. Estaba sola para todo y debía crecer rápidamente para que la sobreprotección no me tragara.
Comencé a madurar muy rápidamente, gracias a Dios me dí cuenta que era muy inteligente y podía manejar los tiempos de aprendizaje y seleccionar que me gustaba y que desechaba.
Alumna de la primaria:término medio sin esfuerzos.
Alumna de la secundaria: hacía en la escuela lo que quería. Prototipo de personaje, jamás pasaba desapercibida, ya contaba con 1.75 metro, sabía como vestirme y las boludeces me ponían nerviosas.
Ya se perfilaba mi carácter muy fuerte y hacia lo que a mi me parecía bien, ya tenía proyecto de vida, sabía lo que quería y sabía como podía equivocarme y de hecho me equivoqué mucho...
Don Luis me anotó en la UNS en la carrera de contador público y yo que siempre le hice la contra me anoté en la carrera Licenciatura en Filosofía y Letras. Comencé a trabajar y estrenaba mi 18 años. Mientras me recibía de Maestra Normal Nacional. (continuara)
domingo, noviembre 26, 2006
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