jueves, julio 17, 2014
lunes, julio 14, 2014
ENSEÑANZA DEL MAGISTERIO SOBRE EL GENESIS
Enseñanza del Magisterio sobre el Génesis
Continuamos ahora con la exposición del Génesis. A continuación, desarrollamos la enseñanza del Magisterio sobre el mismo.
La distinción entre ‘fondo’ y ‘forma’ en una historia, sea esta del Génesis o de otra narración bíblica, no puede ser considerada en sí misma una falsedad. En cualquier historia pueden distinguirse los contenidos (fondo) de aquello otro que hace las veces deforma, es decir, el modo de estructurar sus ideas o conceptos (forma interna) o las expresiones mismas y los términos utilizados (forma externa). En ambos tipos de forma, pueden darse también variaciones y matices diversos. El autor sagrado ohagiógrafo, es un hombre que ciertamente conserva todas sus facultades y características incluso cuando está inspirado por el Espíritu Santo para escribir la palabra de Dios, deja por lo tanto sus huellas en el escrito, distintas de las de otro.
El organismo conocido como Pontificia Comisión Bíblica (PCB) había sido constituido por León XIII mediante la carta apostólica Vigilantiae studiique del 30 de Octubre de 1902 (ASS 35 [1902-1903] 234-238).
El Sumo Pontífice asignó a la nueva institución una triple tarea: a) promover con eficacia entre los católicos los estudios bíblicos; b) contrastar con métodos científicos las opiniones erradas acerca de las sagradas escrituras; c) investigar e iluminar las cuestiones en discusión y los problemas emergentes en el campo bíblico. Dicha comisión se componía de cardenales, como los dicasterios romanos, y era un órgano de asistencia del Magisterio, con posibilidad de resolver las cuestiones planteadas.[1] San Pío X dio también amplias facultades a la Comisión, acerca de las cuestiones emergentes, y las controversias bíblicas causadas por la crítica moderna. Desde el 13 de febrero de 1905 hasta el 17 de noviembre de 1921 la Comisión Bíblica publicó 14 decretos (o decisiones) y 2 declaraciones bajo la forma de respuesta a las consultas o dudas propuestas. A éstas se agregaron otros dos decretos, en época del Papa Pío XI.[2]
Interviniendo en las cuestiones y problemas que se suscitaron acerca de la interpretación del Génesis, sea por causa de las teorías en boga como por las nuevas teorías científicas, la Iglesia emanó, por medio de la Comisión Bíblica, en 1909, un decreto que consta de ocho artículos, sobre el carácter histórico de los tres primeros capítulos del Génesis. Los documentos se redactaban en aquel período de un modo muy particular, formulando preguntas concretas que se respondían con un “si” o con un “no”, agregando eventualmente alguna mayor explicación. En el caso concreto de este documento, los tres primeros artículos declaraban inadmisibles los sistemas que negaban o reducían demasiado la historicidad del Génesis; los tres siguientes dejaban cierta libertad al exégeta en la interpretación (lo que es importante, porque demostraba que existía sin duda lugar para aquella); los últimos dos daban reglas especiales para la misma interpretación.
Hecha esta aclaración, podemos pasar a los artículos del documento:
1 – El primero respondía a la pregunta de si gozaban de sólido fundamento,los diversos sistemas exegéticos que estaban en boga en aquel momento, y que con apariencia de ciencia excluían el sentido histórico literal de los tres primeros capítulos del libro del Génesis. La respuesta era absolutamente negativa; o sea, se decía que estos sistemas no gozaban del necesario fundamento para excluir ‘a priori’ el sentido histórico.
2 – En el segundo se pasaba ya a los particulares: Habiendo entonces afirmado, el carácter y forma histórica de esos capítulos, el peculiar nexo de ellos con los capítulos siguientes, el múltiple testimonio de las Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, el sentir casi unánime de los santos Padres y el sentido tradicional tanto hebreo como cristiano, se preguntaba si era posible que dichos tres capítulos no contuviesen narraciones de cosas realmente sucedidas, que respondan a la realidad objetiva y a la verdad histórica; sino fábulas tomadas de mitologías y cosmogonías de los pueblos antiguos, y acomodadas por el autor sagrado a la doctrina monoteísta, bajo apariencia de historia, o incluso leyendas, compuestas para edificación de las almas. La respuesta era negativa.
Este punto es muy importante, puesto que ponderaba el peso del ‘testimonio mismo de las Escrituras’ (testimonio interno) – más aún que aquel otro testimonio exterior de la tradición (judía y cristiana) y de los Padres-, en favor de la historicidad del Génesis, como superior y de más valor que las teorías – consideradas ya sin fundamento- que retenían esos capítulos sólo como una colección de mitos o leyendas, aunque fuera sólo parcialmente. Se declaraba también que no se podía enseñar contrariamente a lo que quedaba sentenciado en este artículo.
3 – El tercero enumeraba, en detalle, los hechos más relacionados con la Fe cristiana y narrados en dichos capítulos, acerca de los cuales no se podía en absoluto poner en duda su sentido histórico literal; a saber: La creación de todas las cosas hechas por Dios al principio del tiempo; la peculiar creación del hombre; la formación de la primera mujer del primer hombre; la unidad del linaje humano; la felicidad original de los primeros padres en el estado de justicia, integridad e inmortalidad; el mandamiento, impuesto por Dios al hombre, para probar su obediencia; la transgresión, por persuasión del diablo, bajo especie de serpiente, del mandamiento divino; la pérdida por nuestros primeros padres del primitivo estado de inocencia, así como la promesa del Redentor futuro.
4 – El cuarto introducía lo que ya se considera obra del exégeta; esto es, el trabajo de interpretación. Reconoció que incluso los Padres y los Doctores de la Iglesia habían sugerido diferentes interpretaciones sobre dichos capítulos, sin zanjar nada de modo definitivo. Se declara entonces que, salvo juicio de la iglesia (sobre esas cuestiones ya definidas u otras por definir) y guardada la analogía de la fe (la conexión y la no contradicción de las verdades bíblicas entre sí), es lícito a cada uno, seguir y defender la sentencia que cada uno juzgase como la más prudente. Vemos entonces cómo el magisterio distingue adecuadamente, entre aquello que es el texto y lo que es su interpretación.
5 – Otra regla de interpretación daba también libertad, en el sentido que advertía que no era necesario tomar, siempre y necesariamente, en sentido propio todas las palabras y frases que aparecen en los capítulos predichos, sobre todo cuando esos términos fueron utilizados claramente en un sentido impropio, metafórico o antropomórfico, obligando a la razón a sostener dicho sentido o cuando la necesidad obligaba a abandonarlo.
6 – El siguiente artículo declaraba entonces, como consecuencia del precedente, que era posible utilizar sabia y útilmente una interpretación alegórica o profética de algunos de esos capítulos, presuponiendo siempre el sentido literal histórico, siguiendo el ejemplo de los Santos Padres y de la misma Iglesia.
7 – El séptimo daba una regla muy precisa de interpretación: No había que buscar exactamente y siempre el rigor de la lengua científica en dichas narraciones, dado que no fue la intención del autor sagrado, al escribir el primer capítulo del Génesis, enseñar de modo científico la íntima constitución de las cosas visibles y el orden completo de la creación, sino confeccionar más bien una narración popular acomodada a los sentidos y a la capacidad de los hombres, tal como era uso en el lenguaje común del tiempo.
8 – La última regla se refería a la denominación y distinción de los seis días de que se habla en el capítulo 1 del Génesis. Se daba libertado para tomar el término Yôm (día), sea en sentido propio, como un día natural, o en sentido impropio, como un espacio indeterminado de tiempo, y se consideraba licito discutir libremente sobre esta cuestión entre los exégetas.
Vemos pues, como el Magisterio de la Iglesia reafirma, por un lado, la verdad de la Escritura, sobre todo lo que se es dado en llamar sentido literal e histórico (una discusión acerca de una supuesta oposición entre estos dos conceptos se suscitará históricamente con posterioridad, y trataremos de abordarla), y por otra concede un amplio grado de libertad de interpretación, siempre que se salve dicha verdad escrituraria. La guía más segura para la interpretación la dará el magisterio subsiguiente, cuando se comenzará a hablar de los llamados géneros literarios.
[1] En tiempos más modernos, Pablo VI, con el Motu proprio Sedula Cura (AAS 63 [1971] 665-669), estableció nuevas reglas para la organización y funcionamiento de la Comisión Bíblica. No estaría esta ya más formada por cardenales sino por especialistas, convirtiéndose así en un órgano consultivo. Pero debemos tener también en cuenta que el Motu proprio del Papa Pablo VI – como cualquier otro- no puede aplicarse retrospectivamente para las cuestiones doctrinales ya resueltas con anterioridad.
[2] Descripción de las tareas de la PCB:http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/pcb_documents/rc_con_cfaith_pro_14071997_pcbible_sp.html
domingo, julio 13, 2014
SEMBRAR
Sembrar
Publicado: 9 julio, 2014 en BIBLIAEtiquetas:Dios, Evangelio, Fe, Francisco, Humildad, Jesús, Reflexión
15 Tiempo ordinario (A) Mateo 13,1-23
SEMBRARJOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
SEMBRARJOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
ECLESALIA, 09/07/14.- Al terminar el relato de la parábola del sembrador, Jesús hace esta llamada: “El que tenga oídos para oír, que oiga”. Se nos pide que prestemos mucha atención a la parábola. Pero, ¿en qué hemos de reflexionar? ¿En el sembrador? ¿En la semilla? ¿En los diferentes terrenos?
Tradicionalmente, los cristianos nos hemos fijado casi exclusivamente en los terrenos en que cae la semilla, para revisar cuál es nuestra actitud al escuchar el Evangelio. Sin embargo es importante prestar atención al sembrador y a su modo de sembrar.
Es lo primero que dice el relato: “Salió el sembrador a sembrar”. Lo hace con una confianza sorprendente. Siembra de manera abundante. La semilla cae y cae por todas partes, incluso donde parece difícil que la semilla pueda germinar. Así lo hacían los campesinos de Galilea, que sembraban incluso al borde de los caminos y en terrenos pedregosos.
A la gente no le es difícil identificar al sembrador. Así siembra Jesús su mensaje. Lo ven salir todas las mañanas a anunciar la Buena Noticia de Dios. Siembra su Palabra entre la gente sencilla que lo acoge, y también entre los escribas y fariseos que lo rechazan. Nunca se desalienta. Su siembra no será estéril.
Desbordados por una fuerte crisis religiosa, podemos pensar que el Evangelio ha perdido su fuerza original y que el mensaje de Jesús ya no tiene garra para atraer la atención del hombre o la mujer de hoy. Ciertamente, no es el momento de “cosechar” éxitos llamativos, sino de aprender a sembrar sin desalentarnos, con más humildad y verdad.
No es el Evangelio el que ha perdido fuerza humanizadora, somos nosotros los que lo estamos anunciando con una fe débil y vacilante. No es Jesús el que ha perdido poder de atracción. Somos nosotros los que lo desvirtuamos con nuestras incoherencias y contradicciones.
El Papa Francisco dice que, cuando un cristiano no vive una adhesión fuerte a Jesús, “pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie”.
Evangelizar no es propagar una doctrina, sino hacer presente en medio de la sociedad y en el corazón de las personas la fuerza humanizadora y salvadora de Jesús. Y esto no se puede hacer de cualquier manera. Lo más decisivo no es el número de predicadores, catequistas y enseñantes de religión, sino la calidad evangélica que podamos irradiar los cristianos. ¿Qué contagiamos? ¿Indiferencia o fe convencida? ¿Mediocridad o pasión por una vida más humana?
¿POR QUÉ NO VA ROUCO A MELILLA?
¿Por qué no va Rouco a Melilla?
Publicado: 11 julio, 2014 en DENUNCIA / ANUNCIOEtiquetas:Empobrecidos, Episcopado, Francisco
¿POR QUÉ NO VA ROUCO A MELILLA?JOSÉ MARÍA CASTILLO, castillo.sanchez.p@gmail.com
MADRID.
MADRID.
No planteo esta pregunta como exigencia. Y mucho menos como reproche. ¿Quién soy yo para exigir al Sr. Cardenal, Arzobispo de Madrid, que haga tal cosa? Y más aún, ¿qué autoridad o qué poder tengo yo para atreverme a llamar la atención -y menos todavía reprochar- a otro ser humano, sea quien sea, por lo que hace o por lo que deja de hacer? No, ¡por favor!, que nadie interprete lo que aquí digo como una forma de intromisión en algo en lo que no tengo que entrometerme.
Por lo demás, lo que digo del cardenal de Madrid, lo podría decir igualmente del presidente de la Conferencia Episcopal. O quizá de una comisión especial, nombrada “ad hoc”, por el episcopado español. Y lo digo (además, en un medio público) por una razón muy sencilla.
Si el papa Francisco, obispo de Roma, ha ido a Lampedusa, para estar siquiera unas horas, con los miles de criaturas que esperan poder entrar en Italia, ¿no sería igualmente un acto de generosidad y de bondad que el obispo de Madrid (o el presidente de los obispos españoles) hiciera en España algo semejante a lo que ha hecho en Italia el obispo de Roma, cabeza del Colegio Episcopal que gobierna toda la Iglesia?
Yo sé que los obispos españoles se preocupan por los que sufren. Pero, si además de preocuparse, van a estar con ellos, al menos unas horas, ¿no harían, en definitiva, lo mismo que hizo Jesús cuando, abandonando Jerusalén, se fue a Galilea (Mc 1, 14 par), la región más pobre y seguramente la más abandonada en los lejanos tiempos en que el Señor andaba por el mundo? Me limito a indicar la importancia que tendría hacer una visita. Aunque, la verdad, recordando algo que solía decir el recordado José María Díez Alegría, cuando los cristianos leemos los evangelios, encontramos dos relatos que dan pie a pensar en dos “misterios”: el misterio de la visitación (Lc 1, 39-56) y el misterio de la encarnación (Lc 1, 26-38).
Y digo yo: ejemplar es visitar a los últimos de este mundo. Pero, ¿no sería más evangélico dejarse la propia instalación y llegar incluso a encarnarse en los pobres y con los pobres? Y conste que yo no lo he hecho. Pero, por lo menos, ¿no nos vendría bien a todos pensar seriamente en este asunto, es decir, en que nuestra sociedad sea más igualitaria? Al menos, pensar en esto, aunque nos deje el lastre de la mala conciencia.
Culturas, creencias e increencias en el aula
Publicado: 30 junio, 2014 en cuatro líneas
IDEO, 30/06/14.- En Escuela Ideo las ideas son muy importantes. Las ideas configuran nuestras acciones, nos movemos en base a unas ideas. Las ideas muestran cómo somos y entre ellas están aquellas que nos hacen ser de una determinada manera; a estas, Ortega y Gasset las llama creencias: “Las ideas se tienen; en las creencias se está” [1]. En las creencias somos, nos movemos y existimos. “La creencia es quien nos tiene y nos sostiene”, dice Ortega [...]
“Materia de ‘Culturas’“, César Rollán (Escuela Ideo) escuelaideo.edu.es
JULIO, PEDRO Y PABLO
Julio, Pedro y Pablo
Publicado: 30 junio, 2014 en ACTUALIDADEtiquetas:Alegría, Comunidad, Familia, Fiesta, Sacramentos
JULIO, PEDRO Y PABLOCRISTINA PLAZA, eclesalia@eclesalia.net
MADRID.
MADRID.
ECLESALIA, 30/06/14.- Hace unas semanas nos llamaron por teléfono para invitarnos a una fiesta sorpresa que estaba preparando la familia del homenajeado sin que él lo supiera. Organizar una fiesta sorpresa lleva tiempo, creatividad, originalidad y, sobre todo, cariño.
Así que el día señalado participamos toda la familia en la fiesta donde había mucha gente y mucha emoción porque el protagonista no se esperaba nada, le habían hecho creer que tenía una reunión urgente en la parroquia mientras se ultimaban los preparativos y llegábamos los invitados.
Cuando ha entrado en la sala se ha quedado atónito. Le hemos recibido con un gran aplauso mientras él nos miraba a los allí reunidos, observaba el cartel que adornaba una de las paredes donde aparecían dibujados momentos cruciales de su vida y no sabía qué hacer o a quién dirigirse. Ha comprendido entonces que la reunión era una tapadera y ha confesado que no se imaginaba nada de nada. Pasado este primer momento se ha colocado en la cabecera de la mesa que estaba llena gracias a todo lo que habíamos llevado todos los invitados y ha hablado. Los que le conocemos sabemos que tiene el don de la palabra, que habla, entusiasma, convence y se alarga… así que ha hablado hasta que la emoción le ha embargado y hemos visto entonces una emotiva presentación de fotos donde se recogía su vida: sus orígenes, su paso por el seminario, su ordenación, sus primeras parroquias en tierras castellanas, su llegada a Madrid, su vinculación a Vallecas, su entrada al mundo obrero, su vida en familia, su vida en comunidad… Hasta hoy. Todo acompañado por una selección de canciones muy personales llenas de recuerdos para Julio.
Hemos celebrado en la festividad de san Pedro y san Pablo las bodas de oro de la ordenación sacerdotal de Julio Pérez Pinillos. Ha sido una celebración sencilla, con gente sencilla, de la parroquia, del barrio, amigos, compañeros sacerdotes… La han organizado su mujer y sus hijas y han convocado a mucha gente para quienes Julio es alguien importante en sus vidas, alguien con quien han compartido momentos inolvidables y que no podían faltar hoy.
Celebrar 50 años de sacerdocio es algo grande que suele acompañarse de una Eucaristía con muchos compañeros concelebrando en el altar y una gran fiesta.
Nosotros hoy hemos celebrado algo grande donde ha predominado la sencillez y el cariño, la emoción y la cotidianeidad. Hemos podido expresarlo en el libro de firmas de recuerdo que estaba allí preparado y también hemos podido transmitir a Julio y a su familia, presentes en nuestra propia vida familiar desde hace tiempo, nuestro cariño y admiración por abrir caminos y creer que otra Iglesia es posible.
Julio, muchas felicidades, seguimos caminando al aire del Espíritu…(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
viernes, julio 11, 2014
jueves, julio 10, 2014
DE PLANTAS Y JARDINERO
De plantas y jardinero
Publicado: 9 junio, 2014 en REFLEXIONESEtiquetas:Dios, Esperanza, Espiritualidad, Fe
DE PLANTAS Y JARDINEROEn la fe, sin másCRISTINA I. CARRETERO ESTEBAN, cristin_i@hotmail.com
ALMERÍA.
ALMERÍA.
ECLESALIA, 09/06/14.-Tengo dos macetas en casa, que cuido como si me fuera la vida en ello. Cualquiera que las viera pensaría que al Palmito que así es como se llama, lo trato mejor que la Oreja de elefante (plantita cariñosamente). El palmito crece fuerte, verde, hermoso, -desde el principio- sin plagas, sin hojas que caen… La plantita por el contrario, justo cuando la trasplante por primera vez perdió sus hojas, aunque fue sobreviviendo, no sin dificultades. Por razones ajenas a mi voluntad se mudaron del lugar en el que estaban, intenté mantenerlas vivas, y en perfectas condiciones, y mientras que el palmito no notó el cambio, mi “plantita”, quizá por exceso de riego, por demasiado amor que puse en ella, perdió todas sus hojas y se pudrió parte de la raíz. Mi hermano, que preparaba por entonces su doctorado en agrónomo, me sugirió que la tirase, que estaba muerta. Sentí tal punzada de que estuviese en lo cierto, que me resistí, me negué a creerlo e inicié mi combate. La trasplanté a un nuevo tiesto, con tierra nueva, abono, sequé parte de la raíz, le puse unas gotas de agua bendita, no la regué, la dejé en una zona cubierta de vientos, le toqué la guitarra, le canté a todas horas melodías que conocían, le puse música clásica de mi mp3, le recé, le hablé, la acaricié y esperé… Se A mi alrededor, se reían de mí sin maldad, pero la cuestión estaba en buscar la combinación exacta de ciencia y fe, de no saber nada, y de intentarlo todo.
La observaba a diario, preocupada. Semanas después, bajo la tierra, sin rastro de más vida, una hoja pequeña, muy pequeña, asomaba dubitativa. La felicidad me colmó, y secó alguna lágrima que conmovida apareció en mis ojos. Los días pasaron, las semanas, y finalmente una nueva hoja broto, y poco a poco la plantita volvió a crecer, la regué menos, le di más aire, y cada vez las nuevas hojas más verdes, más grandes, más numerosas (dentro de lo que cabe esperar en una Oreja de elefante). La fotografié desde todos los planos posibles, cual hijo que nace y ves crecer la mostraba orgullosa en el fondo de pantalla de mi teléfono móvil.
Pero al poco, una primera plaga la atacó. Mi hermano, científico y racional, volvió a decir que si no la trataba pronto moriría en unas pocas jornadas devorada por la cochinilla, pero yo siempre he pensado que en esta vida, hay que creer en la ciencia, pero más aún en la voz interior del corazón. Ese mismo día recorrí varios viveros en busca del tratamiento adecuado a su tamaño y delicadeza. Preparé inexperta la mezcla, volví a poner música clásica, rezar, tratar, y la planta… se salvó. Pero, una nueva plaga, de araña roja esta vez, se ensañaba con ella. Retorno esperanzado al mismo tratamiento, no sin temor a que fuera demasiado agresivo el nuevo producto y la matase. En casa decían que me saldría más barato y menos “cansino” comprar 10 macetas y asumir que esa estaba predestinada a la extinción. ¡Sobrevivió una vez más!
De nuevo llegó el frío, y comenzó a perder hojas. Y tiempo después sobrevinieron nuevas plagas, y las que vendrán…
Hasta hace un par de semanas que entre las dos tristes hojas casi secas que soportaron el invierno, se apagaba mi sonrisa pensativa al mirarla, pensarla cuando mis chavales de catequesis me preguntaban ilusionados por plantita, conocedores de su historia. Ahora, sonrío y les cuento que he visto como empieza a asomar no solo una nueva hoja, sino que plantita nos regala esquejes de su propio ser, y que muy pronto espero volver a verla como allá por septiembre, como años atrás, llena de verdor en su pequeñez.
Quien hoy viera mis dos plantas, sin conocer la historia, pensaría erróneamente que a una le doy el mejor trato, mientras que a mi plantita no le presto ningún interés, cuando yo, su jardinera en funciones, le doy 4 veces más cuidados y amor. Entonces, pienso en Dios, y recuerdo una fábula:
Una noche soñé que iba andando por la playa con Dios. Y que se proyectaban en el cielo muchas escenas de mi vida. En cada cuadro veía huellas de pisadas en la arena. A veces las de dos personas y otras sólo las de una.
Observé que durante los períodos más difíciles de mi existencia se veían huellas de una sola persona. Y dije: – Me prometiste, Señor, que siempre caminarías a mi lado. ¿Por qué cuando más te necesité no estabas conmigo?
Él respondió: – Cuando viste las huellas de una sola persona, hijo mío, fue cuando tuve que llevarte en brazos.
Y es que, en ese dolor, en esa plantita, descubrí que quizá Dios, está más encima nuestra de lo que pensamos, dándolo todo, aunque cualquier observador externo, nosotros mismos, como mi propia plantita, pudiera pensar que su jardinera, mi Jardinero, nuestro Jardinero/a, no está al cien por cien ahí. Porque empecé a comprender, lo que un buen amigo decía, cuando hablaba de que todo era regalo, que en esta vida nacemos desnudos y todo nos he dado, y deberíamos saber valorar cada cosa que la vida nos concede. Y deberíamos saber vivir, siendo fieles a ese Dios Amor, Dios de la vida, Dios regalado, que nos concede pequeños, grandes milagros, que debemos saber reconocer, valorar y disfrutar como si no existiese mañana. Que un Dios que pone tantas capacidades en nosotros, tanta belleza y tanto regalo a nuestro alcance, es porque en su generosidad extrema nos invita a forma parte en ese festín de vida que nos concede. Ese regalo de ser para el otro, y que el otro es para nosotros.
Por supuesto plantita y palmito tienen una “precuela” personal que las hace más especiales y simbólicas si cabe… pero eso… queda entre “Jardinero/a y Plantita”. Y es que hay días, que le grito ¿Dónde te metes? ¿Qué pretendes? que necesito sentarme a mirar esas dos macetas, sonreírles, y recobrar la esperanza, porque tengo fe, porque quiero tener fe, en que todo irá bien, en que estarán donde deben estar, que a mí me toca darlo todo, yo puse amor, y ahí estaba Él, y es que si nos dejamos la piel, es Dios mismo, quien pone lo demás (que es al final, es todo).(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
TU ERES PEDRO Y SOBRE ESA PIEDRA EDIFICARE MI IGLESIA
‘Tú eres Pedro y sobre esa piedra edificaré mi Iglesia’
Publicado: 27 junio, 2014 en BIBLIAEtiquetas:Comunidad, Fe, Fortaleza, Iglesia, Ilusión, Jesús
‘TÚ ERES PEDRO Y SOBRE ESA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA’POPE GODOY, popegodoy@telefonica.netJAÉN.
ECLESALIA, 27/06/14.- Conviene tener muy claro que Jesús de Nazaret no pudo decir estas palabras. En efecto, Jesús no hablaba griego (quizás lo chapurreaba un poco). Jesús hablaba arameo y a Simón, el hermano de Andrés, lo llamó en arameo “Kephas”. Así lo nombra Pablo hasta ocho veces en sus cartas, escritas todas antes que los evangelios (1Cor 1,12; 3,22; 9,5; 15,5; Gál 1,18; 2,9.11.14). Sólo en dos ocasiones lo llama Pedro (Gál 2,7.8). Las traducciones prescinden de este detalle y lo traducen como Pedro. También tenemos el evangelio de Juan donde Jesús dice a Simón: “A ti te llamarán Kephas” (Jn 1,42).
Mateo hace un sugerente juego de palabras entre dos nombres comunes: “petros” (piedra) y “petra” (roca). Petrossolo se usa como nombre propio en el NT. Se habla de “Simón Pedro” (29 veces) o simplemente de “Pedro” (123 veces). En el AT (versión de los LXX) petros tiene el significado de piedra común, por ejemplo para ataque o defensa (1Mac 1,16; 4,41). El NT prefiere evitar confusiones y designa siempre la piedra con el sustantivo lithos de donde provienen diversas palabras españolas: litiasis, litificar, litografía, coprolito, fotolito, monolito…
En cambio no hay confusión con la palabra petra que en la versión de los LXX significa siempre roca. “Tú eres mi roca” (2Sam 2,2). Lo mismo ocurre en el NT donde siempre significa roca.“porque bebían de la roca [petra] profética que los acompañaba, roca [petra] que representaba al Mesías” (1Cor 10,4).
Ahora podemos conocer en su justo significado el famoso texto de Mateo. En griego está muy claro el juego de palabras: petros (piedra) y petra (roca). Mateo hace una sugerente comparación-oposición entre la fragilidad y la pequeñez de la piedra frente a la seguridad y la robustez de la roca. La persona de Pedro en su fragilidad, en su tozudez (hay pasajes donde “Pedro” equivale a “cabeza dura, adoquín”) y hasta en su cobardía es al mismo tiempo símbolo de fortaleza y de seguridad por la confesión de fe que ha hecho hacia la persona de Jesús.
En la traducción latina de la Vulgata se produce ya el primer distanciamiento (tu es Petrus et super hanc petram…). Efectivamente, Petrus deja ya de significar “piedra” y solo es nombre propio. Pero, eso sí, petra sigue siendo “roca”.
La traducción española tradicional que se empeñan en hacer oficial solo se parece al texto original en la onomatopeya. En efecto, Pedro es solo nombre propio, como en latín. Pero es que además ¡”piedra” no es “roca”! Por mantener la onomatopeya del texto original hemos perdido la comprensión y el significado de las palabras que dice Jesús a Pedro y a toda la comunidad cristiana.
Por eso Juan Mateos tuvo la valentía de romper el juego de palabras de la traducción rutinaria para buscar la fidelidad al texto original: “Tú eres Piedra, y sobre esa roca voy a edificar mi comunidad”. (Nuevo Testamento. Edic. El Almendro). La roca no es la persona de Pedro, sino la fe de Pedro. Sobre esa roca-fe de Pedro piensa Jesús edificar su comunidad.
Pedro aparece como el primero que formula su fe personal en Jesús. Y el evangelio hace una invitación para que cada persona, cada creyente, se formule a sí mismo cuál es su fe en Jesús. En consecuencia, esa misma fe que afloró en la primera comunidad cristiana es la que se repite y se continúa a lo largo de siglos. Con su fortaleza y, al mismo tiempo, con su fragilidad. Sin dogmatismos ni infalibilidades. Con la modestia ilusionada de cuantas personas se sienten concernidas, interpeladas y animadas por la forma en que Jesús vivió y por todos los estímulos que nos dio para caminar en la dirección de la nueva humanidad. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
SOMOS CIUDADANOS DEL MUNDO
Somos ciudadanos del mundo
Publicado: 23 junio, 2014 en DENUNCIA / ANUNCIOEtiquetas:Ciudadanía, Europa, Fe, Jesús, Sacramentos, Solidaridad
Comunicado del Encuentro Internacional celebrado en Turin del 6 al 9 de junio de 2014
SOMOS CIUDADANOS DEL MUNDOCarta de los Curas-Obreros de los países europeosLUIS DIEZ, coordinador; JOSÉ CENTENO, secretario; curasobreros@hotmail.com
TURÍN (ITALIA).
SOMOS CIUDADANOS DEL MUNDOCarta de los Curas-Obreros de los países europeosLUIS DIEZ, coordinador; JOSÉ CENTENO, secretario; curasobreros@hotmail.com
TURÍN (ITALIA).
ECLESALIA, 23/06/14.- Nos dirigimos a: los refugiados e inmigrantes de todos los países sometidos a cualquier forma de explotación. A todos los hombres y mujeres comprometidos por la justicia y opuestos a toda clase de exclusión
Nuestros países de la Unión Europea crean leyes y reglamentos que, por sus métodos burocráticos, no consideran a los inmigrantes como seres humanos actuando con ellos como si se tratara de hacer frente a una catástrofe natural o a detener una plaga en las fronteras de Europa.
Nosotros, Curas Obreros, miembros de diversas asociaciones y organizaciones obreras y populares comprometidas con los derechos fundamentales de todas personas, damos la bienvenida y queremos acoger como huéspedes a los inmigrantes.
Les decimos: «¡Bienvenidos! ¡Estáis en nuestra casa, en vuestra casa! porque el sistema capitalista de nuestros países con sus ansias de explotación insaciable os han empobrecido y os veis obligados a salir de vuestras tierras y a emprender un éxodo, que es un verdadero crimen contra la humanidad”
Constatamos que:
- Las actuales políticas europeas manifiestan un sometimiento de los representantes políticos de nuestras democracias a las empresas multinacionales y a sus voluntades especulativas en vez de estar a la escucha de las verdaderas necesidades de los pueblos y de sus deseos de vivir en paz, explotando de manera perversa los sentimientos naturales y de autodefensa de los ciudadanos decretando así una especie de “estado de urgencia”.
- Frente a la situación de los inmigrantes, su miseria, su soledad forzada, sus hijos traumatizados, sus maltratos y violencias de las que son víctimas en los conflictos armados de su países de origen, nuestros líderes políticos reaccionan de forma represiva criminalizándoles, internándoles en los CIES (Centros de Internamiento de Extranjeros) abandonando sus obligaciones de protección y de educación de los menores sin familia, rechazando su acceso al trabajo, obligándoles hipócritamente a trabajos clandestinos para ser carne de cañón de la explotación y herramienta para desregular las condiciones de trabajo de toda la clase obrera y de los trabajadores legales.
De esta manera ellos favorecen las propuestas y las acciones racistas y expulsan fuera de las fronteras sin un verdadero proceso legal, sin tener en cuenta su dignidad humana, a estos hombres, mujeres y niños como si fueran apestados.
Declaramos nuestra voluntad
- de luchar contra de toda forma de explotación y de voluntad de dominación económica
- de combatir toda forma de justificar la emergencia de políticas de seguridad
- de promover una cultura de benevolencia y de acogida al extranjero quienquiera que sea
- de apoyar la « convivencia » en las ciudades y en los barrios multirraciales
- de colaborar con la resistencia colectiva que ya comienza a organizarse entre los mismos inmigrantes
- de formar redes de fraternidad y de vigilancia en el ámbito europeo
- de urgir a nuestros gobiernos para que cumplan sus compromisos por el desarrollo de los pueblos y el respeto del medioambiente
Tenemos el sueño de un mundo sin fronteras en el que todas personas puedan disfrutar de la libertad y de la igualdad de derechos.
La fe en Jesucristo, en la diversidad de las confesiones religiosas, que nosotros suscribimos, nos consuela y nos compromete en la elección de una lucha por el reconocimiento de la dignidad de cada persona y el respeto de sus derechos fundamentales, en conformidad con los compromisos establecidos en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea adoptada el 07/12/2000.
Reunidos en estos días de Pentecostés de 2014 Curas Obreros de Europa en nuestro 30 Encuentro, dirigimos estas palabras a los inmigrantes, a los activistas por la justicia, la paz y la fraternidad, a las autoridades europeas y a los líderes políticos de los países miembros de la Unión Europea, que a pesar de este período crisis, nosotros seguimos confiando en la capacidad y en la inteligencia de todos nuestros ciudadanos para evitar cualquier “crimen contra la humanidad” y construir un mundo mejor. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
Turín (Italia) Junio 2014
EL FANTASMA POPULISTA
El fantasma populista
Publicado: 7 julio, 2014 en DENUNCIA / ANUNCIO
EL FANTASMA POPULISTABENJAMÍN FORCANO, teólogo, bforcanoc@gmail.com
MADRID.
MADRID.
ECLESALIA, 07/07/14.-Hablar de un fantasma populista es aludir a una realidad inexistente, pero en la que uno cree y le causa miedo como si existiera. Muy fuerte debe ser el miedo de este fantasma cuando notables escritores se vienen ocupando de él.
Lo interesante del fantasma populista es que está sirviendo de test para ver quiénes, con puntería desacertada, se han alineado para dispararle. Son de gente que lucen de “progresistas”, que maldicen incluso de desafueros, retóricas y engaños perpetrados dentro de nuestro sistema democrático, pero sin consentir que otros ciudadanos, desde abajo y sin abdicar del sistema, se atrevan a señalar lacras y omisiones del mismo sistema y se unan en nuevos partidos para hacer cumplir simplemente lo que ordena nuestra Constitución.
Sigamos observando y adivinaremos el perfil de estos voceros antipopulistas. En su proyección mediática, no dudan en abogar por un cambio radical, pero sin alterar el viejo dicho ilustrado: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. ¿Son miedos de un fantasma o de un futuro que los desborda?
Los ciudadanos entendemos que es deber prioritario de todo Gobierno satisfacer las necesidades y derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin embargo, los grandes Partidos, admitida una primera fase positiva de consenso, de buen hacer y progreso, no han movido luego ficha ni puesto remedio a nada o casi nada de cuanto salía de las entrañas y voz del pueblo y aceptaban sumisos las directrices economicistas de la dictatorial Troika y otras instancias Internacionales.
Paradójicamente, asegurar la eliminación concreta de abusos y transgresiones; y ejercer una política democrática que haga posible la justicia y el derecho, resulta ser populista: ”Lo concreto es populista. Si dices, verbigratia, que convendría auditar la deuda, eres populista. Si dices que los paraísos fiscales deberían prohibirse, eres un populista. Si recuerdas que a las grandes fortunas se las provee de herramientas para burlar a hacienda, eres populista” (Juan José Millás, Un robo, en El País, 20 de junio).
Los antipopulistas etiquetan, no argumentan. Y, por supuesto, su denuncia queda siempre en lo abstracto, sin exigir responsabilidades a quienes han delinquido y pervertido nuestro quehacer democrático.
La mirada , el corazón y las manos hay que aplicarlas al presente.
- Estamos en tiempos nuevos. Nuevos por una mayor información y conocimiento, que atraviesan hoy la vida como nunca antes ocurrió. Desde la infancia, las antenas socioculturales impregnan nuestro contorno y rellenan nuestras almenas sensitivomentales. ¿Hay controles que impidan percibir las ondas de cualquier acontecimiento, noticia o debate? El individuo, antes aislado y protegido, queda ahora abierto e indefenso, solicitado por la polivalente red informativa. La intercomunicación se hace omnipresente y tenaz y te obliga a saber y posicionarte.
- La democracia es cosa del pueblo, de una mayor participación y representación. La novedad está en que el gobernar deja de ser propio de una élite, y pasa a ser cosa de todos, con mayor participación y representación. Ambas cosas, porque una democracia participativa sin representación no funciona; y una democracia representativa sin participación tampoco. Los zaheridos populistas es esto lo que están ensayando y tratan de lograr. ¿Cómo? Es tarea –suya y de todos- convertida en desafío, pero que no hicieron ni supieron hacer los clásicos de la democracia.
- Bajo la prioridad de una ética universal, sustentada en el principio de la igualdad. Es lo más original y revolucionario. Original, porque está en el origen de la misma vida humana y revolucionario porque una nueva conciencia ha logrado globalizar la dignidad humana: todo ser humano es sujeto de unos mismos derechos. Y, desde esa dignidad constitutiva, cae toda suerte de patriarcalismo, imperialismo y clasismo que pretendan marcar niveles de rango y discriminación ética.
La transformación de la sociedad, que se llama democrática, no se logrará si la convivencia no se cimenta sobre este principio fundamental, asumiendo las consecuencias que de él derivan.
Es la igualdad la que acaba con el orden viejo de Naciones del Primer Mundo y del Tercer Mundo; la que acaba con procedimientos y prácticas discriminatorias del pasado; la que acaba con toda política de privilegio, pudiendo entonces decir con verdad: “Todos los españoles son iguales ante la ley”.
Me temo que los tiros contra el fantasma populista nacen de este miedo contra la igualdad. Solo que, en este caso, la igualdad no es un ente imaginario, sino un propio de todo ser humano, absolutamente real. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
NUEVA RELACIÓN CON JESUS
Nueva relación con Jesús
Publicado: 7 mayo, 2014 en BIBLIAEtiquetas:Alegría, Evangelio, Fe, Frescura, Iglesia, Jesús, Seguimiento
4 Pascua (A) Juan 1, 1-10
NUEVA RELACIÓN CON JESÚSJOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
NUEVA RELACIÓN CON JESÚSJOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
ECLESALIA, 07/05/14.- En las comunidades cristianas necesitamos vivir una experiencia nueva de Jesús reavivando nuestra relación con él. Ponerlo decididamente en el centro de nuestra vida. Pasar de un Jesús confesado de manera rutinaria a un Jesús acogido vitalmente. El evangelio de Juan hace algunas sugerencias importantes al hablar de la relación de las ovejas con su Pastor.
Lo primero es “escuchar su voz” en toda su frescura y originalidad. No con fundirla con el respeto a las tradiciones ni con la novedad de las modas. No dejarnos distraer ni aturdir por otras voces extrañas que, aunque se escuchen en el interior de la Iglesia, no comunican su Buena Noticia.
Es importante sentirnos llamados por Jesús “por nuestro nombre”. Dejarnos atraer por él personalmente. Descubrir poco a poco, y cada vez con más alegría, que nadie responde como él a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades últimas.
Es decisivo “seguir“ a Jesús. La fe cristiana no consiste en creer cosas sobre Jesús, sino en creerle a él: vivir confiando en su persona. Inspirarnos en su estilo de vida para orientar nuestra propia existencia con lucidez y responsabilidad.
Es vital caminar teniendo a Jesús “delante de nosotros”. No hacer el recorrido de nuestra vida en solitario. Experimentar en algún momento, aunque sea de manera torpe, que es posible vivir la vida desde su raíz: desde ese Dios que se nos ofrece en Jesús, más humano, más amigo, más cercano y salvador que todas nuestras teorías.
Esta relación viva con Jesús no nace en nosotros de manera automática. Se va despertando en nuestro interior de forma frágil y humilde. Al comienzo, es casi solo un deseo. Por lo general, crece rodeada de dudas, interrogantes y resistencias. Pero, no sé cómo, llega un momento en el que el contacto con Jesús empieza a marcar decisivamente nuestra vida.
Estoy convencido de que el futuro de la fe entre nosotros se está decidiendo, en buena parte, en la conciencia de quienes en estos momentos nos sentimos cristianos. Ahora mismo, la fe se está reavivando o se va extinguiendo en nuestras parroquias y comunidades, en el corazón de los sacerdotes y fieles que las formamos.
La increencia empieza a penetrar en nosotros desde el mismo momento en que nuestra relación con Jesús pierde fuerza, o queda adormecida por la rutina, la indiferencia y la despreocupación. Por eso, el Papa Francisco ha reconocido que “necesitamos crear espacios motivadores y sanadores… lugares donde regenerar la fe en Jesús”. Hemos de escuchar su llamada. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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